“Algo hemos hecho mal”
Alves lamenta la mala actuación del Barça, que no perdía por dos tantos en Europa desde la semifinal contra el Inter en 2010
San Siro siempre es una trampa, por mucho que la historia diga que en suelo lombardo el Barcelona ganaba más que perdía. Ya no. Sumó la tercera derrota en ocho visitas porque nunca se sintió a gusto, encerrado como estuvo en una jaula negra y roja de la que nunca supo salir. Ni siquiera, cuando Piqué apareció de 9. “Es un resultado muy malo. En la primera parte controlamos el partido, pero después fue un correcalles. Tenemos que aprender de los errores. El Milan ha dado una lección de cómo se juega al catenaccio: tenían a nueve jugadores siempre por detrás de nosotros, dentro de su área, era una pared, no podíamos entrar”, resumió el central azulgrana.
Por mucho que Zubizarreta, Roura y Puyol avisaron antes del partido de la dificultad de jugar en Milán, no pareció entenderles el entorno, que llenó el duelo de cierta sensación de trámite. Pero resultó que tenían razón, que Milán es Milán y que el equipo de Allegri no era una nadería. Supo jugarle al Barcelona, a su manera, por supuesto. En todo el partido hubo cuatro tiros a puerta; dos de ellos los convirtió en gol el Milan. Y el Barcelona cerró el partido con un dato insólito: un solo tiro entre los tres palos.
El Milan ha dado una lección de cómo se juega al ‘catenaccio” Piqué
Como siempre, buscó el equipo de Vilanova el camino habitual hacia el gol, con Cesc y con Iniesta por la banda. Pero el camino estaba cerrado y terminó por perderse en el bosque milanés. Para desesperación del Barcelona, el Milan se inventó dos goles de la nada; primero, con la ayuda de una mano que el árbitro no vio; después, tras una mala basculación defensiva. El gol de Muntari que empina la eliminatoria ahonda en la sensación de fragilidad que transmite este curso el Barça, que ha encajado al menos un gol en cada uno de sus últimos 10 partidos, algo que no sucedía desde la temporada 1998-1999, cuando encadenó 11. Valdés ha encajado 400 en 489 partidos jugados en el Barcelona y esta temporada lleva 38 en 32 partidos. Algo falla y no es el portero.
Por segunda vez consecutiva en lo que va de Champions el Barcelona se quedó sin marcar. Lo hizo contra el Benfica en el último partido de la fase de grupos, en el Camp Nou, que empató. Es su segunda derrota en este curso europeo, tras el 2-1 en Glasgow contra el Celtic. Pero aquel día su juego resultó reconocible, porque remató más de 20 veces. En Milán, por mucho que Busquets dominara el centro del campo, por delante no apareció nadie: Cesc, Iniesta y Messi solo encontraron piernas. La Pulga falló 10 de los 13 regates que intentó, no tiró a puerta y perdió 14 balones. No se le dio mejor a Pedro, la única opción por la banda hasta que apareció en escena Alexis. Siempre hubo más espacios a la espalda de Busi que por delante del balón.
El técnico, aunque consciente de la dificultad de la remontada, lanzó un mensaje de esperanza. “La valoración es fácil. El resultado es malo. Pero este equipo merece confianza y crédito. El resultado ha sido excesivo, pero no es insalvable. No ha sido nuestro mejor partido, han defendido con actitud y atrás, y a nosotros nos ha costado encontrar profundidad. Pero tenemos confianza en remontar en nuestro campo”, afirmó Roura.
“Ha faltado frescura con el balón, crear ocasiones. El Milan ha estado muy bien plantado, no nos ha dejado hacer prácticamente nada”, explicaba Iniesta. “Algo hemos hecho mal, si queremos seguir en la competición, tenemos que jugar mejor. Ellos han hecho las cosas mejor que nosotros”, añadió, clarividente, Alves.
La última vez que el Barcelona perdió por dos goles de diferencia una eliminatoria de Champions fue, precisamente, en Milán, pero contra el Inter, entonces entrenado por Mourinho: el Barcelona perdió por 3-1. De aquella derrota no se levantó, y el Inter ganó la final en el Bernabéu.
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