Otro golpe de cincel del Madrid
El conjunto de Laso derrota al Estrasburgo (66-85) con una exhibición desde el perímetro liderada por Rudy con 24 puntos
Con voracidad insaciable y rutinaria precisión, el Madrid transita por Europa venciendo con solvencia y acumulando crédito a cada paso. Cada partido es un golpe de cincel en busca de la perfección de una obra que, desde hace tiempo, ya resulta imponente. En espera de las batallas por la gloria el camino se ha convertido en una sucesión de exhibiciones de un equipo tan preocupado en mantener su pujanza que ha multiplicado su potencial. Los de Laso se ventilaron al Estrasburgo con un notable ejercicio de puntería desde el perímetro liderada por Rudy Fernández (24 puntos con 5 de 9 en triples) y coronada por Jaycee Carroll, que con su cuarto triple sumó el centenar en la Euroliga. 15 lanzamientos desde el 6,75 (en 33 intentos) anotó el conjunto madridista por tan solo dos de su rival, que se intentó fortificarse en su torre, Alexis Ajinça (23 puntos), pero acabó claudicando al bombardeo.
Imponente desde su atalaya de 2,15 metros y barnizado de confianza en su condición de campeón de Europa con Francia hace apenas mes y medio, Ajinça aterrizó en el partido acreditando su condición de líder absoluto del Estrasburgo. Seis puntos, dos rebotes, una asistencia, un tapón y una falta recibida en los primeros cinco minutos fueron la contundente carta de presentación del pívot, máximo anotador del conjunto francés y de la Euroliga en las tres primeras jornadas de competición. Pero, para entonces, Rudy Fernández ya se había vestido de dandi.
Estrasburgo, 66 - R. Madrid, 85.
Estrasburgo: Greer (2), Leloup (0), Toupane (6), Ajinça (23) y Campbell (2) -quinteto inicial-; Lacombe (6), Duport (4), Abromaitis (2) y Murphy (21).
Real Madrid: Llull (11), Rudy (21), Darden (5), Mirotic (5) y Bourousis (9) -quinteto inicial-; Reyes (5), Sergio Rodríguez (5), Slaughter (2), Mejri (4), Carroll (13), Draper (3) y Díez (2).
Parciales: 17-22; 14-24; 8-17 y 27-22.
Árbitro: Pukl (SLO), Anastopoulos (GRE) y Laurinavicius (LTU). Sin eliminados.
6.000 espectadores en el Rhenus Sport de Estrasburgo.
El alero mallorquín, que venía de descansar en la pasada jornada liguera ante el Bilbao para dar tregua a su maltrecha espalda, anotó 13 de los 22 puntos del Madrid en el primer cuarto con una serie de 3 de 5 en triples. Hambriento de balón, el propio Rudy y Llull fueron los encargados de subir la línea de presión para complicar las labores de intendencia de los hombres de Collet rumbo a Ajinça. Un par de robos a media pista desataron los primeros contragolpes visitantes y otorgaron la mano de la partida a los de Laso.
Cómodos en la carrera y en el intercambio de golpes, el Madrid perdió por unos instantes el oremus en defensa y Ajinça retomó el martilleo en la pintura (28-30, m. 15). Inabarcable para Bourousis, Laso reclutó a Mejri para intentar contener al techo del Estrasburgo, bien secundado en ese tramo por Kevin Murphy. Tardó unos instantes el conjunto madridista en distinguir la hiperactividad de la precipitación, pero la sincronía de la rotación, el trabajo de Felipe Reyes y la afinación de Carroll devolvieron al subcampeón a su arrolladora condición.
Todas las flechas de Collet apuntaban a Ajinça mientras que la pizarra de Laso era, una vez más, un crucigrama indescifrable para su rival. “No sería inteligente vivir de los resultados cosechados. Si no nos lo tomamos en serio, sufriremos”, apuntó el técnico vitoriano en la víspera y, con entregada aplicación, sus jugadores le demostraron que la gazuza sigue intacta (8 robos del Madrid por 2 del Estrasburgo al descanso). Sin Antoine Diot, el repertorio de Collet se redujo a nueve jugadores y el paso de los minutos fue derritiendo al Estrasburgo, incapaz de seguir la velocidad de crucero de su oponente. Draper acabó de secar a Campbell y, con la episódica aportación de Llull y Mirotic, la diferencia se elevó por encima de los 20 puntos (35-59, m. 25). Se enfrentaban el máximo anotador de la Euroliga (91,3 puntos de media por partido del Madrid) con el 22º en la lista de 24 equipos (el Estrasburgo con 66,7 puntos) y la inercia abrazó a la estadística.
El conjunto de Laso, que había ganado sus tres partidos anteriores (ante Zalgiris, Brose y Milán) por una diferencia media de 26,3 puntos, cerró su paseo por Alsacia con una renta de 19 puntos (66-85). Anotó 15 canastas de dos (15 de 34, 44%) y otras tantas de tres (15 de 33, 45%). Otro ejercicio de precisión. Otro golpe de cincel.
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