Ferran Adrià entra en carrera

El viernes 13, un día tan supersticioso para el mundo anglosajón, será un día especial para la Vuelta y para el Movistar. Ese día comienzan las dos etapas asturianas (Naranco y L’Angliru) que elegirán al vencedor de la Vuelta 2013, para las que Alejandro Valverde y su equipo contarán con la ayuda de Ferran Adrià, que ha preparado 100 barritas energéticas, “porque comer bien alimenta el alma, no solo el cuerpo y falta hará que el alma se sosiegue cuando se encara el desenlace de una prueba tan importante como esta carrera”, afirma el cocinero catalán, que el viernes hará entrega de sus barritas tres estrellas al equipo de Eusebio Unzue en San Vicente de la Barquera.

Frutas liofilizadas, frambuesa, avellanas, piñones, nueces y yogurt será lo que se oculte bajo una capa de chocolate negro, la mezcla elegida por Adrià, embajador de Telefónica, para ayudar a que los ciclistas de Eusebio Unzue sientan no solo el beneficio de la energía alimenticia, sino “el placer que da la calidad, porque no es lo mismo comer un bocadillo de jamón con un pan cualquiera y un jamón cualquiera que con un pan recién hecho y un ibérico de máxima calidad. Parece lo mismo, pero no lo es”, señala Adrià.

A Adrià, ocupado en que la innovación y el talento redefinan elBulli en 2015, le agradó la invitación del Movistar para asistir al desenlace de la Vuelta. “El ciclismo me enganchó en los años de Indurain y ya no me ha soltado porque lo considero el deporte por excelencia junto al atletismo. Por eso cuando me invitaron a ir a San Vicente de la Barquera pensé que debía llevar algo a cambio de ese honor”, afirma el que fuera cocinero del cinco veces mejor restaurante del mundo entre 2002 y 2009. “No podía ir por primera vez a ver ciclismo en directo, y menos con mi equipo, con las manos vacías. Así que si ellos asumen el reto de una Vuelta ciclista siempre exigente, yo debía asumir un reto alimenticio. Por eso me puse en contacto con Christian Escribà, el mejor pastelero del mundo, y en cuatro días ideamos estas barritas de 50 gramos en las que se combina la energía con la máxima calidad con el único objetivo de que los ciclistas no solo adquieran energía sino que se lo pasen bien al degustarla”.

El ciclismo me enganchó en los años de Indurain y ya no me ha soltado porque lo considero el deporte por excelencia junto al atletismo Ferrán Adrià

Adrià y Escribà se pusieron manos a la obra. “Es el reto más urgente que he tenido nunca”, dice el cocinero. La fruta era un elemento esencial “y el Bulli fue el primer lugar en el que se liofilizó la fruta, allá por el año 2000”. La liofilización es el procedimiento por el que se congela la fruta y se introduce en una cámara de vacío para realizar la separación del agua por sublimación. “Pero también hemos tratado de que la energía de las barritas sea baja en azúcar, utilizando un chocolate de máxima calidad, y que contenga un elemento láctico, también suave, como es el yogurt en polvo junto a los frutos secos, para que los ciclistas lo pasen bien entre tanta acumulación de esfuerzos”.

El chef galardonado con tres estrellas Michelin y Christian Escribà, el orfebre del chocolate y el gran ilusionista de las monas, han reducido a 50 gramos el placer del dulce y de la energía para quienes llegan exhaustos al final de una carrera tan exigente. “La verdad es que nunca he asistido a una carrera ciclista. Siempre las veía por la tele y tengo una enorme ilusión por ver esa etapa que acaba en el Naranco. Y más aún por hacer entrega al Movistar de estas barritas energéticas que hemos asumido como un reto porque en alimentación no hay bromas que valgan. Y tratándose de ciclistas, menos”, zanja Adrià.