Ferrari va a su ritmo
La escudería italiana trata de aumentar la velocidad del F138 a una vuelta sin comprometer su rendimiento en las tandas largas
El Gran Premio de Mónaco es la carrera más universal del Mundial de F-1. Lo es por tradición y porque se trata de la prueba que mejor retrata a este exclusivo y rimbombante certamen. El trazado, el más corto del calendario (3,3 kilómetros), serpentea por una ciudad que como cada año por estas fechas queda tapiada y bloqueada para que nadie pueda contemplar el espectáculo sin pasar por caja.
Otra de las peculiaridades de esta cita es que el viernes se celebra la festividad del Día de la Ascensión y no hay más actividad que pasearse por el paddock. A pesar de ello, las escuderías emplean la jornada en analizar los datos recabados en las dos sesiones de ensayos del jueves, para afrontar el último entrenamiento libre de hoy y el clasificatorio (14.00, A3 y TV3) con el bólido lo más afilado posible. En una pista con trampas en cada rincón y en la que adelantar se convierte en una misión prácticamente imposible, arrancar tan adelante como se pueda es más determinante que en ningún otro escenario. Lo sabe Mercedes, principal favorito a llevarse la pole, también Red Bull y Lotus, y por supuesto Ferrari, que posee uno de los monoplazas con mayor ritmo de giro en las tandas largas, y que lleva tiempo puliéndolo para ganar velocidad a una sola vuelta, un objetivo que en las circunstancias actuales, con un reglamento tan estanco, cuesta horrores.
Aquí, en Mónaco, no podremos adelantar tan fácilmente como lo hemos hecho en otros circuitos , y salir más retrasados puede influir mucho en el resultado final” Felipe Massa
“Es evidente que hemos mejorado respecto a las cronometradas del año pasado”, comenta Fernando Alonso. A estas alturas de 2012, el asturiano se había quedado fuera de la Q3 en Australia (12º), salió dos veces noveno (China y Bahréin), una el octavo (Malasia), y otra el segundo (Montmeló). Los números de su compañero aún fueron peores. En esas cinco primeras carreras, la mejor plaza de la parrilla para Felipe Massa fue la 12ª que consiguió en Malasia y China. En este Mundial, Alonso ha arrancado siempre entre el tercer lugar (Malasia, China y Bahréin) y el quinto (Australia y Montmeló), mientras que el brasileño lo ha hecho en todo momento entre los 10 primeros.
“Todavía tenemos cosas por hacer en este aspecto porque aún no estamos donde queremos. Aquí, en Mónaco, no podremos adelantar tan fácilmente como lo hemos hecho en otros circuitos, y salir más retrasados puede influir mucho en el resultado final, sobre todo si vas detrás de alguien con menos ritmo”, comenta Massa. Para dar esos pasos que reclama el corredor paulista, en la Scuderia trabajan alrededor de una idea: que el F138 gane músculo a una vuelta pero que, a la vez, no pierda ese equilibrio que los domingos le convierte en uno de los prototipo más competitivos.
“La principal prioridad debe ser que el coche sea rápido en carrera, no en la crono. Y más aún con estos neumáticos que se destrozan a la mínima”, puntualiza Pedro De la Rosa, probador de Ferrari. “Hoy en día puedes construir un bólido que sea muy veloz a una vuelta trabajando con los escapes, pero el problema será que las gomas se derretirán”, explica el español. “Lo que tratamos de hacer nosotros”, añade De la Rosa, “es conseguir carga aerodinámica sin recurrir a eso, o sea, jugando básicamente con los alerones y la configuración. Aunque es complicadísimo porque la normativa está ya sobreexplotada y todo está inventado. Las ganancias son mínimas”.
En este punto cobra sentido que la mayor parte de los paquetes de mejoras que las escuderías más potentes introdujeron en Montmeló, hace dos semanas, apenas supusieran una ganancia de una décima en el mejor de los casos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.