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El paraguas de Messi no lo cubre todo

Roura reconoce que el equipo cambia su rendimiento con el argentino, que salió en la segunda parte y volteó el duelo: “Si no lo notáramos, no sería el mejor del mundo”

Iraizoz despeja el balón ante Alexis
Iraizoz despeja el balón ante Alexisalfredo aldai (EFE)

Llovía cuando el Barcelona asomó ayer por San Mamés, en su último partido en La Catedral. Messi se tapó en el banquillo. Asomó por el césped cuando ganaba el Athletic y, en un abrir y cerrar de ojos, le dio la vuelta al partido. Brincó La Pulga para desesperación de su paisano Marcelo Bielsa. El delantero de Rosario honró su quinta y última visita al estadio bilbaíno marcando su segundo gol en la Catedral. Llevaba Leo un gol en las cuatro visitas precedentes y, con un ojo morado por un golpe que recibió en Múnich, entró ayer en escena para reemplazar a Xavi. El volante se fue del campo ovacionado por la afición local, que, por el contrario, recibió a Iniesta con una majestuosa chifla.

Messi, a golpe de cambio de ritmo, le cambió la cara al partido. Para entonces ya no llovía en San Mamés. “Obviamente, el equipo cambia con Messi, es el mejor jugador del mundo y el equipo que no tiene al mejor jugador del mundo lo nota, porque si no lo notáramos no sería el mejor. El equipo ha hecho un buen partido, pero cuando ha salido él nos ha proporcionado el desequilibrio que necesitábamos”, admitió Jordi Roura, que volvió a sustituir a Tito Vilanova ante los micrófonos. Roura apuntó que el goleador se había entrenado bien últimamente. “Va haciendo su evolución; y si él sigue mejorando también lo hará el equipo, es de cajón”, añadió.

LAS CUENTAS

  • El Madrid recibe al Valladolid el sábado (20.00) y el Barça al Betis el domingo (21.00). Si el Madrid no gana, el Barça cantaría el alirón si vence su partido. Si el Madrid gana, el Barça deberá aplazar el alirón.
  • Los de Tito Vilanova, sin embargo, no podrán superar el récord histórico de puntos del Real Madrid (100), en la pasada Liga, aunque podría igualarlo.

“Ante Messi, a los rivales nos cuesta un mundo encontrar recursos para frenar tanta capacidad inventiva”, reconoció Marcelo Bielsa, el técnico del Athletic. “Sabemos lo que es Leo, puede entrar y cambiar el partido”, había dicho Alexis, que reconoció dejar Bilbao “con un regusto amargo” por haber dejado escapar la victoria y la Liga. El partido pintaba mal en el césped para los intereses del Barça desde que Aduriz se comió a Piqué en la primera ocasión en que el Athletic retó a la zaga azulgrana. El centro chut del donostiarra lo empujó Susaeta a la red, solo, en el segundo palo. Una contra, un desajuste, un gol. Todo muy tradicional este curso para desesperación de Valdés, que jugó de verde y volvió a quedarse con los brazos en jarra, resignado. El Barcelona ha sido tan débil defensivamente todo el curso que ayer no tenía por qué ser distinto. Soplaron los leones y se venció el Barcelona.

Y aunque no hay mejor defensa que jugar con Messi, no le bastó esta vez al Barça con el juego y el gol del argentino. Y no será porque Valdés y Piqué no hayan visto este año gente a su alrededor. Las lesiones han diezmado a la zaga y el portero y el central salen retratados en casi todas, por mucho que hayan cambiado cada dos por tres de compañeros, siendo víctimas antes que culpables. El Barcelona ha encajado goles en 23 de los 33 partidos de Liga disputados esta temporada.

Messi, por su parte, llegó en San Mamés a los 333 goles marcados en la Liga, lo que le iguala con Samitier. Ya solo Paulino Alcántara lleva más dianas que el argentino en la historia del Barcelona. Ayer se convirtió, además, en el primer jugador que marca 24 goles a domicilio en el torneo nacional, superando a Cristiano Ronaldo, que marcó 23 el curso pasado; el primero también que marca en 15 partidos a domicilio, superando a Güiza, que lo hizo en 14 con el Mallorca en la temporada 2007- 2008.

Si el año pasado el Madrid ganó la Liga en San Mamés, el Barcelona dejó escapar la posibilidad en el último minuto. Un mal rechace de Adriano permitió que Herrera fusilara a Valdés. “Ha sido una lástima, pero este campo aprieta mucho y en cualquier rechace se te va el partido. Las cosas vendrán cuando tengan que venir”, dijo Roura. Ya no volverá a pisar San Mamés, ni él ni el Barça. Al final, llovía en Bilbao. Messi no tiene paraguas para todo.

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