Abidal, antes jugador que empleado
El Barcelona decide no renovar al defensa francés, que se da dos años más como futbolista fuera del Camp Nou
La carga simbólica de los clubes se renueva con los años, incluso en el Barça, una de las instituciones que más presume de valores y de ADN futbolístico y a la que su supone una iconografía más clásica, asumida por sus seguidores y distintos directivos. Ya no solo se cambia por una cuestión comercial sino también económica, social y deportiva. No todas las juntas piensan de igual manera por más barcelonistas que sean. Ahora mismo, por ejemplo, Qatar le ha ganado espacio a Unicef, Cruyff ha dejado de ser el ideólogo para convertirse en la mosca cojonera de la directiva, los Boixos Nois han dejado de ser mal vistos y Guardiola ha sido sustituido por su segundo, Vilanova. El último activo cuya gestión ha provocado controversia por su dificultad es el de Abidal. El futbolista quiere seguir como jugador y el Barça solo le ofrecía un cargo de representación, así que el lateral deja por un tiempo el Camp Nou a los 33 años.
El Barça tuvo un comportamiento ejemplar durante la enfermedad de Abidal y le eligió como estandarte de la vida. “Si te sientes con fuerza, te esperaremos lo que haga falta. Tu lucha es nuestra fuerza”, proclamó el entrenador en agosto. “Su contrato está redactado y cuando juegue su primer partido lo firmaremos”, declaró a Rac 1 el vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu, en diciembre de 2012. El acuerdo, con duración hasta el 30 de junio de 2013, incluía la opción de ser renovado hasta 2015. El francés, al que se le trasplantó el hígado el 10 de abril de 2012 después que en marzo de 2011 se le detectara un tumor, reapareció el 6 de abril contra el Mallorca y, desde entonces, se siente futbolista profesional y no un jugador en fase de recuperación. El Barça no lo discute, pero no le extenderá una ficha, por entender que su competitividad ha disminuido, aunque nadie lo asuma con naturalidad porque supondría ir precisamente contra los intereses del jugador.
El club había anunciado que le renovaría en cuanto jugara su primer partido, lo que ya hizo
El “no” sonó a frío y cerebral, muy empresarial o institucional, frente a la sinceridad del jugador. Una cosa es el trato a la persona y otro al futbolista si es que se pueden disociar. Ambas partes afrontan por tanto el futuro inmediato por separado a la espera de reencontrarse. Así lo escenificaron en un acto muy emotivo por el poder de convocatoria y comprensión que mereció Abidal. Allí, en la sala Auditori 1899, estaban sus compañeros, los técnicos, los médicos, los fisioterapeutas, el delegado, personal del club y, en la tarima, al lado del jugador, el presidente, Sandro Rosell, y el director deportivo, Andoni Zubizarreta. El futbolista actuó de forma directa y sin rodeos: se siente futbolista. Los portavoces de la entidad entendieron en cambio que el asunto merecía más comprensión que explicaciones: el jugador tiene la puerta abierta para cuando quiera ejercer de director de las escuelas mundiales del club.
De la enfermedad a la ‘Champions’
» Eric Abidal ficha por el Barcelona en junio de 2007, procedente de Olympique de Lyon, a cambio de 14 millones de euros. Tenía 27 años. Marcó su primer gol en enero de 2011, contra el Athletic en la vuelta de los octavos de la Copa, en San Mamés (1-1).
» El 15 de marzo de 2011, el Barcelona comunica su enfermedad. Abidal padece un tumor hepático, y dos días después es operado.
» El 3 de mayo de 2011, vuelve a una convocatoria azulgrana para la vuelta de las semifinales de la ‘Champions’ contra el Madrid, en el Camp Nou (1-1). Sustituye a Puyol en el minuto 90. El Barcelona pasa a la final y Abidal jugó el partido entero contra el Manchester United (victoria por 3-1), el 28 de mayo en Wembley. En el palco, el capitán Puyol le cede levantar la Copa de Europa.
» El 16 de enero de 2012 renueva su contrato hasta junio de 2013.
» El 15 de marzo de 2012, el Barcelona anuncia que Abidal ha sufrido una recaída de su enfermedad. El defensa francés necesita un trasplante de hígado. El donante será su primo Gerard.
» 6 de abril de 2013. 402 días después, Abidal vuelve a saltar al campo, en un duelo contra el Mallorca en el Camp Nou (5-0). El 19 de mayo levanta el trofeo de la Liga junto al entrenador Tito Vilanova, que también ha superado un cáncer, en el estadio azulgrana.
» 30 de mayo. Anuncia su adiós al Barcelona, que le había ofrecido un cargo como director técnico de las escuelas del club a nivel mundial. “Quiero seguir jugando, aunque el club lo ve diferente”, asegura emocionado en su despedida.
» En seis temporadas, Abidal ha disputado 183 encuentros como azulgrana. Con el Barcelona ha conquistado cuatro Ligas, dos Ligas de Campeones, dos Copas del Rey, dos Supercopas de Europa, tres Supercopas de España y dos Mundiales de Clubes.
Queda para el recuerdo la imagen de Abidal en Wembley 2011 cuando tomó la Copa de Europa por delegación de Puyol o la del domingo en el momento de recibir la copa de la Liga en compañía de Vilanova, quien se ha visto afectado de un cáncer en la glándula parótida. Acaba el sábado la temporada y empieza una nueva vida con y nuevo cartel: Neymar.
“Es un día complicado. Me hubiese gustado seguir, pero el club lo ve diferente y hay que respetarlo”, afirmó Abidal. “Aunque no tengo ofertas, creo que puedo jugar dos años más. Me siento bien. A ver si el míster me pone el sábado. Aprendí gracias a unos compañeros maravillosos”, enfatizó seis años después de llegar y pasar por situaciones delicadas como cuando discutió con Guardiola porque le llenaba la cabeza de táctica. “Es triplemente difícil decir que no, porque Abidal se ganó nuestro corazón”, opinó Rosell. “Su espíritu de superación pasará a formar parte de nuestra historia”. “No estamos aquí para hablar de fútbol sino de la vida”, precisó Zubizarreta, que retomó las demandas más difíciles por delegación de Rosell, quien la semana pasada proclamó: “Es la Liga de Tito y Abidal”. “Abi saltó todas las vallas que pensábamos que no podía saltar”, agregó el director deportivo. “Tomar decisiones como esta es complejo porque se salen de lo futbolístico y te pesan cuando vas a dormir; se mezcla lo profesional con los valores”.
La no renovación de Abidal incidirá posiblemente en agravios comparativos ante jugadores que mejoraron sus contratos de forma generosa y escenifica las muchas causas individuales pendientes en el Camp Nou: hoy hablarán Valdés y Puyol. Abi, mientras, aspira a ser futbolista y no empleado. La carga simbólica funciona a veces como una capa que se pone y se quita en función del frío. Ya no cabe en el equipo; solo tiene sentido en el club. El Barça cree que obró bien en un caso difícil, pero el jugador no tiene equipo.
Abidal, finalmente, sorprendió al propio Barcelona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.