Draper canta bingo
Un triple del base estadounidense sobre la bocina da la victoria al Madrid (76-73) ante un desinhibido Brose
De la galbana a la fiereza. De la montaña rusa a la ruleta rusa. El Madrid sesteó durante más de 30 minutos y convirtió lo que parecía un trámite en una hazaña. Un triple sobre la bocina de Draper dio una sufrida victoria a los de Laso tras otro partido ciclotímico. Entre toboganes, los locales mantuvieron, a duras penas y casi siempre a remolque, el intercambio de golpes con el Brose que solo sucumbió cuando la implacable defensa madridista en el tramo final del encuentro les dejó secos después de firmar una exhibición de puntería.
No está últimamente el Madrid para fiestas entre semana. Anoche tampoco encontró el esmoquin y tuvo que recurrir a última hora al mono de trabajo para superar la desfachatez del conjunto alemán, que desmintió su condición de víctima propiciatoria.
Llegaba al Palacio el colista del grupo con ocho derrotas en otros tantos partidos y ya sin más opción que salvar su honrilla competitiva en la Euroliga. Datos tan negativos como engañosos puesto que en cuatro de esos encuentros el líder destacado de la liga alemana cayó por una diferencia inferior a cuatro puntos. Pudo ganar los dos encuentros ante Unicaja, rozó la gesta en Atenas ante el Panathinaikos y cayó por la mínima en su casa ante el Zalgiris. Todo gracias a un potencial ofensivo muy parejo al de los blancos que volvió a exhibir anoche. El grupo de Chris Fleming, sin su cabeza de cartel, Bostjan Nachbar, se había reforzado con Matt Walsh y el exmadridista Jeremiah Massey. El ala-pívot estadounidense nacionalizado macedonio arrancó a lo grande en su regreso a la capital. Anotó 10 de los 20 puntos de su equipo en el primer acto (con dos triples incluidos) y lideró la descarada puesta en escena del conjunto alemán. Los puntos de Suárez y los rebotes de Rudy compensaban el pulso por parte del Madrid. Pero la distensión defensiva de los blancos y el dinamismo del ataque del Brose otorgó el primer estirón en el marcador a los visitantes (27-35, m. 14). Gavel tomó el relevo de Massey, aprovechó la bicoca y con tres triples consecutivos disparó la producción anotadora de los visitantes. “Defendiendo así nos van a meter 110 puntos”, clamó Laso en uno de los tiempos muertos a la vez que recurría a Draper, Llull, Felipe y Slaughter para poner orden y apretar las tuercas. Sin embargo, los ocho triples del conjunto alemán en la primera mitad le dieron el mando al descanso (39-41).
Real Madrid, 76 - Brose, 72
Real Madrid: Sergio Rodríguez (3), Rudy Fernández (9), Carlos Suárez (7), Hettsheimeir (8) y Begic (8) —cinco inicial—; Llull (7), Draper (6), Carroll (11), Slaughter (6), Reyes (2) y Mirotic (9).
Brose Basket: Tadda (5), Gavel (15), Jacobsen (5), Massey (11) y Zirbes (14) —cinco inicial—; Walsh (10), Ford (9), Ogilvy (4) y Neumann (0).
Parciales: 21-20; 18-21; 18-19 y 19-13.
Árbitros: Ryzhyk (Ucrania), Dozai (Croacia y Piloidis (Grecia). Sin eliminados.
6.142 espectadores en el Palacio de los Deportes de la Comunidad.
No escarmentó el Madrid tras el sofocón de hace una semana ante el Alba Berlín. En el tercer cuarto le tocó el turno de lucimiento a Zirbes. La torre alemana agigantó su figura aprovechando la flojera de Begic y con 12 puntos consecutivos retrató la endeblez del dique blanco, que no perdía el paso en ataque pero concedía demasiado atrás (51-51, m. 27). Ni las rotaciones, ni los experimentos de defensa en zona, ni la presión adelantada conseguían detener a un Brose tan atrevido como acertado (57-60, m. 30).
Con 10 minutos por delante para arreglar la faena, el Madrid apostó por desmelenarse en ataque y hormigonarse, por fin, en defensa. Un doble o nada a la espera de que al rival se le agotara la puntería y el depósito. La enésima remontada sobrevenida (57-64, m. 32). Rudy y Carroll capearon el temporal y coronaron el decidido propósito de enmienda blanco. Una defensa superlativa tuvo al Brose durante seis minutos sin anotar y un parcial de 13-0 pareció dejar el encuentro visto para sentencia (70-64, m. 38). Pero a ocho segundos del final el cuadro alemán empató el partido con una canasta de Zirbes (73-73). En la última jugada, Rudy se elevó para armar el tiro final, rectificó en el aire y asistió a Draper que, en su reaparición tras superar una bursitis en un talón, cantó bingo con el triple ganador.
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