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Song contra el mundo

El eje, sin líneas de pase y sin apenas ayudas defensivas, sufre de lo lindo ante la propuesta del Ajax

Jordi Quixano
Song persigue a Serero.
Song persigue a Serero.Dean Mouhtaropoulos (Getty Images)

Song recibió de espaldas y, con dos rivales encima, no se pudo girar. Miró hacia atrás y vio a otros dos jugadores contrarios que le impedían el pase, eficiente la presión del Ajax. Por lo que Song, lógico, trató de rotar sobre el eje. Pero Serero le sisó el cuero para que Blind probara después un disparo lejano que se marchó fuera. Fue una jugada puntual, un ejemplo de lo que el Ajax logró: anular el jugo de medios que tanto perseguía Guardiola y subrayaban los futbolistas con Vilanova. Y Song, sin líneas de pase, no pudo contra el mundo.

Touré se marchó al Manchester City porque, competitivo como es, decidió no ser segundo plato de nadie. Condición que aceptó Mascherano, por más que reculara al eje de la zaga; y rol que asumió Alexander Song a su llegada —“no he venido a quitarle el lugar a Busquets, pienso que es el mejor en su posición”, aseguró—, convencido de que el Barça bien valía la incertidumbre deportiva. Apenas protagonista con Vilanova, Song pide turno con Martino gracias a las rotaciones, casi siempre fiable tanto de mediocentro como de volante. No así en el Amsterdam Arena —el ténico reservó a Busquets para el duelo ante el Athletic—, donde se quedó solo en la lucha, partido en dos el Barça, con Xavi e Iniesta remolones en la fase defensiva y con Neymar y Pedro lejos de iniciar la presión en campo rival.

Con Xavi e Iniesta remolones en la fase defensiva y con Neymar y Pedro lejos de iniciar la presión en campo rival, Song se quedó en tierra de nadie

No es que Song no diera una, bien colocado sobre el césped. Hizo faltas tácticas, cubrió con frecuencia el hueco que dejaba Montoya con sus ascensos, tocó con criterio —sin dar un paso adelante como hacía en el Arsenal o Busi ejecuta este curso— y peleó contra todo el que se lo reclamó. Pero le pudo el Ajax, que se define por el intercambio posicional y por la exigencia técnica de recuperar el esférico en tres segundos, y que evidenció lo que significa la palabra equipo. Así lo pide Frank de Boer: “No te conviertes en campeón con un gran delantero, lo hace todo el conjunto. Nuestra fuerza es que no dependemos de una sola persona”, reflexiona el entrenador del Ajax, que nunca contó con un pichichi que superara la cifra de los 13 goles en sus tres ligas conquistadas. Anoche marcaron Serero y Hoesen —los primeros tantos encajados por Pinto en la Liga de Campeones, trass cinco partidos disputados— y nada pudo decir el Barça. Tampoco Song.

Expulsado el zaguero Veltman por derribar a Neymar, viró el duelo, la posesión, la presión adversa, la propuesta y, por consiguiente, la exigencia de Song. Más que nada porque el camerunés tuvo tiempo para girarse, para mover el cuero de lado a lado y, de paso, conectar con las líneas sucesivas. Pero tampoco dio el paso hacia delante, temeroso de perder el sitio y de recibir una contra definitiva del Ajax. En tierra de nadie, como el Barça, que ha perdido su gracia y fue menos Barça que nunca.

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