La reforma del Camp Nou lleva apellido

El Barcelona no garantiza la financiación de la reforma del Camp Nou, tasada en 420 millones de euros, sin un patrocinador que ponga el apellido comercial al estadio. Así lo afirmó ayer el vicepresidente económico azulgrana Javier Faus durante la presentación del proyecto que será sometido a referéndum los próximos 5 o 6 de abril —la fecha se fijará en función del día de partido—. “Tiene que ser sostenible para que no afecte al proyecto deportivo”, precisó Faus. El socio que no esté de acuerdo con el patrocinio, que aportaría unos 150 millones, deberá votar no a la reforma porque ambas cosas son indisociables.

La junta no se plantea el referéndum como un plebiscito: si se vota no, seguirá hasta 2016

“Todavía no se ha iniciado el proceso de búsqueda del patrocinador, pero no será el mismo que el de la camiseta” [Qatar Arways], anunció Faus, que estuvo acompañado del vicepresidente social Jordi Cardoner y del responsable del área patrimonial Jordi Moix. “El Barcelona es ya una marca global, con un cliente fiel, y está por encima de la coyuntura económica”, insistió. “El proyecto presentado no es económico, no está destinado a hacer más caja, más zonas VIP o a los turistas, sino a disponer de un mejor estadio. No es un proyecto de una junta sino de club; nos parece muy serio después de más de 30 años de plantearse la reforma del estadio. La mayor parte de los nuevos asientos irán destinados a los socios que están en lista de espera”.

Los directivos reiteraron que los socios votarán a favor o en contra de la reforma sin conocer el diseño definitivo ni el patrocinador para no incrementar costes. “Lo más razonable es trabajar con normalidad después de una consulta aprobada”, manifestó Moix. “Hay argumentos suficientes para poder votar. Habrá una campaña de información para que el socio vote con conocimiento de causa”. El concurso arquitectónico se convocaría en 2016 y a partir de 2017 empezaría la ejecución de unas obras que durarían cuatro veranos, un total de 3,5 años, hasta febrero de 2021.

Se proyectará un Palau de 12.000 localidades, un espacio comercial, oficinas, y 5.000 plazas de aparcamiento

El coste de la obra asciende a unos 620 millones: 420 corresponden al estadio, que tendrá 105.000 localidades, y 200 van destinados al Espai Barça, que contempla un nuevo Palau (12.000 localidades), un pabellón anexo (2.000), un Palau de Gel, un espacio comercial, las oficinas del club, una Masia rehabilitada y 5.000 plazas de aparcamiento. “Hablamos del proyecto más importante del mundo desde el punto de vista futbolístico. No tiene punto de comparación”, precisaron Faus y Moix, que no prevén desviaciones presupuestarias.

La junta que preside Josep Maria Bartomeu, por otra parte, no entiende el referéndum como un plebiscito sobre su gestión y por tanto en caso de no aprobarse la reforma está dispuesta a cumplir su mandato hasta 2016. “No pasará nada si no se aprueba”, advirtió Faus después de aludir a la madurez social de la institución azulgrana, “que es mucho más fuerte de lo que nos pensamos. Ahora hay que tratar de que también lo sea estructuralmente”.

A pesar de que la presentación del proyecto coincide con un descenso últimamente de la afluencia de espectadores al Camp Nou, Cardoner explicó: “Nos interesa que nuestro socio tenga derecho a un asiento; otra cosa es que ejerza o no esté derecho”. Las obras, en cualquier caso, no afectarían ni al equipo ni al socio.