Simeone cambia hacia adelante

Siendo entrenador de Estudiantes de la Plata, Diego Pablo Simeone vivió una de las experiencias que contabiliza como únicas en su corta carrera como entrenador. Aquel equipo con el que salió campeón en el torneo Apertura de 2006 protagonizó una persecución extenuante a la caza del Boca Juniors. Estudiantes, a cuatro puntos de la cabeza a falta de dos jornadas, dio a alcance a Boca en la última para forzar un partido de desempate que terminó por darle su primer título como técnico. En el frenesí de esa carrera por atrapar el liderato, Simeone se mostró como un técnico ambicioso y hasta alocado, capaz de terminar con cinco o seis delanteros en cancha para ganar partidos que se le escapaban. La hinchada pincharrata, cuando veía que su entrenador reaccionaba con relevos para ganar esos partidos a todo o nada, llegó a jalear sus cambios como si fueran goles.

De todos los equipos que ha entrenado Simeone, con los dos que se siente más identificado como entrenador son aquel Estudiantes y este Atlético, al que también le ha añadido en este curso un punto de ambición en los relevos. El sábado ante el Valladolid, con empate a cero, se disponía a dar uno de esos pasos atrevidos para buscar los tres puntos. Tenía preparado un doble cambio en el que salían del once Mario Suárez y Villa y entraban Arda y Baptistão, un creativo por un mediocentro defensivo y un delantero por otro delantero. El gol de Raúl García le hizo trastocar los planes. Mantuvo el cambio de Villa, renqueante tras estirarse a por un balón en el área, y metió a Arda para tener último pase y esconder el balón cuando fue necesario. Después dio entrada al Cebolla Rodríguez por Raúl García y acabó el partido con dos delanteros al meter a Baptistão por Koke. En Zorrilla, tras un primer tiempo duro y sin apenas ocasiones, el Atlético dio un paso adelante en el segundo tiempo que enseñó esa ambición que va más allá de un empate.

En su anterior equipo, la hinchada de Estudiantes llegó a jalear sus cambios como si fueran goles

En la lectura de los cambios que Simeone ha hecho en lo que va de temporada llama la atención que no ha utilizado defensas para cerrar los partidos ni tampoco ha abusado de reforzar el medio del campo con un tercer mediocentro. Los cambios más defensivos que ha hecho Simeone fueron en Anoeta ante la Real Sociedad, cuando a falta de siete minutos para el final y con 1-2 en el marcador sentó a Villa para dar entrada a Raúl García, y ante el Zenit, cuando con 2-1 a favor y a falta de cuatro minutos volvió a tirar de Raúl García para sentar a Arda. Antes había sentado a Adrián y le dio salida a Baptistão, que sentenció a los rusos con el tercer tanto a la contra. Tienen los cambios de Simeone más aire de querer cerrar los partidos con contragolpes que poblando la defensa o el centro del campo.

Todavía no ha tenido el Atlético que dar la vuelta a ningún marcador en esta Liga, pero sí que ha tenido que deshacer empates. En el Sánchez Pizjuán, con empate a uno, retiró a Arda y Villa para dar entrada a Óliver y Baptistão. Esas dos sustituciones, como reconoció Simeone, cambiaron el partido, que terminó en victoria (1-3).

Para esta noche ante Osasuna (22.00), en la que puede igualar sus dos mejores inicios de la historia (1964-65 y 1991-92) con seis victorias consecutivas, Simeone ha anunciado cinco cambios respecto al once de Valladolid y ha animado a su hinchada a acudir al Calderón porque “las entradas para el Bernabéu están caritas”.