Osasuna se traga al Atlético
El equipo navarro apabulla a su adversario con un arranque fulgurante y deja a los colchoneros a tres puntos del Real Madrid ante el derbi del próximo domingo en el Manzanares
No es El Sadar un escenario sencillo ni especialmente amable con sus huéspedes. En Pamplona, los duelos son de pierna fuerte y transmiten un ritmo de rock, como anticipaban los acordes del No hay tregua cincelado por Barricada hace ya casi 30 años. Lo sabía bien el Atlético, al que le van los envites volcánicos y que había vencido en sus tres últimas visitas. Venía, además, de lograr una lustrosa victoria en Milán, pero anoche quedó desfigurado por un Osasuna estupendo que le avasalló en tan solo 45 minutos, con tres sacudidas que volvieron a dar fe de la dificultad que entraña pisar ese campo maldito que engulle a los grandes. Ni el Atlético, ni el Barcelona ni el Madrid han logrado asaltarlo.
La puesta en escena fue toda una declaración de intenciones. Tras la erosión de San Siro y con el derbi frente al Madrid en el horizonte, Simeone dejó en la banqueta a Koke, Arda, Raúl García y Miranda. Pese a estar apercibidos, sí alineó a Diego Costa, Filipe y Godín, pero el equipo se desnaturalizó hasta tal punto que apenas intimidó el arco de Andrés. Se trabó el engranaje rojiblanco, que no metabolizó bien los retoques de su técnico. Con Villa en punta y Costa, Diego y Adrián a sus espaldas, no enhebró en ataque ni en la media y sufrió una caraja monumental en la retaguardia. Y, ante un escenario tan suculento, Osasuna olfateó la sangre y mordió desde el principio. En el primer minuto, Bertrán ya puso a prueba el pegamento de los guantes de Courtois antes de que Villa y Filipe se inventasen una filigrana en el flanco izquierdo que terminó con una volea a la grada de Diego. Un espejismo.
OSASUNA, 3 - ATLÉTICO, 0
Osasuna: Ándres Fernández; Marc Bertrán (Oier, m. 46), Loties (M. Flaño, m 78), Arribas, Damià; Lolo, Silva; Cejudo, Roberto Torres, Armenteros; y Oriol Riera. No utilizados: Riesgo; Nino, Acuña, Lobato y Raoul.
Átlético: Courtois; Juanfran, Alderweireld, Godín, Filipe Luis; Gabi, Mario Suárez (Koke, m. 46); Diego Costa, Diego (Arda, m. 58), Adrián; y Villa (Raúl García, m. 61). No utilizados: Aranzubía; Miranda, Insúa y Cebolla Rodríguez.
Goles: 1-0. M. 5. Cejudo. 2-0. M. 21. Armenteros. 3-0. M. 41. Roberto Torres.
Árbitro: Martínez Munuera. Amonestó a Mario Suárez.
Unos 18.000 espectadores en El Sadar.
Los navarros se adjudicaron todos los balones divididos y rebañaron cada pelota. También se llevaron la batalla en el laboratorio, algo especialmente desconcertante para un Atlético que acostumbra a dominar los espacios y el cuerpo a cuerpo. Se temía lo peor Simeone, que se desgañitaba en la banda y no cesaba de dar órdenes a los suyos, consciente de que en el cuadrilátero de Pamplona cada acción puede alcanzar una trascendencia mayúscula. Sin embargo, no atendieron la arenga los rojiblancos, anoche de amarillo, tan despistados al defender un córner que Cejudo pudo tirotear solo, en el segundo palo, a Courtois.
No digirió bien el mazazo el Atlético, que a punto estuvo de llevarse otro sopapo si Filipe no le llega a birlar la pelota a Torres cuando este se disponía a engatillar. Sin Miranda, el gran jerarca de la zaga, Alderweireld no logró marcar territorio y tuvo que ser Godín quien solucionase el entuerto en más de una ocasión. Mucho más tibio estuvo Juanfran, que dejó el balón a los pies de Armenteros. El argentino no se lo pensó y encañonó desde la frontal con la puntera, casi sin espacio, para sortear la gigantesca silueta de Courtois. El cuero salió como un misil y melló el poste derecho antes de golpear la red. Aturdido, el equipo de Simeone pudo sellar su herida si un zambombazo de Diego Costa hubiera encontrado la portería. No solo no ocurrió, sino que además cayó por tercera vez a la lona antes del descanso. Torres, un diablillo que no supera el 1,75, leyó bien un centro de Damià desde la izquierda y picó con la testa para sonrojar aún más a su adversario.
No suelen corearse olés en El Sadar, un decorado en el que se jalea el fútbol directo y donde el balón pasa algunos partidos más suspendido en el aire que sobre el verde. Ayer los hubo. Sostenido muy bien por Silva, un guerrero sin alergia al toque, el cuadro navarro enjauló al Atlético hasta descomponerlo. Le perdonó la expulsión el árbitro a Mario, que ya amonestado le enseñó un codo a Riera. Simeone intentó maquillar el entuerto y lo retiró a tiempo, junto a Diego, para introducir a Koke y Arda. No hubo, sin embargo, ni siquiera el más mínimo atisbo de reacción en el segundo acto. Desnortado, el Atlético se marchó del viejo Sadar tras recibir una tunda que le hace ceder el liderato a su vecino a una semana de verse en el Manzanares.
El resumen del partido
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