Más bisoñez para La Roja

Ayer a media tarde, a Javi García y a Nacho Fernández les anunciaron desde la Federación Española que tenían que hacer las maletas rumbo a Finlandia. Ambos relevan en la lista a Sergio Busquets e Iñigo Martínez para el partido del viernes correspondiente a la fase de clasificación para el Mundial de 2014 (20.30) y para el amistoso del martes ante Chile. El parte médico contaba que el mediocentro del Barça sufre una elongación muscular y el central de la Real Sociedad, que se estrenó con la absoluta en el amistoso de agosto ante Ecuador, tiene una rotura fibrilar. Los dos se unían así a las ausencias de Piqué, por sanción, y Xabi Alonso, Javi Martínez y Thiago Alcántara por lesión.

Del Bosque, que en su primera convocatoria tras la Copa Confederaciones dio entrada a cinco de los campeones de Europa sub-21 con España hace poco más de dos meses en Israel (Iñigo Martínez, Isco, Thiago, Koke y Tello), amplía ahora el rejuvenecimiento del equipo con la llamada de Nacho, de 23 años, otro miembro del grupo de Lopetegui.

Javi García, de 26, y que estuvo en la preselección para la Eurocopa de 2012, cuenta con dos internacionalidades en su expediente y acredita tres temporadas de experiencia en la Primera División española, otras tantas en Portugal con el Benfica y dos más en la Premier con el Manchester City. Pero a Nacho la primera citación con La Roja le llega con el currículum por hacer y apenas un puñado de comparecencias con el primer equipo del Madrid. 730 minutos en Primera repartidos en 12 partidos de Liga —solo seis jugados al completo—, cuatro partidos de Copa y uno de Champions son su bagaje en la élite.

Delata su bisoñez la cara de niño bueno y repeinado que remite sin sobresaltos a la de aquel alevín que con apenas 11 años ingresó en las categorías inferiores del Madrid procedente de la Asociación Deportiva Complutense de Alcalá de Henares. Entonces Vicente del Bosque entrenaba al conjunto blanco y él comenzó en la antigua Ciudad Deportiva el periplo que una década después le llevaría al primer equipo.

El 23 de abril de 2011 el Madrid jugaba en Mestalla ante el Valencia. Tres días después de ganar la Copa ante el Barça en ese mismo escenario, Mourinho decidió dar descanso a varios titulares e hizo debutar a Nacho. Formó como lateral izquierdo, completando la línea defensiva de cuatro junto a Albiol, Garay y Carvalho, y la tarde acabó en goleada (3-6). El canterano, tenso y responsabilizado en su estreno, acabó totalmente acalambrado pero, tras esquivar las llamadas desde el banquillo instándole a la sustitución, logró completar el partido con regalo final incluido. “El Pipa [Higuaín] me preguntó si quería el balón como recuerdo y por supuesto le dije que sí. Él estaba supercontento con sus tres goles, pero yo me lo merezco más. Debutar así es un sueño”, contó.

Aquel año jugó un partido más ante el Zaragoza pero, a pesar de hacer la pretemporada con el primer equipo, al curso siguiente Mourinho tan solo contó con él para un partido de Copa ante la Ponferradina. La llegada de Coentrão le cerró el hueco en el carril izquierdo, la ubicación en la que le prefería el técnico portugués a pesar de que en el Castilla se desempeñaba con éxito y galones como central.

Polemista acreditado, Mourinho no dudó en utilizar la circunstancia contra José Alberto Toril, entrenador del filial madridista. “Nacho es un problema porque en el Castilla es central y en el primer equipo es lateral.Si das a tus hijos una educación con contradicciones el proceso es más difícil”, dijo el técnico portugués antes de cargar contra Toril. “Él tiene que decidir si es más importante terminar cuarto o décimo o ayudar a la progresión de un jugador”. “Me encuentro mejor de central, que es donde llevo jugando desde pequeñito, pero llevo unos años en los que estoy jugando muchos partidos de lateral, cada vez me voy encontrando mejor y lo que de verdad me importa es jugar”, tercia el jugador.

La temporada pasada, las lesiones de Coentrão y Marcelo hicieron que sus presencias episódicas en el primer equipo se multiplicaran y su buena respuesta unida a su trayectoria le valieron para que el club le hiciera este año hueco en la primera plantilla despejándole el camino en el centro de la defensa con la salida de Albiol rumbo al Nápoles. Hace dos meses renovó por cuatro temporadas. “Llevo peleando muchísimos años por tener esta oportunidad de ser jugador de la primera plantilla. Ancelotti sabe que puedo jugar en cualquier posición de la defensa. Creo que para cualquier entrenador eso es importante”, se reivindicó al tiempo que las negociaciones del club con su hermano Álex se enquistaban provocando su salida al Espanyol.

Estudiante de INEF, Nacho ha sido internacional en todas las categorías inferiores de la selección y, además de ganar la Eurocopa sub-21 del pasado verano, fue campeón de Europa y subcampeón del mundo con la sub-17 en 2007.