Va por Greg Norman
Scott, el primer australiano en ganar el Masters, dedica el triunfo al Tiburón Blanco, tres veces segundo en Augusta
Australia consiguió su primera chaqueta verde del Masters de Augusta y Adam Scott, de 32 años, dedicó el éxito al legado que Greg Norman, el Gran Tiburón Blanco, dejó en la memoria de quienes han seguido sus pasos jugando al golf en el país. Norman nunca pudo ganar el Masters. Se coronó dos veces en el Open Británico en 1986 y 1993, pero coleccionó a lo largo de su carrera un largo historial de segundos puestos: dos veces segundo en el Campeonato de la PGA, dos veces segundo en el US Open y tres veces segundo en el Masters, en 1986, 1987 y 1996 (en esta última edición desaprovechó seis golpes de ventaja el inicio de la última ronda ante Nick Faldo). La deuda escocía todavía para Australia, y se había agrandado con un nuevo segundo puesto, el de Jason Day en el Masters de 2011. Hasta que llegó Scott y cerró la herida después de muchos años.
Palmarés y grandes por países
ÚLTIMOS 10 CAMPEONES DEL MASTERS:
2013: Adam Scott (Australia)
2012: Bubba Watson (EEUU)
2011: Charl Schwartzel (Sudáfrica)
2010: Phil Mickelson (EEUU)
2009: Ángel Cabrera (Argentina)
2008: Trevor Immelman (Sudáfrica)
2007: Zach Johnson (EEUU)
2006: Phil Mickelson (EEUU)
2005: Tiger Woods (EEUU)
2004: Phil Mickelson (EEUU)
TÍTULOS GRANDES POR PAÍSES:
Estados Unidos: 256.
Escocia: 54
Inglaterra: 34
Sudáfrica: 22
Australia: 16
España: 7
Irlanda del Norte: 5
"Norman inspiró a todo un país de golfistas. Era el mejor jugador del mundo y un icono en Australia, un modelo de conducta. Él podía haber ganado la chaqueta verde, por supuesto, y parte de esto es para él porque me ha servido de inspiración", comentó Scott, ya vestido de verde. "Los australianos somos un pueblo muy orgulloso deportivamente. Queremos pensar que somos los mejores en todo, así que es increíble que mi destino haya sido ser el primer australiano en ganar el Masters".
Scott se quitó además la espina de su cruel derrota el año pasado en el Open Británico, en Royal Lytham. Era el líder con cuatro golpes de ventaja a falta de cuatro hoyos por jugarse, pero cometió bogey en cada uno ellos y acabó cediendo la Jarra de Plata por un golpe ante Ernie Els. Ayer, en Augusta, enterró aquel mal recuerdo y se coronó por fin como un grande. Había coleccionado hasta ahora ocho clasificaciones entre los 10 primeros de un torneo del Grand Slam, y por fin llegó su momento. Le sirvieron los consejos del neozelandés Steve Williams, excaddie de Tiger, a quien también agradeció su ayuda. Hijo de golfistas (su padre le entrenó hasta los 19 años) y con domicilio en Suiza, Scott se embolsó 1.440.000 dólares por la chaqueta verde.
Su victoria fue también aplaudida por Ángel Cabrera. "Es una gran persona y un gran jugador, un campeón verdadero. Esto le va a cambiar mucho la vida", comentó el argentino, situado en el puesto 269 del mundo antes del comienzo del Masters.
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