Otro problema para Ferrari
Los cambios en los neumáticos y el conservadurismo de Pirelli perjudican a los monoplazas de Maranello
La estrategia de Ferrari en el Gran Premio de Alemania no fue la más acertada. Los ingenieros de la escudería italiana no pensaban que los neumáticos blandos duraran tanto en los coches de sus rivales en la primera tanda de la carrera. Grosjean las aguantó hasta la vuelta 12ª, una más incluso que el mismo Fernando Alonso, que partió con los duros. En cambio, con la pista llena ya de goma y el depósito vacío, los neumáticos blandos concedieron un gran rendimiento tanto a Raikkonen, que pudo adelantar a su compañero de equipo en las últimas vueltas, como a Alonso, que se le acercó peligrosamente.
¿Qué ocurrió? Lo que todo el mundo esperaba. Los cambios reglamentarios impuestos por Pirelli –caídas no superiores a los cuatro grados delante y a los 2,5 detrás, presiones subidas a 19 psi- y la estructura más dura de los neumáticos – han recuperado el kevlar en lugar del aluminio para reforzar los laterales- han beneficiado a unos equipos y han perjudicado a otros. Lotus y Red Bull han gestionado mejor que nadie todas estas modificaciones. Pero Ferrari y Mercedes no han logrado resolver sus problemas en esta carrera.
Todo ello se vio agravado por dos circunstancias que se seguirán produciendo en las próximas carreras: el conservadurismo de Pirelli en la elección de los neumáticos y el fuerte calor, que en Nürburgring alcanzó los 45 grados… la más alta del Mundial hasta ahora. Tras el bochornoso espectáculo que se produjo en Silverstone con la explosión del neumático trasero izquierdo de varios coches, la FIA y los equipos se pusieron de acuerdo en aplicar el cambio que Pirelli pretendía imponer ya en Canadá. La amenaza de los pilotos exigiendo seguridad fue determinante para que todos los equipos aceptaran los cambios.
Sin embargo, todo aquello ha provocado que Pirelli sea mucho más conservador en la elección de los neumáticos. En Hungría, por ejemplo, no elegirán el superblando como sería de esperar por el fuerte calor que se espera, sino que se llevarán el blando y el medio. Y esa postura perjudica aún más a Ferrari, cuyos coches calientan mejor los neumáticos más blandos que los duros. El calor tiene una gran incidencia en el comportamiento de los neumáticos. Pero lo que realmente los deteriora es la falta de adherencia. Así que la cuestión fundamental sigue siendo acertar en la geometría de las suspensiones y el equilibrio del coche. Lotus lo hizo en Nürburgring y sus coches acabaron volando. Red Bull también y hubiera podido hacer un doblete si el equipo no hubiera fallado en el taller con Webber. Pero Mercedes y Ferrari deberán seguir afinando estos elementos en los próximos circuitos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.