Una cuestión de seguridad

Cesc Fàbregas descansará hoy contra la Real Sociedad porque ayer Tata Martino le dejó fuera de la lista de convocados. Entra el volante en la política de rotaciones con las que el técnico pretende cuidar y mantener frescos a sus muchachos, consciente de que el curso es largo y pensando como piensa en febrero. Al tiempo, regresa a la convocatoria Sergio Busquets, que vio desde casa el partido contra el Rayo Vallecano, mientras Andrés Iniesta, suplente en Vallecas, debería recuperar esta noche la titularidad.

Mueve piezas Martino, más por precaución que por capricho, alternando descansos y momentos, ratos para unos y para otros, con la idea de que lleguen sanos y frescos al momento decisivo del curso. Solo Valdés es intocable, por portero y por cómo está jugando. El guardameta comparte honores con Mascherano y Piqué, los dos centrales, que no han pasado un minuto por el banquillo en lo que va de Liga. Son los únicos jugadores del primer equipo que han disputado los 450 minutos que se llevan jugados. Se entiende que el portero no participe de las rotaciones —por lo menos hasta que no empiece la Copa del Rey y juegue Pinto como viene siendo habitual—, pero sorprende que la pareja de centrales no se haya tocado desde el inicio, teniendo en cuenta que Martino ha reservado incluso a Leo Messi y Neymar.

Los centrales se presentan para el entrenador de Rosario como un referente en el juego colectivo, a imagen y semejanza de lo que siempre pensó Pep Guardiola, quien en su día señaló la función del central —jugara quien jugara— como primordial en la filosofía del juego. “Tienen el trabajo más complicado del equipo, nada hay más difícil que ser central del Barcelona”, llegó a decir el hoy técnico del Bayern Múnich. Ninguno de los dos, ni Piqué ni Mascherano, fueron los jugadores con más minutos acumulados en temporadas anteriores, ni con Guardiola ni con Tito Vilanova, se supone que por la presencia de Puyol, que ultima su reaparición.

“Es la parte del equipo que te permite atacar cómodo”, argumenta Martino

“Es la parte del equipo que da seguridad y que te permite atacar con comodidad”, descubrió ayer Martino al hablar de la figura de los centrales, y añadió para justificar por qué no descansan: “Ni Javier ni Gerard han tenido mucha participación con sus selecciones y la mayoría de los minutos jugados son atribuibles al Barcelona”. Seguramente el entrenador tiene razones para no darle bola a Marc Bartra, que no se ha estrenado en la Liga y apenas apareció unos minutos contra el Ajax en Champions, y solo porque Piqué pidió el cambio. Así que a la espera de Puyol —ayer volvió a entrenarse con el grupo pero todavía no tiene el alta médica—, Piqué y Mascherano siguen apuntalando al equipo, defendiendo y con sus cambios de orientación o achicando balones. Juntos han coincidido en el once titular 32 partidos y en el campo 48 desde que el zaguero argentino llegó al club en 2010.

La última vez que Mascherano no apareció por la alineación titular en un partido de Liga fue contra el Atlético de Madrid el 12 de mayo. Piqué, por su parte, se perdió el encuentro contra el Levante el 20 de abril. Los dos llevan tralla en las piernas, pero no parecen acusarlo; al contrario, acostumbran a responder a las exigencias. Piqué ha mezclado sobre todo con Puyol (71 partidos compartiendo alineación titular, 86 coincidencias en el campo). Ambos son además amigos. “Puyi y Mascherano son diferentes, pero no tanto. Los dos anticipan muy bien”, explica Piqué. Martino no tiene dudas con los centrales, ni para defender ni para salir jugando ni tampoco para mezclar el juego en corto y en largo, “como también se hacía con Márquez y Koeman”. El técnico insiste en que no toca el estilo; solo lo matiza.