Lorenzo: “Esta no será una pelea entre Pedrosa y yo”

Llega a la cita algo tarde. Acalorado –las temperaturas son elevadas a primera hora de la tarde en Catar, casi un desierto, si no fuera por los cientos de construcciones y grúas– y con prisas –el tráfico es algo caótico y hay obras en la carretera de Losail–, Jorge Lorenzo saluda, pide disculpas y toma asiento. Debe contestar una retahíla de preguntas de los lectores de EL PAÍS: se concentra, toma posesión del ordenador, lee y relee cada pregunta antes de decidirse y responde con calma, revisando cada palabra, por el contenido y la forma. “Observa si hay algún error”, concede. Pero no se olvida ni una hache, ni comete una sola falta de ortografía, aunque se come alguna tilde. “No he estudiado mucho, pero sé escribir. Al principio, cuando no tenía jefe de prensa, escribía muchos blogs para las revistas y periódicos de deportes”, recuerda. Además, le gusta la lectura.

El Lorenzo que llega a Losail, donde se celebra la primera carrera del año, es un piloto más experimentado y un joven más reflexivo y tolerante, que ha cambiado Barcelona y se ha marchado a vivir a la apacible Suiza, a Lugano, donde tiene un lago, puede correr y hacer bicicleta –práctica que empezó a incorporar el año pasado, pues nunca fue muy fan de trepar montañas a dos ruedas–; además, está mucho más cerca la sede de Yamaha.

Este Lorenzo es un deportista que no teme el regreso de su gran rival, Valentino Rossi, este año otra vez con su misma moto, a su lado en el garaje –“Es muy positiva la vuelta de Rossi, para él porque los dos últimos años no fueron lo que él esperaba, y para Yamaha: hacemos una combinación muy fuerte–; ni la progresión de quien le disputó el título el año pasado, Dani Pedrosa, para quien solo guarda buenas palabras: “En el motociclismo todo es posible y si Pedrosa y yo tuviéramos que correr juntos formaríamos un gran equipo. Nuestra relación es buena, nada que ver con la de hace unos años”; ni el empuje de Márquez, de quien cree que “está preparado para luchar por la victoria, tiene muchas cualidades para hacerlo”, como afirmaría en la conferencia de prensa posterior.

“A pesar de que en Austin estábamos aparentemente muy lejos, en Sepang y en Jerez fuimos muy competitivos”

El campeón del mundo de MotoGP esquiva apenas un par de preguntas precisamente porque ya no es el niño respondón que se construyó una careta de chaval engreído y chuleta para que pocos le conocieran de verdad. Ya no entra en esos juegos. Es un personaje público y sabe que normalmente saldrá perdiendo. Además, se siente fuerte. Confiado. Cree en él y en su moto. “Estamos bastante bien para luchar por el campeonato. A pesar de que en Austin estábamos aparentemente muy lejos, en Sepang y en Jerez fuimos muy competitivos”, dice haciendo un repaso a lo que ha sido la pretemporada, que da muestras de lo que puede ser el Mundial y de quienes serán sus contrincantes: “No será una pelea entre Pedrosa y yo, sinceramente creo que los cuatro, también Márquez y Rossi tenemos muchas posibilidades de ganar. Y hay un quinto elemento, que es Crutchlow”, dice como quien ha analizado sus posibilidades como un analista de riesgos.

Sin embargo, señala, no cambiará su estrategia en carrera. No importa tener cuatro rivales en lugar de uno: “Intentaré conseguir el mejor resultado posible y más realista en cada momento, como en 2012. Aprendí el año pasado a no querer lo que no se puede y también a no rendirme cuando se puede ganar. Claro que ser siempre primero o segundo como el año pasado no va a ser fácil”. En Catar, donde arranca el Mundial del 2013, ha ganado en todas las categorías –con una 125cc y dos veces con una 250cc– y en MotoGP nunca hasta ahora se ha bajado del podio: en su debut se llevó la pole y un segundo puesto; el año pasado se estrenó con pole y victoria y este querría hacer lo mismo, obviamente: “Siempre es importante empezar bien el año, la primera carrera te da confianza para el resto del curso. Pero la competencia va a ser muy dura”.