“El tiempo corre en nuestra contra”

Cal Crutchlow llegó al parque cerrado tras lograr la pole con un tiempo estratosférico y dio muestras de por qué se le cree lenguaraz. “Estoy contento por haber terminado por delante de los dos pilotos oficiales de Yamaha, que han estado aquí haciendo un test hace unas semanas, porque eso quiere decir que Lin Jarvis ha tirado un montón de dinero”, espetó. Y él, piloto del equipo satélite Tech3 que aspiraba a una M1 de fábrica y que finalmente se largará a Ducati a final de año, se quedó tan ancho. A Jarvis, director del departamento de carreras de Yamaha, ese que prefirió colocar a Pol Espargaró en la moto del británico, no le hizo tanta gracia. Mucho menos dadas las circunstancias: su número uno, Jorge Lorenzo, estaba llamado a no tener oposición en el circuito checo este fin de semana y, en cambio, deberá pelear por la victoria (13.00, Telecinco) desde la quinta plaza de la parrilla.

Una mezcla de incertidumbre y desazón se ha colado en el taller de Yamaha y ha calado en los huesos de Lorenzo, más inquieto que de costumbre. Pura concentración, el mallorquín entró el viernes, por error, hasta en dos ocasiones al pit lane cuando no debía. Al percatarse, pasó de largo y siguió a los suyo. Se confesó contrariado al terminar las dos primeras sesiones libres. Y no parecía mucho más contento tras la sesión de clasificación de ayer. “No sé qué ha pasado, hemos probado unos reglajes diferentes y no podía ir rápido como por la mañana: no podía girar en las curvas lentas, no tenía tracción, se me levantaba la rueda delantera... No entiendo por qué no he podido aprovechar como los demás el neumático trasero”, explicó.

A una vuelta no hemos sido rápidos, pero eso no significa que no podamos luchar por la victoria" Jorge Lorenzo

Su entorno entiende que llegan tres carreras clave para mantener viva la lucha por el Mundial: Brno, Silverstone y Misano esperan al campeón del mundo antes de que la caravana llegue a Aragón, donde Lorenzo no ha ganado nunca, y se marche a Malasia, Australia y Japón, donde tampoco cuenta una victoria desde que llegó a MotoGP. Los circuitos asiáticos son propicios para las Honda del mismo modo que las tres carreras que están por disputarse a partir de este domingo tienen en el de Yamaha a su piloto favorito. En los años en los que ganó el título, en 2012 y 2010, sumó dos victorias y un segundo puesto.

Así que el mallorquín aprieta tanto como puede las tuercas a su fábrica, esa que, como decía Crutchlow, hizo unos tests en Brno recientemente para probar el esperado cambio de marchas seamless que le acerque a Honda, ligeramente superior esta temporada, mejor incluso en las frenadas, que era el punto fuerte de Yamaha. De momento, se desconoce cuándo podrán utilizar esta pieza que les garantiza estabilidad y un mejor rendimiento en los finales de carrera, según explicaron los pilotos.

Así que Lorenzo se inquieta: “No me preocupan tanto los circuitos como la capacidad de Yamaha para ofrecernos las mejoras que nos ayuden a terminar la temporada siendo competitivos. Y creo que tiene capacidad, pero con la diferencia de puntos actual (está a 35 puntos del líder, Márquez, que saldrá hoy tercero, por detrás de Álvaro Bautista y delante de su compañero Dani Pedrosa) el tiempo no corre a nuestro favor”, explicó. Pero a pesar de la decepción por su rendimiento en la clasificación, no desiste: “A una vuelta no hemos sido rápidos, pero eso no significa que no podamos luchar por la victoria. No tengo un mal ritmo”. Cabe esperar que el tiempo respete a los pilotos, que piden una carrera en seco. El cielo, sin embargo, amenaza tormenta.