Mucho miedo y poco fútbol
Decepcionante derbi regional entre el Almería y el Málaga, que se neutralizaron en un partido bastante gris
Decepcionante y aburrido derbi regional entre Almería y Málaga. Un duelo marcado por el miedo a la derrota, que marcó la hoja de ruta de dos equipos con un marcado carácter defensivo. Teniendo en cuenta lo mucho que valen los puntos en la zona baja, el empate deja un buen sabor de boca, sobre todo al Almería, que cumple de sobras, por el momento, con su objetivo de la permanencia. Al Málaga, sin embargo, se le ve más incómodo, sin mostrar apenas nada que no sea cierto orden defensivo y un portero, Caballero, de enorme categoría. Antes, no hace mucho, sus dos laterales, Gámez y Antunes, eran sinónimo de calidad y desborde, mientras siempre se podía aspirar algo del oficio de Roque Santa Cruz. Ahora es un equipo encogido, sin gol, donde solo Duda pone alguna que otra gota de calidad. Amrabat, que venía embalado, tampoco tuvo su día en Almería. Mucho debe mejorar el Málaga si desea tener un final de temporada tranquilo. Buena parte de sus aspiraciones estarán en juego el próximo sábado frente al Valladolid, en un partido decisivo para los de Schuster. Mientras, dan por bueno este triste punto mientras marcan la frontera de la zona de descenso, a tres puntos del Valladolid y en espera de lo que pueda hacer el Rayo ante el Sevilla.
ALMERÍA, 0; MÁLAGA, 0
Almería: Esteban; Rafita, Trujillo, Torsiglieri, Dubarbier; Verza (Corona, m. 86), Azeez; Aleix Vidal, Soriano (Rodri, m. 71), Suso (Barbosa, m. 57) y Zongo. No utilizados: Julián; Marcelo Silva, Tébar y Óscar Díaz.
Málaga: Caballero; Gámez, Sergio Sánchez, Angeleri, Antunes; Camacho, Tissone (Pablo Pérez, m. 77); Samu (Iakovenko, m. 77), Duda, Amrabat; y Santa Cruz (El Hamdaoui, m. 83). No utilizados: Kameni; Darder, Rescaldani y Juanmi.
Árbitro: Muñiz Fernández. Amonestó a Soriano, Antunes, Angeleri, Verza, Gámez, Iakovenko y Pablo Pérez.
Juegos del Mediterráneo. Unos 15.000 espectadores.
Más acostumbrado a los sótanos de la tabla que el Málaga, el Almería busca la permanencia haciéndose fuerte en casa. Así, no conoce la derrota en su estadio desde el pasado mes de noviembre, lo que habla bien de la mentalidad de los de Francisco. Más problemas tiene este Málaga, al que Schuster no acaba de cogerle el aire, viviendo una dura transición con una plantilla demasiado renovada y poco experimentada. El encuentro, tras el empate del Valladolid frente al Levante, tenía tintes de final para los dos equipos andaluces. Se vivió en todo momento un choque de mucha tensión, de poco fútbol, con las defensas imponiéndose en general a las delanteras. Conocedores de lo mucho que puede suponer un punto a estas alturas, ni Almería ni Málaga quisieron exponer lo más mínimo. No hubo desbordes ni pases al hueco, señales de la inmovilidad y el juego previsible de los dos equipos.
Cuando la necesidad se impone, es complicado que los jugadores se suelten y arriesguen. Por eso solo a balón parado se encontró algún resquicio para la emoción y las llegadas al área.
Cuenta el Málaga con un lanzador excepcional, Duda, protagonista de los tres primeros acercamientos del Málaga a la meta de Esteban. La más clara ocasión la tuvo Sergio Sánchez, que marcó tras centro del portugués. El gol fue anulado con justicia, pues Sergio arrancó unos centímetros por delante de la defensa del Almería. Duda, de fugaces apariciones en el Málaga de Pellegrini, es ahora una pieza básica en el de Schuster. Todo un síntoma de los nuevos tiempos que se viven en el club costasoleño.
El Almería, por su parte, vive en su particular partido. Pelear y pelear para ser fuerte en defensa e intentar rentabilizar alguna llegada al área rival. Fueron dos sus acercamientos en una primera mitad de poco fútbol y demasiada brusquedad. Un remate de Trujillo en fuera de juego que sacó Caballero y otro de Aleix Vidal (mejor el catalán partiendo desde la izquierda) que también despejó el estupendo portero argentino.
El fútbol salió huyendo del Juegos del Mediterráneo en una segunda parte horrible. Por no haber, no hubo ni disparos a puerta, tan solo tímidos acercamientos que sobrevivieron a las faltas, empujones e imprecisiones que salpicaron un partido tremendamente aburrido. Sin capacidad para crear jugadas en ataque, Almería y Málaga se neutralizaron sin ser capaces de dejar alguna pincelada para el recuerdo. En el reino del barullo, solo Trujillo, en el descuento, se encontró con un balón en el área que lanzó de volea fuera tras un tímido despeje de Caballero. Fue el último acto de un auténtico suplicio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.