Armstrong elude su primera cita con la justicia sobre el dopaje
El exciclista llega a un acuerdo de tres millones de dólares con un patrocinador y evita comparecer ante el juez
Los tribunales de Austin (Texas) deberán esperar para escuchar al excliclista Lance Armstrong declarar bajo juramento sobre el uso de sustancias prohibidas a lo largo de su carrera deportiva. El ganador de siete Tour de Francia ha alcanzado un acuerdo de última hora con Acceptance Insurance, un antiguo patrocinador que lo demandó el pasado mes de enero por enriquecimiento injusto, evitando, así, tener que comparecer por primera vez ante un juez para hablar de dopaje, después de su confesión en el programa de Oprah Winfrey a comienzos de año.
La empresa con sede en Nebraska reclamaba a Armstrong tres millones de dólares en compensación por las cantidades que abonó al ciclista entre 1999 y 2001 en concepto de primas por unas victorias que no obtuvo limpiamente. Acceptance esperaba que el ciclista detallara en el juicio su trayectoria de dopaje desde 1995 y que especificara qué sustancias consumió y en qué cantidades, quién se las suministró y quién estaba al tanto de esas prácticas, además de información sobre en qué momento los amigos y asesores más cercanos al deportista, entre ellos su exesposa, Kristin Armstrong, supieron que se dopaba -Esta semana The Daily Mail publicaba unas declaraciones del corredor en las que aseguraba que el expresidente de la Unión Ciclista Internacional, Hein Verbruggen, le ayudó a encubrir su dopaje-.
Con el abono de la cantidad que le reclamaba su patrocinador, Armstrong ha evitado tener que declarar bajo juramento acerca de sus prácticas dopantes. Tras reconocer en televisión que había usado EPO y transfusiones de sangre para ganar, la Agencia Antodopaje de EE UU, USADA, pidió al ciclista que reiterara su testimonio y testificara bajo juramento ante esa entidad. Armstrong se ha negado, perdiendo, así, la oportunidad de conmutar por una sanción de ocho años la prohibición a participar de por vida en pruebas deportivas al que lo condenó la USADA.
Armstrong ha eludido su primera cita con la justicia, pero el mismo tribunal de Austin está estudiando una demanda similar presentada por SCA Promotions, que reclama al ciclista 12 millones de dólares. El corredor se enfrenta también a un proceso federal por fraude iniciado en 2010 por su excompañero y desposeído del Tour del 2006 por EPO, Floyd Landis, y al que en verano se sumó el Departamento de Justicia. La Administración exige a Armstrong 120 millones de dólares en concepto de indemnización por haber incumplido las condiciones del contrato con el US Postal, que obligaban a los corredores a no emplear sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento.
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