Redding quiere el título

Scott Redding hizo una jugada maestra en Le Mans. No solo porque ganara una carrera complicada, que se corrió bajo amenaza de una lluvia que solo apareció en las últimas vueltas, sino también porque fue el único de los aspirantes al título que terminó la carrera sin probar el asfalto. Cayeron Espargaró, Rabat y Nakagami. Y el chico, el ganador más joven de la historia del Mundial merced a un carrerón en Donington Park con apenas 15 añitos, sacó tajada. Y, además, como no había vuelto a subirse a lo más alto del podio desde aquel gran premio de Gran Bretaña de 2008, el triunfo le dio el empujón que le había faltado los últimos años. Se creyó que es capaz hace un par de semanas, ganó la poca confianza que le faltaba y a eso suma la regularidad que ha ido adquiriendo desde el curso pasado: este 2013 lleva un cuarto, dos segundos y un primer puesto.

Espargaró sigue teniendo problemas de agarre con temperaturas bajas

La receta le proporciona la primera posición de la tabla y un colchón magnífico –24 puntos de ventaja respecto al segundo, Tito Rabat– tras solo cuatro carreras. Y le da el impulso necesario para proclamar que quiere el título. Y lo dice en cada sesión. También en la de clasificación de este sábado, en el que logró la pole position, como ya hizo en Austin, camino de su segunda victoria en Moto2.

Tendrá duros contrincantes. Como Nakagami, segundo, quien, aunque con dos ceros en su casillero, sigue pidiendo protagonismo a cada sesión. Como Schrotter, que saldrá por primera vez de la primera línea. Como Zarco o Terol, que buscan su sitio. O Rabat, sexto, aunque con un excelente ritmo para la carrera. Su compañero de equipo, Pol Espargaró, el favorito, sigue teniendo también en Mugello, como en Le Mans, problemas de agarre cuando bajan las temperaturas. Y a la Toscana parece no haber llegado ni siquiera la primavera.