El Atlético ejecuta “simple y directo”

Fue en los dos partidos de la última final de la Supercopa de España cuando el Tata Martino tuvo que pasar su primer gran examen como entrenador del Barcelona. Y fue Diego Pablo Simeone el primero en medir su capacidad para interpretar ese tipo de partidos cerrados, faltos de espacios y con abundancia de faltas tácticas. De alguna manera, en la contratación de Martino estaba implícita la evolución del juego del equipo para superar esa clase de encuentros que ya empezaban a atragantársele la temporada anterior. Ganó el Barcelona la Supercopa, tras empatar en el Camp Nou (0-0) y gracias al gol de Neymar en Madrid (1-1), pero la sensación que quedó fue que el Atlético le había competido y que incluso logró convertir a Valdés en la vuelta en protagonista con dos grandes paradas a tiros de Villa y Arda.

Simeone utilizó en el Vicente Calderón y en el Camp Nou un dibujo que redujo, como pocos equipos lo han hecho en los últimos años, la capacidad rematadora del Barcelona. El esquema contenía a Diego Costa como falso interior derecho para tapar a Jordi Alba y formar una línea de cinco en el centro del campo. "El míster mira siempre el bien del equipo y si me pone en la banda daré lo máximo. Lo importante es estar todos unidos para poder ganar. Hay que jugar como un equipo", asiente Diego Costa sobre el duelo de mañana en Liga (20.00, C+). Y bromea con los dos partidos que lleva sin marcar: "Creo que este año llevo ya unos cuantos goles [19 en el campeonato]. Esto pasa, estoy tranquilo".

Si algo tiene claro Simeone es cómo jugarle al Barça en el repliegue, que no distará mucho de lo que se vio en la Supercopa

La única variante que introdujo Simeone de inicio en esos duelos fue la posición de Arda y Koke. En Madrid, Koke jugó dentro y Arda por la izquierda. En Barcelona, fue al revés, porque Simeone consideró que el volante turco le daría mejor salida al balón en las contras tras la recuperación por el medio. Fue la solución con la que intentó tener una llegada superior a la que había tenido en el Calderón, donde el equipo acusó el derroche físico en defensa y apenas pudo estirarse en el segundo tiempo. Si algo tiene claro Simeone es cómo jugarle al Barça en el repliegue, que no distará mucho de lo que se vio en la Supercopa. El problema para el equipo es cómo enlazar las transiciones defensa-ataque, sobre todo si el Barcelona presiona muy arriba.

En partidos en los que fue muy dominado, como el de Vila-real, Simeone apuntó a la "falta de creatividad" para referirse a que el equipo no encontró cómo conectar con los delanteros partiendo desde tan atrás. "Simple y directo", les arengó Mono Burgos a los jugadores rojiblancos poco antes de saltar al Camp Nou, y esa también es la consigna para este partido. "Si presionan alto, tendremos que pasar esa línea para luego poder atacar bien. Hemos de estar bien cerrados, intentar quitarles el balón y salir bien a la contra", abunda Koke sobre ese "simple y directo" que él ejecuta con frecuencia con Diego Costa, al que ha suministrado ya cinco goles, ninguno a balón parado. No hay una conexión más eficaz en toda la Liga. Cesc ha dado cuatro asistencias a Pedro, las mismas que Neymar a Alexis y, en el Valladolid, Ebert a Javi Guerra.

Cuando se disputó la Supercopa no se había dado la explosión goleadora de Diego Costa, ni Villa, que jugó en solitario en punta, estaba tan supeditado al juego del hispaño-brasileño. Un delantero convertido en la diana de las críticas en muchos estadios pese a su renuncia a Brasil. "La única forma de cambiarlo es jugando y marcando un gol con España. No lo veo bien, pero no me preocupa. Si tengo la suerte de jugar con España y me van las cosas bien los que me gritan hoy me aplaudirán después", asegura Costa, que se verá las caras con Messi: "Le echábamos de menos. Será lindo tenerle enfrente. Tenemos gente atrás que puede pararle".