Miami va sobrado y Nueva York vibra con Carmelo Anthony

Lo de los Heat, lo de los campeones, continúa siendo tan abrumador en los playoffs como lo fue en la fase regular. De un plumazo solventaron su segundo compromiso ante Milwaukee (98-86), con la particularidad de que el estirón en el marcador lo propiciaron sus jugadores de banquillo, en especial Chris Andersen y Norris Cole. No necesita por el momento el equipo de Miami explotar a fondo el potencial de sus estrellas. LeBron James pudo tomárselo con toda la calma del mundo. Le bastaron 19 puntos.

Los Heat evidenciaron su potente reprís en el inicio del último cuarto, con un parcial de 12-0, que puso el marcador en 80-65 y dejó las cosas meridianamente claras. Los Bucks habían llegado a plantar cara en el American Airlines de Miami con una táctica en la que hicieron valer su juego interior y la capacidad anotadora de Ilyasova y Sanders. Sorprendieron a los Heat al sacrificar el poder resolutivo de sus exteriores, Brandon Jennings y Monta Ellis –solo cinco tiros y un punto entre ambos al descanso-, en aras de explotar al máximo su juego interior.

Pero esa táctica se agotó con la irrupción de Chris Andersen, el pívot del pelo en cresta y los tatuajes infinitos, que hace el pájaro cuando pone un tapón o efectúa un mate. El expívot de Denver, que tiene 34 años y llegó en febrero a los Heat cuando no tenía equipo y firmó inicialmente un contrato de 10 días, dotó al juego de la escuadra de Spoelstra de una marcha más y frenó a Ilyasova y Sanders.

En cuanto despegaron, los Heat abrieron una brecha de hasta 19 puntos que dejó el partido visto para sentencia mucho antes de llegar al final. Pudieron sestear Lebron y Bosh –10 puntos y 6 rebotes-, mientras se explayaban sus compañeros de banquillo y también Dwyane Wade, con 21 puntos y 7 asistencias. Los Heat dominan por 2-0 la serie, como ya se vaticinaba. Ahora los Bucks deberán dar un salto de calidad en su cancha para evitar una eliminación por la vía más rápida.

Carmelo Anthony y los Knicks también encarrilaron su serie ante Boston al ganar en el segundo partido por 87-71 y poner la serie en 2-0. El equipo de Nueva York sentenció con un tremendo tercer cuarto en el que logró un parcial de 32-11. Los Celtics, después de una buena primera parte, se colapsaron por completo en la segunda, en la que solo fueron capaces de sumar 23 puntos.

Además de una eficaz defensa, los Knicks se valieron del poder resolutivo de Carmelo Anthony. El ídolo del Madison Square Garden concluyó con 34 puntos, bien secundado por el flamante mejor sexto hombre de la Liga, JR Smith, con 19 puntos, y por Felton, con 16 puntos y 7 asistencias. Paul Pierce fue el único de los Celtics que cerró con unos números notables: 18 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, solo ligeramente acompañado por Garnett, con 11 puntos y otros tantos rebotes.

George, el jugador que más ha mejorado

La NBA continúa haciendo públicos los nombres de los distintos premios anuales que otorga. Paul George ha sido elegido como el jugador que más ha progresado en su juego durante esta temporada. El jugador de los Pacers de Indiana sumó 311 puntos en la elección efectuada por 120 periodistas y superó al base de los Hornets de Nueva Orleans, Greivis Vasquez, con 146 puntos, y al pívot de los Bucks, Larry Sanders, con 141 puntos.

George ha promediado en la fase regular del campeonato 17.4 puntos, 7.6 rebotes, 4.7 asistencias y 1.8 robos de balón. Alero de 23 años y en su tercera temporada en la NBA, fue all star en el partido disputado el pasado mes de febrero en Houston. Sucede en el historial del premio al jugador con mejor progresión a Ryan Anderson (2012, Orlando), Kevin Love (2011, Minnesota) y Aaron Brooks (2010, Houston).