_
_
_
_

Un punto de insatisfacción

El Celta firma un empate tras un inicio nesfasto en el que pudo ser goleado

Oier cae ante Nolito.
Oier cae ante Nolito.Salvador Sas (EFE)

Iban 22 minutos de partido y en los ocho anteriores Osasuna había generado cinco ocasiones clamorosas de gol. Marcó una de ellas, otra se fue al palo y el resto al limbo en un festival que desnudó el desastre defensivo que acecha al Celta y le impide crecer.

Hay un Celta con la pelota y otro sin ella y éste es vulnerable por tierra, mar y aire. Se sabe, se teme y se explota, pero hacía mucho tiempo que esa carencia no quedaba en evidencia de manera tan continuada y palmaria durante un breve lapso de tiempo. Osasuna llegó al gol por donde nadie debe permitirlo, entre los centrales, por bajo y tras una simple pared entre Riera y Armenteros y cinco futbolistas celestes de meros observadores.

CELTA, 1-OSASUNA, 1

Celta: Yoel; Jonny, David Costas, Fontás, Aurtenetxe; Borja Oubiña; Augusto (Bermejo, m. 82), Rafinha, Krohn-Dehli (Álex López, m. 70), Orellana (Nolito, m. 63); y Santi Mina. No utilizados: Sergio; Cabral, Toni y Madinda

Osasuna: Andrés Fernández; Marc Bertrán, Loties, Flaño, Damià; Puñal, Lolo; Cejudo, Armenteros (Onwu, m. 77), Torres; y Oriol Riera. No utilizados: Riesgo; Echaide, Satrústegui, Oier, Loé y José García.

Goles: 0-1. M. 16. Armenteros; 1-1. M. 33 Lolo, en propia puerta.

Árbitro: Delgado Ferreiro. Amonestó a Flaño y Damià.

Unos 18.750 espectadores en las gradas de Balaídos.

Entre los reproches de los más exigentes y el corajudo apoyo de los más orgullosos, el Celta se levantó tras el zarandeo, percibió que seguía con vida y se agarró al hilo del partido. Creció con la pelota, con la paciencia que no siempre muestra. Con calma, encadenó tres pases y se sintió mejor porque frenó la sangría que tenía en la retaguardia. Fue a más básicamente por dos motivos: había tocado fondo y tenía por donde emerger. Santi Mina, que suplía al sancionado Charles en la punta, le dio salida y siempre mostró recursos no siempre aprovechados. Pero sobre todo se activaron para entrar en juego los talentos que jugaban tras él. Llegó el empate antes del descanso. El Celta lo encontró tras un centro de Rafinha que tocaron Augusto y Lolo de forma tan leve como venenosa para la meta de Osasuna.

Luego, el partido fue otro. Sin mucho ritmo, pero más cerrado. Sin tantas llegadas al área. O lo que es igual: sin errores. La iniciativa la tomó el Celta, al que trató de avivar Luis Enrique con las incorporaciones de Nolito y Álex López, dos habituales de la titularidad. Pero no lo consiguió. Osasuna le dio validez a un empate que le deja en puestos de descenso durante el parón y mantiene fuera de ellos al Celta, pero cuyo valor en la suma final está por ver.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_