Pau Gasol se pierde en el frenesí de los Lakers

Pau Gasol tuvo que ver desde el banquillo el impetuoso intento de los Lakers de darle la vuelta a un marcador muy adverso ante Portland. Los Blazers, muy sólidos y consistentes esta temporada, se tambalearon por unos momentos en el Staples Center. La heterodoxia, la vivacidad y también la anarquía del juego que puso en práctica el equipo de Mike D’Antoni llegó a poner contra las cuerdas a su rival. Los Blazers estuvieron a punto de perder la renta de 20 puntos que alcanzaron en el tercer cuarto. Finalmente, de la mano de Lillard y Aldridge, consumaron la victoria por 108-114 y se sitúan líderes de la Conferencia Oeste con el mismo balance de victorias y derrotas (14-3) que San Antonio Spurs.

Pau Gasol se fue al banquillo en el tercer cuarto y ya no se movió de allí. El pívot español estuvo muy desacertado en el tiro y concluyó con 6 puntos, fruto de una serie para el olvido: 3 canastas de 15 lanzamientos. Además, arrastra molestias en su tobillo derecho y hoy tiene previsto ser sometido a una resonancia magnética para saber el alcance de la lesión. "Partido duro hoy: no han entrado los tiros... Pero el equipo ha estado enorme. Resonancia magnética mañana y a la espera de buenas noticias", tuiteó el español.

D’Antoni, que desde hace unas semanas tampoco cuenta con Kaman, decidió darle cuerda al último pívot reserva, Robert Sacre, que cumplió por encima de las expectativas con 12 puntos y 7 rebotes.

Fue lo que le faltaba a un equipo que tiró por la calle de en medio y se dedicó a jugar a toda pastilla, sin ningún complejo a la hora de elegir la primera opción para correr, penetrar o lanzar. De esa manera estuvo a punto de remontar, fiado al estado de gracia de sus tiradores, en especial de Xavier Henry, que sumó 27 puntos, la mejor marca de su carrera. Meeks y Young le secundaron en el pim pam pum en que se convirtió cada ataque de los Lakers.

El equipo californiano empezó fatal y encajó un 2-19 de entrada. Su defensa dejó mucho que desear y encajó nada menos que 41 puntos en el tercer cuarto. Pero el entusiasmo, la intensidad y el instinto ofensivo de sus jugadores exteriores, le permitieron recortar distancias y llegar incluso a adelantarse, 99-98, cuando faltaban tres minutos y medio. Los Blazers lograron centrarse de nuevo y remataron su victoria, tras superar el factor ambiental, por una vez muy intenso en el habitualmente tranquilo Staples Center, y las arremetidas de unos Lakers librados a un ritmo frenético.

Los Lakers esperan la reaparición de Kobe Bryant de manera inminente, después de la rotura del tendón de Aquiles sufrida en marzo. A su baja y la de Steve Nash, hay que añadir la de Farmar, que nada más salir a la cancha contra los Blazers tuvo que abandonarla a causa de una lesión muscular. El entrenador de Portland, Terry Stotts, continúa sin contar con Víctor Claver. El ala-pívot español apenas ha dispuesto de minutos en lo que va de temporada y en el Staples fue uno de los descartados.

Los Wolves, por su parte, disputaron su segundo partido en apenas 24 horas y empezaron tan bien como concluyeron el que les dio la victoria en Dallas. Pero su rival, Oklahoma, de mucha más entidad y, de la mano de su estrella, Kevin Durant, aceleró cuando más le convino. Oklahoma remontó los 11 puntos de ventaja que llegaron a tener los Wolves y aseguró el triunfo sin apuros de ningún tipo en los minutos finales (113-103).

Kevin Durant sumó el cuarto triple doble de su carrera, con 32 puntos, 10 rebotes y 12 asistencias. Más aún, ‘KD’ también robó cuatro balones y puso cuatro tapones. Demostró una vez más que es uno de los jugadores con más talento de la NBA, uno de los contados capaces de discutirle el trono a LeBron James.

A sus 25 años y en su séptima temporada en la Liga, Durant, ha sido el máximo anotador en las cuatro últimas campañas de la NBA y en la actual, por el momento, sigue siendo el que tiene el mejor promedio con 28 puntos, por delante de Carmelo Anthony, con 26,5 puntos, y LeBron James, con 26,2. Pero su objetivo principal es conseguir su primer anillo, tras haber perdido la final en 2012 ante Miami y las semifinales de Conferencia la pasada temporada ante Memphis.

Los Wolves no pudieron con Durant y tampoco pudieron frenar del todo a Westbrook, autor de 19 puntos, ni al base suplente, Reggie Jackson, que sumó 18, ni a Serge Ibaka, que aportó 15 puntos, 8 rebotes y 3 tapones. El pívot hispano-congoleño fue muy efectivo en su defensa sobre Kevin Love, que se quedó en 16 puntos y con una floja serie en el tiro: 4 de 14.

Los de Minnesota, que empezaron muy bien y llegaron a contar con 11 puntos de ventaja, notaron también la floja aportación de su banquillo. Ricky Rubio sumó dos faltas muy rápido y acabó con 8 puntos, 4 rebotes,7 asistencias y 2 robos de balón. Los 24 puntos de Kevin Martin, que se enfrentaba a su exequipo, y los 22 de Pekovic, no fueron suficientes para que los Wolves llegaran a tener siquiera opciones de victoria. En el último cuarto fueron barridos: 35-20. Los Wolves disputarán su próximo partido contra San Antonio Spurs, el miércoles en México.