Cazorla ha vuelto

El Arsenal es un equipo especial. Es el más popular del norte de Londres, pero su gran rival local, el Tottenham Hotspur, le recuerda siempre que puede que en realidad no sea del norte de Londres, sino de Woolwich, en el sudeste. Creado en 1886 por los trabajadores del Arsenal Real de Woolwich, no se trasladó a Highbury, en el norte, hasta 1913. Un detalle trivial para un aficionado español, pero no para un fútbol tan marcado por los localismos como el inglés.

A finales de los años 80, con George Graham de entrenador, su fútbol defensivo le hizo ganar varios títulos de liga y copa, pero no el respeto de las hinchadas rivales, que le cantaban un estribillo que se haría célebre: “Boring, boring Arsenal”, aburrido aburrido. Años después, eran los propios hinchas del Arsenal los que cantaban esa misma canción con sentido irónico: era la época dorada del club, ya con Wenger en el banquillo y jugadores de categoría mundial como Henry, Vieira, Bergkamp y Pires. Su juego era delicioso y eficaz: ganaron tres ligas y cuatro copas de Inglaterra.

Santi hace felices a los demás. Es una gozada verle jugar” Wenger

Luego llegó la mudanza del viejo Highbury al vecino y hermoso Emirates. Y, con esa mudanza, las vacas flacas de una política de ajuste presupuestario que tenía más en cuenta las necesidades del club a largo plazo que los deseos inmediatos de la afición. Los cinco años de dieta prometidos prácticamente se doblaron.

En ese club, sometido a restricciones de gasto y con una hinchada que apenas acabado el otoño ya daba la liga por perdida un año sí y otro también, cayó Santi Cazorla en el verano de 2012. Llegaba con la aureola de su fútbol exquisito en el Villarreal y en la selección española. “Teniendo a Cazorla, ¿quién se acuerda de Fábregas?”, empezaron a pensar los seguidores del Arsenal, escocidos todavía por el retorno de Cesc a Barcelona.

Cazorla vivió un primer año triunfal y la afición le eligió como mejor jugador de la temporada con más del 55% de los votos. Las estadísticas dicen que el año pasado fue el jugador de la Premier que dio más asistencias por minuto. “Eso lo dice todo sobre él. Me gustan ese tipo de jugadores, me gustan los tíos capaces de hacer felices a los otros y él es uno de esos. Para Santi, el fútbol es algo natural y para nosotros es una gozada verle jugar”, le ha elogiado Wenger.

Este año, todo ha cambiado en el Arsenal. La llegada de Özil ha galvanizado al equipo y le ha dado no solo mucha más calidad, sino toda la confianza de la que carecía. Por primera vez en muchos años, el Arsenal es líder tras 10 partidos y le lleva cinco puntos al segundo. Pero las cosas también han cambiado para Cazorla: una lesión de tobillo le ha tenido fuera del equipo desde el 1 de septiembre hasta hace unos días.

El sábado era un día clave. Tras dos derrotas consecutivas en casa con el Borussia Dortmund en Champions y el Chelsea en la Copa de la Liga, el Liverpool era el primer equipo grande en el camino del Arsenal en la Premier. Ese día, Cazorla volvió a ser Cazorla y tuvo el atrevimiento de asistirse a sí mismo: envío un cabezazo al palo y fue capaz de envidar él mismo ese rechace y golear empalmando la pelota en el aire. No era nada fácil. Pero entró. Y encarriló el triunfo del Arsenal (2-0) ante el Liverpool de Luis Suárez. El domingo, los de Wenger visitan Old Trafford. Ese día empezaremos a saber si este Arsenal es o no un verdadero candidato al título.