El Hombre de Hielo se calienta

Por si los encuentros con los medios de comunicación no le fastidiaran suficiente, a Kimi Raikkonen solo le faltaba que su equipo le diera una excusa más para perderse la comparecencia de los jueves, día en que la actividad del campeonato del mundo de fórmula 1 se basa en las ruedas de prensa de unos y otros. Al finlandés se le esperaba en Abu Dhabi y todo parece indicar que llegará pero de noche, aunque a tiempo para sentarse en el coche el viernes a la una, hora prevista para que arranque la primera sesión de ensayos libres del antepenúltimo gran premio de la temporada. El motivo del retraso de Raikkonen no ha sido confirmado por su escudería aunque es normal que así sea, puesto que la razón no es otra que las tiranteces que de un tiempo a esta parte existe entre Lotus y el Hombre de Hielo, quien ha sido su buque insignia en las últimas dos campañas.

El mal rollo entre ambas partes viene de lejos. De hecho, todo empezó el año pasado, cuando Raikkonen se quejó de los plazos que el equipo había utilizado para pagarle su sueldo, que entre la base y las variables rondó entonces los 14 millones de euros. La negociación con la estructura de Enstone para renovar su contrato se estancó, y cuando Ferrari le abrió la puerta para que regresara a la ‘Scuderia’, el nórdico no dudó. La noticia de la marcha del campeón del mundo de 2007 supuso un golpe muy duro para Lotus, que de este modo pierde a uno de los mayores reclamos del campeonato. Por si el dolor no fuera suficiente, Raikkonen no se cortó un pelo en Singapur y echó más sal a la herida, cuando reconoció que si había decidido cerrar su etapa en Lotus era, básicamente, porque le debían dinero.

El finlandés dijo que cerraba su etapa en Lotus porque le debían dinero

Con ese ambiente tan caldeado se llegó el domingo pasado, en India, a pocas vueltas del final, con Kimi circulando el tercero con las gomas de su coche absolutamente destrozadas, y Romain Grosjean, su compañero, llegando a su altura, mucho más rápido que él y con los compuestos mucho más frescos. En una curva a la derecha, el francés trató de adelantarle y terminó fuera de la pista, circunstancia que elevó la tensión en el muro. “¡Kimi, apártate del puto camino!”, gritó por la radio Alan Permane, el jefe de operaciones de Lotus, que inmediatamente obtuvo la respuesta que era de esperar por parte de Raikkonen: “No me grites, ¡joder!”.

El altercado le sentó como una patada al piloto, que esta semana incluso se ha llegado a plantear la posibilidad de quedarse en casa y no dejarse ver en los Emiratos, aunque todo apunta a que sí lo hará porque, en caso contrario, aún le sería más complicado cobrar el dinero que aún se le debe.