Contador y Valverde ganan a la UCI

Hasta ahora, pocas razones tenían para amar Alberto Contador y Alejandro Valverde al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), el órgano que había sancionado a ambos a dos años de suspensión por dopaje. A Contador por su clembuterol en el Tour de Francia, a Valverde por una bolsa de sangre identificada en la Operación Puerto. Ambos terminaron de cumplir su sanción en 2012, pero cuando regresaron al pelotón, y a los dos equipos en los que habían corrido hasta entonces, Contador al Saxo Bank de Bjarne Riis y Valverde a la escuadra de Eusebio Unzue, que había pasado a llamarse Movistar, la Unión Ciclista Internacional (UCI) les aplicó una cláusula, aprobada mientras ambos cumplían su sanción, llamada de “neutralización”, y según la cual todos los puntos que pudieran conseguir durante los dos primeros años de su regreso (Contador de agosto de 2012 a agosto de 2014; Valverde, hasta enero de 2014) no contabilizarían en el total del equipo a final de temporada.

El Saxo Bank, sin los puntos de Contador, sufrió para llegar al WorldTour

El entonces presidente de la UCI, Pat McQuaid, buscaba así alargar de facto la sanción otros cuatro años, pues ningún equipo querría fichar a corredores sin puntos, que son fundamentales para poder mantenerse en el WorldTour, la liga de los mejores que da acceso directo al Tour de Francia. Y si lo hacían, lo harían con contratos inferiores a los de su valía y expectativas deportivas. De hecho, el Saxo Bank, sin los puntos de Contador, que sumaban un 65% del total de los conseguidos por todo el equipo gracias a su victoria en la Vuelta, sufrió lo indecible para llegar al WorldTour y debió fichar a corredores con puntos, con lo que eso supuso para su presupuesto.

Por eso, porque le fastidiaba y porque consideraba injusta una sanción de cuatro años, no contemplada en el Código Mundial Antidopaje, Bjarne Riis recurrió ante el TAS la aplicación de la cláusula de neutralización, y a esa demanda se unió Abarca, la empresa de Unzue. El pasado 11 de octubre, la formación del TAS presidida por Ulrich Haas (precisamente uno de los árbitros que había sancionado a Contador en noviembre de 2011) anunció su decisión, favorable a los corredores, a Contador y a Valverde, cuyos puntos, y los de todos los corredores sancionados por hechos cometidos antes del 30 de junio de 2011, vuelven a cobrar valor para la clasificación de sus equipos.

Pese a ser millonarios en puntos ahora, ninguno de los dos españoles puede transformarlos en dinero o amenazar durante las negociaciones de renovación con irse a otro equipo"

Para el TAS, al aplicarles la “neutralización”, la UCI hizo un uso retroactivo de una norma aprobada el 29 de junio de 2011, mucho después de que los españoles cometieran la falta sancionada. Además, en sus conclusiones el TAS establece que “el efecto de la cláusula de neutralización es similar a un boicot, un mecanismo sancionador dirigido contra el deportista que daña también la libertad de un equipo de contratar y elegir los corredores que desee”. Además, para el TAS, esta cláusula “supone una modificación sustancial del Código Mundial Antidopaje”, al que debe someterse la UCI.

Finalmente, a Contador y Valverde les llegaron buenas noticias de Lausana, aunque quizás demasiado tarde. Para la próxima temporada no se espera que deba darse una batalla de los puntos entre los equipos más bajos, ya que dada la marcha del ciclismo mundial, en estos momentos hay más plazas que candidatos. Así, pese a ser millonarios en puntos ahora, ninguno de los dos españoles puede transformarlos en dinero o amenazar durante las negociaciones de renovación con irse a otro equipo, como habrían podido hace un año, ya que ni sus actuales equipos ni los posibles candidatos para ficharlos necesitan ya los puntos.