Gálvez socorre al Rayo
Un gol de falta del central termina con un Almería voluntarioso pero sin malicia
Un zarpazo violento, agresivo. Un golpeo de fuera hacia dentro, sin apenas efecto, que sube y baja tan rápidamente que apenas se intuye la curvatura del giro. Un lanzamiento lleno de elementos venenosos para cualquier portero a fin de cuentas. Lo fabricó Gálvez, y lo padecieron Esteban y el Almería, que vieron como se les escapaba el partido los dos segundos que tardó el balón en clavarse en la red. Un gol con el que solventó el partido el Rayo, que cosechó su segunda victoria de la temporada, y que deja todavía más sepultado en la última plaza a un Almería valiente, capaz de crear pero al que le termina la batería cuando tiene que decidir.
Calcaron el esquema ambos equipos, 4-2-3-1, y también a manera en la que enfocar el ataque. Mientras el Almería partió casi siempre desde Suso, el Rayo se lo encomendó a Trashorras. Dos ritmos distintos, más veloz el andaluz, algo más acompasado el vallecano, pero con un mismo ideal. Pocos balonazos se vieron durante el encuentro, y sí mucho intercambio, desmarque y remate. Lo que deja claro que cada jugada era en sí misma un producto con fecha de caducidad.
ALMERÍA, 0 – RAYO, 1
Almería: Esteban; Nelson (Torsiglieri, m. 47), Pellerano, Trujillo, Raúl García; Verza, Corona (Azeez, m. 60); Aleix Vidal (Barbosa, m. 71), Soriano, Suso; Rodri. No utilizados: Ustari, Dubarbier, Óscar Díaz, Tébar.
Rayo Vallecano: Rubén; Tito, Gálvez, Saúl, Arbilla; Trashorras, Adrián; Lass (Perea, m. 36), Iago Falqué (Mojica, m. 66), Jonathan Viera; Nery Castillo (Larrivey, m. 75). No utilizados: Cobeño, Nacho, Bueno, Baena.
Goles: 0-1. M. 77. Gálvez, de lanzamiento directo de falta.
Árbitro: Delgado Ferreiro. Expulsó con doble tarjeta amarilla a Saúl (m. 65). Amonestó a Lass, Gálvez, Tito, Pellerano, Soriano.
Estadio: Juegos del Mediterráneo. Unos 6.000 espectadores.
No quería Francisco Rodríguez que el Rayo se apoyase en la velocidad de Lass y la electricidad de Jonathan Viera, ni Paco Jémez que Aleix Vidal o Rodri tuvieran pasillos por donde acercarse a la portería. Lo consiguieron ambos tratando de presionar la salida del balón desde la defensa, llegando hasta los porteros, quienes tuvieron que deshacerse del balón con más apuros de los habituales. Esteban, que cumplía 20 años como profesional bajo los palos, tuvo pronto que estirarse para desviar un lanzamiento de Iago Falqué desde fuera del área. Su disparo se estrelló en el poste, en la mejor oportunidad del Rayo en la primera mitad. También Rubén tuvo trabajo para sacar un remate de cabeza de Rodri, que cabeceó un perfecto saque de falta de Suso desde la frontal.
Se le complicó el partido al Rayo cuando Saúl vio la segunda tarjeta amarilla por golpear a Suso en la cara. Ese impacto provocó la expulsión del defensa, que alegó no conocer que ya había sido amonestado previamente. De nada sirvieron las protestas del internacional Sub-21 que abandonó el campo desesperado. Su agujero se convirtió en un pantano por donde profundizó el Almería. Se quedó sin más tarea el Rayo que mantener la cautela en defensa, a riesgo de desconectarse arriba. Retrasó su posición Trashorras y Adrián quedó demasiado rezagado. Todo lo contrario que los andaluces, decididos a acelerar el ritmo del partido a base de jugadas con menos poso y más dirección.
Bloqueó ese énfasis el Rayo con un zarpazo de Gálvez. El central colocó el balón en la escuadra de Esteban con un lanzamiento de falta perfecto. Perdió todo el aire que le quedaba el Almería y lo ganó el Rayo, que se aleja del último escalón de la clasificación.
El resumen del partido
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.