Italia, en la máquina del tiempo
En pleno viaje para retornar a la élite, el joven grupo liderado por Belinelli jugará frente a España con el propósito de “acumular estatus” aunque reconocen que les interesa el pase español para aumentar sus opciones de estar en el Mundial
En numerosas ocasiones, el deporte establece disyuntivas entre el orgullo competitivo y la racionalidad de intereses. Italia afrontará el partido ante España ya clasificada para cuartos –los de Orenga podrían llegar en la misma circunstancia si en el partido previo Croacia vence a Grecia-, y conociendo además que el pase del conjunto español ampliaría sus opciones mundialistas. “No es de recibo plantear esas hipótesis. Pero está claro que si ambos equipos accedemos a cuartos estaremos paladeando la clasificación para el Mundial”, señala el seleccionador italiano, Simone Pianigiani, ponderando entre evasivas las bondades de la derrota.
Como viene siendo habitual en los últimos años, el Europeo sirve además como clasificatorio para el próximo Mundial de 2014. La norma dice que los seis primeros equipos del torneo obtienen billete mundialista, pero si España (clasificada de oficio por su condición de anfitriona) avanza en el campeonato y finaliza entre esas seis primeras plazas, el premio se ampliaría hasta el séptimo puesto. Solo uno de los cuartofinalistas se quedaría fuera.
“Estar entre los ocho mejores de Europa era un sueño antes del campeonato”, analiza Pianigiani, escapando de biscottos y componendas y trasladando el foco de las cábalas al parqué. “Hemos entrado además por la puerta principal, por méritos propios, sin ningún regalo y practicando un baloncesto excelso por momentos. A partir de ahora jugamos para incrementar nuestro patrimonio, para ganar caché y aprender a movernos entre los mejores. Tenemos que vivir este campeonato con intensidad para ganar experiencia y autoconfianza. Si juegas al mismo nivel que los grandes cambia tu estatus”, prosigue el técnico que pretende devolver a Italia, bicampeona de Europa en 1983 y 1989, a la senda de las medallas. Un camino que la azzurra perdió hace casi una década –con la plata olímpica de Atenas 2004 como última alegría-, coincidiendo precisamente con la edad de oro del baloncesto español.
De alguna manera, España ha ocupado el lugar que nosotros teníamos en el pasado”
Marco Belinelli
“De alguna manera, España ha ocupado el lugar que nosotros teníamos en el pasado”, explica Marco Belinelli, el líder del equipo a sus 27 años. El escolta, con seis años de experiencia en la NBA y recientemente fichado por el subcampeón, San Antonio Spurs, por dos temporadas, encabeza un grupo joven de 26,5 años de media que, tras una deslumbrante primera fase –cinco victorias en otros tantos partidos-, suma dos derrotas consecutivas ante Eslovenia y Croacia. “Estamos en el camino. Somos una generación con talento y madurez, nos falta la experiencia de vivir momentos importantes como grupo. Aprender a jugar y resolver los partidos importantes, los que te hacen grande y te devuelven a la élite”, incide Belinelli, que se enfrentará a España por primera vez en su carrera: “Me hace mucha ilusión poder participar en una rivalidad histórica como esta”.
“España hizo un excelente relevo generacional en su momento y nosotros trabajamos en ello. Todos los ejemplos son respetables, pero el modelo no es trasladable. En Italia tenemos muy claro el trabajo que tenemos que hacer con el baloncesto. Que durante estos años no haya habido resultados no quiere decir que no tuviéramos un camino. Estamos en él y necesitamos tiempo”, analiza Pianigiani que, como España, tuvo armar un grupo con ausencias notables. En Eslovenia no están los nba Bargnani y Gallinari, de baja por una neumonía y una lesión de rodilla respectivamente, ni tampoco Hackett, MVP de la Copa italiana y de la final de la Lega con el Montepaschi Siena. Pero el grupo no se detuvo en añoranzas. A pesar de su corta rotación y del agujero en su juego interior, la excelsa clase de Belinelli como escolta y como base, la pujanza como tres-cuatro de Datome –que pondrá rumbo a Detroit tras el torneo para jugar con los Pistons-, el revulsivo en el perímetro de Alessandro Gentile –hijo del legendario Ferdinando-, y el trabajo en la pintura de Cusin han devuelto a Italia la identidad perdida. Hace dos años, quedaron en el 17º puesto en el Europeo de Lituania donde solo fueron capaces de vencer a Letonia en la primera fase. En Eslovenia están, de momento, entre los ocho mejores hagan lo que hagan ante España.
“La intensidad del partido dependerá de lo que se jueguen ellos. Si se juegan la vida será un partido grandísimo sino…”, apunta Pianigiani. “De momento, tendremos que estar atentos a Marc Gasol. Habrá que dedicarle una atención especial como están haciendo el resto de los rivales de España. Para mi gusto son la mejor selección del torneo, pero con las bajas no tienen ese aura de invencibles de hace unos años”, cierra Belinelli ,que en Eslovenia busca recuperar para Italia el tiempo perdido.
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