El Salamanca desaparece

“Es una pena, claro, pero nos iban avisando en los últimos años”, explica Juanma Lillo, el último técnico en conseguir una heroicidad en el Salamanca, subirlo de Segunda B a Primera, en su etapa en el banquillo, entre 1992 y 1996. El día de la desaparición de la Unión Deportiva Salamanca, a Lillo le venían a la cabeza la figura de Tori, el utilero ya fallecido, o Enrique Miguel Martín, jugador en los años setenta (231 partidos en Primera en el Helmántico) y gerente hasta los últimos momentos.

Hoy se puede decir que el Unión ha muerto Máximo Mayoral, administrador concursal

“Hoy es el día más triste de mis 90 años de historia. Estoy en cada una de vuestras lágrimas. Viviré siempre en vuestros corazones”. Así se despidió el Salamanca por twitter tras oficializarse la desaparición del histórico club (90 años de existencia, 12 temporadas en Primera; desde 2011 en el Grupo I de Segunda B) porque la junta de acreedores celebrada ayer no alcanzó el quórum necesario. En consecuencia, se procederá a la apertura de la fase de liquidación del concurso del club, con 23 millones de euros de deuda.

Quien quiera refundar la Unión Deportiva tendrá que asumir las deudas. Así lo establece una de las modificaciones del Reglamento de la Federación Española de Fútbol que entrará en vigor el 1 de julio. “Cuando un club desaparezca o deje de competir sin liquidar deudas, la obligación de pago recaerá sobre el club de nueva creación”, explica la circular federativa, validada por el Consejo Superior de Deportes el pasado 26 de abril. La nueva entidad no podrá escapar de las deudas siempre y cuando participe de alguna de las condiciones fijadas por la Federación: disputar partidos en el mismo campo, compartir el domicilio social, la coincidencia de alguno de los fundadores o directivos, tener la misma estructura deportiva y utilizar una equipación o escudo idéntico o similar. Esta medida pretende evitar el coladero de los últimos años, cuando, sobre todo en Segunda y Segunda B, hubo clubes que cerraron la persiana y la volvieron a abrir cargándole los impagos al Estado.

D'Alessandro, Rezza, Alves, Pauleta y Quique Martín  son algunos jugadores históricos de la Unión

De madre salmantina, Lillo llegó al banquillo de la Unión Deportiva con tan solo 26 años, reclutado por el empresario y entonces presidente Juan José Hildalgo, quien ahora se plantea volver a dirigir la entidad. “He vivido 14 años en Salamanca”, revive Lillo, “y subimos de Segunda B a Primera con la misma plantilla. El Helmántico costaba muchísimo llenarlo. Es el carácter de la gente de Castilla y León, por el clima extremo”. Al igual que Lillo, otro entrenador también logró el doble ascenso, José Luis García Traid, técnico charro desde 1973 a 1978. Traid fallecería 12 años después en una operación quirúrgica.

El Helmántico costaba mucho llenarlo Juanma Lillo

El portero argentino Jorge D’Alessandro es el jugador con más partidos en Primera con el Salamanca: 292. Fue uno de los emblemas de aquel equipo que se mantuvo con elegancia en la máxima categoría en la segunda mitad de los setenta. Coincidió con el defensa argentino Ricardo Rezza y el mediocampista portugués João Alves, que llevaron al equipo al borde de la clasificación europea. Alves, que jugaba con guantes negros, es una leyenda del Helmántico sobre todo tras el gol del 0-1 en el Bernabéu en la campaña 1976-77, en la que fue nombrado mejor futbolista del campeonato. En épocas más recientes pasaron por el Helmántico el goleador portugués Pauleta, del 96 al 98, y el extremo Quique Martín en dos etapas, de 2002 a 2003, y de 2005 a 2011. Martín jugó 200 encuentros con la Unión y se retiró a los 38 años. Otro histórico, el seleccionador español Vicente del Bosque, se formó en las categorías inferiores del Salamanca y jugó con 17 años en el filial, donde fue, pese a tratarse de un mediocampista, máximo goleador.

“Hoy se puede decir que el Unión ha muerto”, dijo Máximo Mayoral, uno de los administradores concursales, tras salir de la junta de acreedores del Salamanca, convocada para las diez de la mañana y que no se celebró por no acudir el número mínimo de personas necesario. Así, los bienes de la entidad saldrán a subasta este jueves. El estadio Helmántico está valorado en 14,7 millones de euros y el valor de los jugadores con contrato en vigor es de 200.000 euros, según los datos del Juzgado de lo Mercantil. Ahora cabe la posibilidad de que el equipo renazca y empiece en categoría regional.