“Es un equipo especial”, dice LeBron James de la asombrosa racha victoriosa de Miami Heat. “Se trata de una aventura especial está en la que nos encontramos. Creo que lo mejor es que lo estamos haciendo juntos. Lo estamos haciendo por los demás. Queremos mantenerlo en marcha”. Multimillonario desde que tenía 17 años y apodado The King desde que triunfaba ya en el instituto, LeBron está acostumbrado a expresarse como si hablara excátedra.
Con la edad y la experiencia, 28 años y diez temporadas en la NBA, LeBron parece haber adquirido el punto de madurez y el equilibrio imprescindibles para revertir el odio que generó en el verano de 2010 cuando anunció en directo en un programa de televisión que dejaba Cleveland para irse a Miami. Se hicieron encuestas en las que apareció como el deportista más detestado de Estados Unidos. Los Heat del big three, el que forma con Wade y Bosh, empezó fatal aquel curso y, aunque llegaron a la final, la perdieron ante Dallas. “Aquello me bajó los humos”, reconoce.
Un año después Miami ganó el título y él pudo emprender por fin la carrera para la que se le considera predestinado, la que le entronca con los mejores de todos los tiempos, empezando por Michael Jordan.
LeBron parece haber adquirido el punto de madurez imprescindible para revertir el odio que generó cuando anunció que se iba a Miami
Después de algunos altibajos —recién estrenado 2013 sumaron seis derrotas en 10 partidos y dos de sus triunfos los obtuvieron tras sendas prórrogas—, los Heat volvieron a la senda triunfal. Y en las últimas semanas, desde que cayeron por última vez, el 1 de febrero ante Indiana, han logrado conjugar el verbo ganar de todas las maneras posibles. Hasta el punto de que suman 22 triunfos seguidos —esta madrugada se enfrentaban a los Celtics en Boston—, igualando la segunda mejor racha en la historia de la NBA, la que encadenaron los Houston Rockets en la temporada 2007-2008, con Rick Adelman de entrenador y jugadores como McGrady, Yao Ming, Scola, Rafer Alston y Shane Battier. La mejor marca parece inalcanzable: las 33 victorias seguidas de los Lakers en la temporada 1971-1972 con Elgin Baylor, Wilt Chamberlain y Jerry West. La racha de los Rockets en 2008, que concluyó contra los Celtics, precisamente el rival de Miami esta madrugada, no se vio refrendada en los playoffs. Sin Yao Ming, lesionado, perdieron ante Utah en la primera ronda. Los Lakers, en cambio, sí ganaron aquel campeonato de 1972.
Erik Spoelstra, pese a la enorme ventaja de 11 victorias que Miami le saca a Indiana, el segundo clasificado en el Este, considera que es demasiado pronto para reservar a los mejores jugadores en vistas a las eliminatorias finales. “Mis jugadores están jugando minutos de nivel, contamos con profundidad de banquillo y estamos utilizando a diez hombres en las rotaciones”, dice Spoelstra. Lebron promedia 38 minutos, 26,5 puntos, 8,2 rebotes y 7,1 asistencias, muy por encima de los 35 minutos, 21,8 puntos, 5 rebotes y asistencias de Wade. La llegada este curso de Ray Allen, Rashard Lewis y la más reciente de Chris Andersen ha reforzado las posibilidades del campeón.
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