_
_
_
_

El ‘jogo’ loquito

Los jugadores del Liverpool celebran uno de los goles al Fulham.
Los jugadores del Liverpool celebran uno de los goles al Fulham.Clint Hughes (AP)

Me encanta estudiar la historia antigua y ver cómo los imperios ascienden y caen, sembrando las semillas de su propia destrucción”. —Martin Scorsese, director de cine.

Se está complicando el terreno para aquellos comentaristas de televisión que siguen insistiendo en que la liga española de fútbol es la mejor del mundo. Les obligarán a decirlo pero difícil que se lo crean. Hace relativamente poco era posible debatir la cuestión sin caer en el ridículo; uno podía argumentar que lo que le faltaba a la liga española en competitividad se compensaba con calidad. Hoy no.

Hasta hace unos 12 meses existía un consenso entre los observadores serios del deporte de que el Barcelona estaba claramente por encima de todos los demás. El propio José Mourinho se sinceró hacia el final de su etapa como entrenador del Real Madrid y declaró que su gran rival había sido el mejor equipo de fútbol de los últimos “20 o 30 años”. Hoy no.

Hace relativamente poco uno podía argumentar que lo que le faltaba a la Liga en competitividad se compensaba con calidad. Hoy no.

Hoy hay por lo menos un equipo indiscutiblemente superior al Barça, el que le dio la temporada pasada una de las palizas más humillantes de la historia del fútbol, el Bayern de Múnich. Ver jugar al Barcelona ha dejado de ser una necesidad para los amantes del jogo bonito. Si lo que uno busca es diversión mejor incluso el jogo loquito del Real Madrid. Para el que admira el fútbol eficaz, prusiano, el Atlético de Madrid ofrece una excelente opción.

Pero, como se constató tras el último clásico Barça-Madrid, el futbolero chino, estadounidense, nigeriano, griego, inglés puede disfrutar de una vida llena y feliz hoy sin prestarle apenas atención a la liga española. Si quiere calidad, tiene al Bayern; si quiere furia, al Borussia Dortmund. Y si quiere vivir el fútbol con emoción tiene a su disposición la liga que más suscriptores de televisión atrae en todo el mundo, la Premier League inglesa. Hay señales, incluso, de que el abismo que separaba a la liga inglesa de la liga española en cuanto al nivel de fútbol jugado se está estrechando. Entre la calidad del espectáculo que ofrecen el Arsenal o el Barcelona, el Manchester City o el Real Madrid, cuesta elegir. La diferencia reside en que el rival, casi cualquier rival, le presentará un desafío mayor al equipo inglés que al español.

Imagínense, por ejemplo, un partido entre los que van primeros en ambas ligas y los que iban octavos ayer por la mañana. Por un lado tendríamos un Barcelona-Granada, por otro el partido que se disputa hoy entre el Arsenal y el Manchester United. Diecisiete puntos separan a los dos equipos españoles (y eso que el Barcelona ha jugado un partido menos); ocho separan a los dos ingleses. La cuestión no es cuál de los dos partidos tendría una mayor audiencia televisiva, la cuestión es si la audiencia para el United-Arsenal sería 50 o 100 veces mayor. Porque en el partido inglés habrá mucho más en juego.

Más allá del morbo generado por el hecho de que el United rechazó la oportunidad de fichar en el verano al jugador estrella del Arsenal, Mesut Özil, si el United gana hoy sus posibilidades de retener el campeonato que ganó la temporada pasada siguen vivas. Si pierde, se esfuman. Si pierde, el equipo más carismático de Inglaterra empezará a tener serias dificultades para competir la temporada que viene en la Liga de Campeones.

En España ya podemos dar por hecho, aun sin haber disputado la tercera parte de los partidos de liga, que el Barcelona, el Madrid y el Atlético se clasificarán para la Champions. En Inglaterra hay ocho equipos en la pelea, entre ellos el Liverpool, el Tottenham e incluso el Everton y el Southampton, todos los cuales están exhibiendo un fútbol mucho más atractivo que el que se ha visto en la Premier en muchas temporadas. De repente un Tottenham-Everton o un Liverpool-Southampton son partidos apetecibles para el aficionado neutral. Esto tiene mucho que ver, dicho sea de paso, con la contribución que han hecho al fútbol inglés el español Roberto Martínez, entrenador del Everton, y Mauricio Pochettino, el argentino ex del Espanyol que ha llevado a cabo una transformación espectacular en el Southampton desde que llegó en enero.

Digámoslo en voz baja, porque en el fútbol nunca se sabe, ¿pero será posible que estamos presenciando un renacer de la Premier League? No solo en cuanto a la competitividad interna, que va in crescendo, sino respecto a la posibilidad de que el fútbol inglés vuelva a ser una fuerza temible en la máxima competición europea.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_