Vilanova, en la exhibición de Nadal

Tito Vilanova, entrenador del Barcelona, asistió la pasada madrugada a la exhibición de Rafael Nadal con el argentino Juan Martín Del Potro en el Madison Square Garden de Nueva York. El técnico se encuentra en la ciudad estadounidense recuperándose desde principios de año del cáncer de glándula parótida que sufre. Vilanova, invitado por el propio Nadal, se sentó en la segunda fila, junto a Carlos Costa, agente del tenista, y Sebastián Nadal, padre del tenista. El mallorquín cedió el partido (6-7 y 4-6), el primero que disputa sobre cemento tras su vuelta a las pistas después de estar siete meses alejado de ellas por una lesión.

La imagen se tomó el mismo día en que el presidente del Barcelona, Sandro Rosell, analizó diversos asuntos del club, entre ellos la ausencia de Vilanova. “Daría por buena la temporada si se recupera. Espero que para los cuartos de final de la Champions, si Dios quiere, esté en el banquillo”, dijo el presidente del club sobre el entrenador. Y añadió: “Vilanova será el entrenador del equipo pase lo que pase. Aquí no se mueve nadie hasta que él no vuelva, aunque nos cueste todos los títulos. Eso es lo de menos. El mejor título del curso sería el regreso de Tito; si se recupera, sería feliz”. También habló sobre la ausencia del entrenador el mediocentro del Barça Sergio Busquets. “El día a día sin Tito es difícil, se nota la ausencia del jefe”, aseguró.

El 19 de diciembre, el Barcelona anunció que Tito Vilanova recaía de su enfermedad. “En el seguimiento del proceso de la glándula parótida, se ha detectado una extensión de su patología, que requerirá tratamiento quirúrgico que se hará este jueves. El tiempo de ingreso hospitalario se prevé alrededor de 3 o 4 días”, indicaba el parte de los servicios médicos del club. Después de pasar por el quirófano, Vilanova volvió a dirigir al equipo el 1 de enero, pero unos días después se desplazó a Nueva York para seguir con su recuperación.

La semana pasada Rosell viajó hasta allí para ver al técnico. Lo hizo unas semanas después de la visita de Zubizarreta, el director deportivo del Barça, y tras las derrotas ante el Milan, en Liga de Campeones, y ante el Madrid en Copa. Desde el club se dijo que el encuentro había sido planeado varias semanas antes.