Jiménez: “Olazábal me dice: ‘De mayor quiero ser como tú”
El golfista andaluz cumple 50 años en "un momento dulce", después de superar una grave lesión y volver a lo más alto
Hace un año, Miguel Ángel Jiménez estaba en la cama de un hospital. Acababa de ser operado de una fractura de la pierna derecha sufrida en una caída mientras esquiaba en Sierra Nevada. Él mismo pensó que podía ser un triste final a una gran carrera. Pero pronto descubrió que su amor por el golf era mayor. No solo volvió a jugar, sino que fue líder en la primera jornada del Open Británico y en diciembre batió su propio récord como el ganador más veterano del circuito europeo: 49 años y 337 días. Su 20º título, 13 de ellos pasados los 40. Incombustible, hoy cumple 50.
Pregunta. ¿Y cómo lo va a celebrar?
Respuesta. Metido en un avión. Este domingo viajo a Sudáfrica para un torneo [la próxima semana en Durban]. Va a ser un día más. Aunque ahora que lo pienso, ¡medio siglo!
P. ¿Y en Navidad?
R. Nada especial. Intentando desconectar, descansar y estar tranquilo, cosa que está costando mucho trabajo. Unos días fuera con mi novia y año nuevo con mi familia.
P. ¿Ha esquiado?
Tengo la mente joven. No me pongo límites. Quiero ganar. Eso es lo que me motiva
R. No. Eso lo tengo aplazado hasta que acabe mi carrera de golfista. No es que le haya cogido miedo, es que tengo que ser prudente. He podido recuperarme de una grave lesión por esquiar y no puedo arriesgarme, a ver si me vuelvo a lesionar y esta vez sí que me quedo ahí.
P. ¿Y eso de hacer lo que a uno le hace feliz?
R. Esta vez he tenido que callarme y meterme la lengua en otro lado.
P. ¿Su secreto es la pasión?
R. Sí. Hago lo que me hace feliz, jugar al golf. Eso lo primero y lo fundamental, ser feliz con lo que haces. Ese es mi secreto. Pero no solo el mío. Es la base de todas las cosas si quieres salir adelante, en lo que sea.
P. ¿Está en su mejor momento?
R. Me siento bien, en un momento dulce. No tengo 30 años, tengo 50. Joven no me siento, pero la edad está en la mente. Y tengo la mente con ganas de hacer cosas. Por lo tanto, es una mente joven. Si piensas que estás viejo y que no puedes hacer más, te quedas parado, tú mismo te pones un límite. Y eso no lo hago yo. El Pisha no se pone límites. Tengo una cabeza inquieta. No puedo estar parado. Tengo que estar moviéndome. Hay gente de 20 años que está todo el día sin hacer nada y hay gente de 80 que está inquieta. ¿Cuál es el más joven de los dos? ¿Cuál tiene más ganas de vivir? ¿El que está rascándose los huevos o el que tiene ganas de hacer cosas? Está claro. Es una juventud distinta. Quizá te quede menos tiempo de vida, pero es un tiempo de calidad.
Hoy los jóvenes vienen muy sobrados. Ya no preguntan nada
P. Usted sigue sorprendiendo, como en el Open Británico...
R. Sigo siendo competitivo o no estaría ahí. Yo compito porque cuando juego bien sigo entre los líderes. El día que no esté ahí colgaré los palos. Y a otra historia. Sigo compitiendo porque quiero ganar, ganar. Si no tengo posibilidades, adiós.
P. ¿Qué ha sacrificado para seguir en la élite?
R. Nada. Cuidarme, entrenarme y darle con cariño a la bola. La preparación física sí la he tenido que ir cuidando. Te vas haciendo mayor y te tienes que cuidar más. Cada año voy haciendo más cosas, sobre todo la elasticidad. Hay infinidad de ejercicios.
P. ¿Algún cambio en la dieta?
R. Ahí sí que no, lo de siempre. Dieta mediterránea. Comer de todo y disfrutar de la comida. Si te obligan a comer algo, no disfrutas. Si me apetecen unas lentejas con chorizo, me las como.
P. ¿Cómo se acercan los jóvenes a usted, qué le preguntan?
R. Los jóvenes hoy vienen muy sobrados, no preguntan nada. Parece que lo saben todo. A mí me dicen que cuánto voy a seguir jugando y te dan ganas de decirles: ¿Pero tú quién eres? Ay, Dios… Pues aquí estoy, apretándome los machos porque sigo dándoles patadas en el culo. Es una juventud bien formada y preparada, son atletas. Mucho más preparados que antes, a nivel físico, mental y técnico. Nosotros preguntábamos muchas cosas. No tiene nada que ver con cuando yo tenía 18 años.
P. Olazábal habla de pérdida de valores...
R. Es algo general, no solo de los jóvenes. Hay gente que ahora ni te saluda, pero luego los palitos y los campos ponen a cada uno en su sitio…
La dieta no la cambio. Comer de todo y disfrutar de la comida
P. ¿Y qué le dice Olazábal [de 47 años]?
R. Me dice: “De mayor quiero ser como tú”. Y yo le digo: “¡Qué cachondo! Pues vamos a intercambiar un grande por lo menos”.
P. ¿Pensó que iba a volver así de la lesión?
R. En un principio, cuando me rompí, no. No las tenía todas conmigo. Luego cuando me operé, cogí las muletas, vi que la pierna estaba derecha y empecé a moverla, ya sí. Trabajé y trabajé para no perder elasticidad y no coger mucho peso. Y he tenido la mente competitiva. Eso ha sido lo más importante. He ido de menos a más.
P. ¿Planes de futuro?
R. Muy sencillo: si jugando mi mejor golf no estoy arriba, lo dejo. A mí me motiva ganar, yo no voy a por un sueldo fijo. Quiero ganar. El título, seguir poniendo mi nombre en la historia del golf... Eso es lo que me motiva. Si no, me quedo en casa.
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