Doble enemigo en Kaunas
El Zalgiris y el ambiente de su hinchada miden al Madrid en su debut en la Euroliga con el recuerdo de la agresión a Rudy
La cartografía del Madrid de Pablo Laso señala que entre Kaunas y Milán hay 1.500 kilómetros, una treintena de partidos, siete meses de competición y una revancha pendiente con la historia. El subcampeón de Europa debuta en la Euroliga en Lituania con el objetivo de alcanzar la Final Four que se disputará entre el 16 y el 18 de mayo en la capital de Lombardía. Un trayecto maratoniano que los blancos completaron el curso pasado hasta el último metro con 21 victorias en 29 partidos. Expediente insuficiente sin embargo. En el O2 de Londres disputaron la final 18 años después, también ante Olympiacos como en el último de sus ocho títulos en 1995, pero se quedaron a las puertas de la gloria. “Queremos volver a ese último día”, apunta el técnico madridista.
De nuevo en la casilla de salida, el periplo arranca ante el Zalgiris (18.45, Canal+) con un doble enemigo: el rival y el ambiente. Con el recuerdo presente de la agresión que sufrió Rudy Fernández a la salida de los vestuarios tras el partido que enfrentó a ambos equipos en Kaunas en la pasada edición del Top16. Los gemelos Maciai, Normundas y Nauris de 42 años; seguidores radicales del Zalgiris, consentidos y amparados por el club, fácilmente reconocibles por sus cabezas rapadas y por tener el cuerpo tatuado con los rostros de varios de los emblemas de su equipo, de Sabonis a Jasikevicius pasando por Pranas Lubinas y Feliksas Kriauciunas, se hicieron tristemente famosos el pasado 7 de marzo tras abalanzarse ebrios y exaltados sobre el alero mallorquín con aviesas intenciones. No culminaron su propósito y el episodio se saldó con un empleado de la seguridad del Madrid seriamente magullado, 25.000 euros de multa al club y la prohibición de por vida a los hermanos de asistir a cualquier partido o evento organizado por la Euroliga, con recomendación extensible a otros organismos.
“Vamos a llevar la seguridad que llevamos siempre. Ni hemos comentado el tema”, ha comentado Pablo Laso
La indulgente sanción fue incumplida desde la misma semana después cuando los dos agresores acudieron con naturalidad al Universal Sports Hall de Moscú para presenciar el duelo CSKA-Zalgiris, donde fueron fotografiados en actitud jovial. El mes pasado campaban igualmente a sus anchas por las gradas del Stozice Arena de Liubliana en cada partido de Lituania en el Eurobasket. A pesar de estos precedentes el Madrid no ha modificado la cobertura de seguridad para el desplazamiento. “Vamos a llevar la seguridad que llevamos siempre”, resolvió Laso en la víspera. “A Rudy le veo bastante tranquilo. Ni hemos comentado el tema ni los jugadores le han dicho nada. Le veo igual que siempre”, prosiguió. “Fue un incidente aislado que pasó y ya está; una mala experiencia, pero hemos intentado dejarlo ahí. Son un público que aprieta muchísimo y que crea un gran ambiente a favor de su equipo”, contó el técnico madridista apenas cinco horas antes de coger el vuelo chárter rumbo a Lituania.
Los dos enfrentamientos entre ambos equipos la pasada temporada se resolvieron a favor del Madrid por un solo punto de diferencia: 75-74 en el Palacio de los Deportes y 104-105, tras una prórroga, en el Zalgiro Arena. En los dos Rudy fue protagonista dentro y fuera de la pista. En Madrid, el escolta mallorquín protagonizó una tangana con Jankunas que le granjeó la animadversión de la afición lituana. Tras recibir un empujón por la espalda, Rudy prolongó el pique y cuando puso el tapón decisivo que cerraba la victoria blanca se encaró con el alero del Zalgiris en actitud desafiante. “Yo como siempre metiéndome en líos”, contó entre sonrisas tras el partido antes de conocer que aquella acción le iba a costar una multa de la Euroliga de 3.500 euros. “Me la merezco y no tendré problemas en pagarla”, rectificó al conocer la sanción. Pero para entonces la trifulca había corrido como la pólvora por las redes sociales.
Los dos enfrentamientos entre ambos equipos la pasada temporada se resolvieron a favor del Madrid por un solo punto de diferencia
Considerada una afrenta, la acción se convirtió en el eje de una campaña orquestada por los hinchas del Zalgiris que en las semanas previas avisaron a Rudy de que en Kaunas le esperaba “un infierno”. Una veintena de pancartas, alguna de ella de grandes proporciones con adjetivos como tonto y cobarde y una curiosa banda sonora completaron la escenografía. El vídeo de un conocido rapero lituano interpretando una canción dedicada ex profeso a Rudy y varios mensajes proyectados en los videomarcadores acabaron de calentar los instantes previos al partido. En previsión del ambiente que esperaba a su estrella, el Madrid modificó la estructura de su expedición e incorporó al pasaje por primera vez en competición europea en los últimos años a un miembro de la seguridad privada del club. Habitualmente acompaña al equipo solo en los desplazamientos de la Liga ACB, pero viajó excepcionalmente a Kaunas con la misión de estar cerca de Rudy. El empleado no pudo evitar el asalto aunque minimizó los daños saliendo maltrecho del incidente. Esta temporada, el Zalgiris y su hinchada han optado por la prudencia y el Madrid por el olvido para rebajar la ebullición.
Sobre el parquet, un Zalgiris, con Zouros, “muy diferente al de Plaza”, explica Laso. “Por fuera, Dentmon es un jugador muy anotador, Jasikevicius genera muchas cosas a partir del pick&roll y está Pocius, que se ha recuperado muy bien de la mala suerte que tuvo con nosotros. Por dentro, Jankunas ha tomado mayor protagonismo por la salida de uno de los hermanos Lavrinovic y la lesión del otro. En el puesto de cinco, Javtokas sigue siendo una garantía”. “El año pasado dejamos el listón muy alto y este la gente nos va a exigir el título. Estoy ansioso por conseguirlo”, señala el capitán Felipe Reyes. Arranca la carrera de fondo.
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