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“Hay que cambiar el modelo de gestión”

La auditoría externa pedida por la Fundación y el nuevo consejo del Valencia, no refleja divergencias en las cuentas presentadas en la etapa de Llorente, pero si pérdidas económicas que obligaban a vender jugadores año tras año

Salvo, durante la presentación de los resultados de la auditoría
Salvo, durante la presentación de los resultados de la auditoría Kai Försterling (EFE)

Concluida la etapa de Manuel Llorente en la presidencia del Valencia, el nuevo consejo rector del club de Mestalla encabezado por Amadeo Salvo junto al presidente de la Fundación del Valencia, Aurelio Martínez, se propuso saber detalladamente en qué situación económica se encontraba el club. “Desde el primer momento que llegamos quisimos hacer un ejercicio de transparencia”, argumentó Salvo sobre el motivo de la auditoría externa solicitada para dar una “información fundamental que el valencianismo debe saber sobre actuaciones pasadas, presentes y que afectan al futuro del club” y que fue presentada ante los medios de comunicación.

En su etapa en la presidencia del Valencia, Manuel Llorente fue acusado de gobernar el club de manera soberana y sin dar explicaciones ni cuentas a sus colaboradores. La auditoría efectuada por la empresa KPMG refleja, sin embargo, que no se detectan irregularidades en la gestión de los últimos años y que puede considerarse positiva en el aspecto económico pero con matices, al no haber previsto el escenario de crisis que se avecinaba y la pérdida de abonados en las últimas tres temporadas, pasando de 21 millones de ingresos por tal concepto en el ejercicio 2010/2011, a 14 millones en el curso pasado.

Todos los años se ha tenido que vender jugadores para equilibrar el presupuesto” Amadeo Salvo

La deuda total del Valencia se sitúa en 275 millones de euros restando al pasivo el patrimonio actual del club. “El Valencia tiene más deuda que patrimonio con los precios actuales del suelo. En estos momentos, las parcelas del viejo Mestalla valen unos 150 millones”, explicó Aurelio Martínez, catedrático de economía y expresidente del ICO y que preside la Fundación del Valencia. Tanto Martínez como Salvo recalcaron que el Valencia no debe ni un euro a Hacienda ni a la Seguridad Social “a diferencia de la mayoría de clubes españoles y no tenemos hipotecado ningún ingreso como otros”. Salvo no entiende la mala prensa del Valencia. Su principal acreedor es Bankia que, por otra parte, ha recibido 72 millones de euros del club de Mestalla en los últimos cinco años en concepto de intereses.

En los matices y en las formas de dirigir el club es en lo que incidieron tanto Salvo como Martínez. “Hay que cambiar el modelo de gestión y no estar condicionado por la entrada o no en la Champions, explicó el nuevo presidente valencianista. En los últimos cinco años el Valencia ha tenido que vender jugadores (Albiol, Silva, Mata, Villa, Isco) por valor de 123 millones. “Todos los años se ha tenido que vender jugadores para equilibrar el presupuesto”, resume Salvo. Situación que ha tenido que imitar de su antecesor. “Hemos tenido que vender futbolistas por 40 millones de euros para cuadrar las cuentas de la próxima temporada debido a los 30 millones de euros dejados de ingresar con la ausencia de Champions más la rebaja en los abonos”, asume Salvo. La venta de Soldado no estaba prevista y por ello le hicieron pagar al Tottenham los 30 millones de la cláusula de recisión del delantero. “Estaban previstas otras salidas”. La llegada de un nuevo delantero solo será posible si salen dos jugadores de la plantilla. El Renns está negociando la compra de Piatti por 2´5 millones de euros y el Liverpool la cesión de Cissoko.

La deuda total del Valencia se sitúa en 275 millones de euros

En el plan de futuro y viabilidad del Valencia está en una mirada a la casa. “Si se cumple el plan trazado, en el 2016 el Valencia tendrá un cuadro operativo positivo. Por esas fechas la escuela de fútbol que estamos potenciando comenzará a dar sus frutos y no necesitemos comprar a otros clubes. Vamos a tener que crear los craks, como se hizo con Albiol, Silva, Mata, Villa o Soldado”, estima Salvo que intentará potenciar la marca Valencia. “Estamos en una oportunidad histórica, vamos a crecer en abonados hay ambiente y la deuda se puede pagar”.

Sobre el nuevo estadio que se encuentra paralizado a mitad de construcción y en el que se han invertido 150 millones de fondos propios y faltan otros 150 millones para que se pueda concluir, Salvo fue realista y asumió que debe de intervenir en su ejecución inversores que querrán ganar dinero. “Hay empresas interesadas en invertir en el nuevo estadio que es fundamental para mejorar la marca del Valencia en el mundo y que aumentarán los contratos de patrocinio”, redundó Amadeo Salvo convencido del resurgir de un nuevo Valencia.

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