“Para ser central uruguayo hay que ser agresivo”

Diego Lugano (Canelones, Uruguay, 1980) no se lo pensó cuando le llamó el Málaga. Sin sitio en el PSG, ha desembarcado con la intención de hacerlo más grande y, de paso, recuperar la mejor forma para ayudar a su selección.

Pregunta. Una de las primeras decisiones de Tabárez al frente de Uruguay fue darle el brazalete...

Respuesta. El maestro es un tipo de mucho recorrido. Tenía 24 o 25 años y me convertí en uno de los capitanes más jóvenes de la selección. Son 70 partidos seguidos de capitán. Siempre he querido devolver ese privilegio.

P. ¿Qué piensa de Pellegrini?.

R. A Pellegrini lo conozco de hace apenas 10 días, pero es un técnico del que jugadores de distintos países y distintos equipos hablan siempre bien. Es un tipo respetuoso y claro.

P. ¿Qué le pasó en el PSG?

Lo que más me ha sorprendido de Isco es  su tranquilidad

R. Es la pregunta que me hago desde hace un año. Ancelotti trajo a muchos jugadores y el PSG es un equipo muy especial. Sufrió una transformación radical desde que llegamos Pastore y yo. En Francia hubo mucha resistencia a que gente extranjera pusiera tanto dinero y a uno le tocó comerse toda esa verde. Los últimos cinco meses no jugué. Cuando lo hice el rendimiento fue bueno, también con Ancelotti. Fui el plato roto de un equipo que abrió el cofre.

P. Tiene usted fama de ser un jugador duro. ¿Hay que serlo para ser un buen central?

R. Para ser un central uruguayo tienes que ser agresivo. Si no, te revientan. Así he jugado siempre, lo que me ha llevado muchas críticas, en Brasil, en Turquía y en Francia. En España, por lo que he observado de su fútbol liviano, estas críticas no tardarán.

P. Sus entrenamientos con Ibrahimovic deberían de ser un espectáculo, ¿no?

R. Así lo dicen mis compañeros del PSG. Ibra es un animal y un privilegiado en lo físico. Aprendimos a respetarnos y conocernos.

P. ¿Cuál es su referente actual como defensa central?

R. Quizás Puyol, por todo lo que ha ganado, por la continuidad que tiene, por cómo juega, siempre al límite. Le admiro.

P. ¿Qué busca usted en esta aventura en el Málaga?

R. Tenía la necesidad de salir del PSG. No hubo oportunidad mejor que el Málaga. Primero, por la campaña que venía haciendo en los últimos años a nivel español y europeo. En segundo lugar porque sentía la necesidad de probar un fútbol como el español, el de la mejor Liga del mundo. Además, los últimos seis meses no había jugado y tras el partido contra Argentina, que perdimos y no estuve bien, me agarraron los muchachos y me dijeron que me necesitaban en forma. También estoy en el Málaga para mejorar con mi selección y poder estar en el Mundial de Brasil.

P. ¿Y conocía los problemas por los que ha pasado la entidad?

R. Los conozco. Uno es mayor y averigua todo antes de dar un paso. Está todo bajo control en ese sentido. Quiero ayudar en el tramo final del campeonato, llegar lo más lejos posible en la Liga de Campeones y clasificarnos para la Champions vía Liga.

P. Ha pasado usted de un jeque a otro.

R. Sé cómo se manejan, sin duda, pero mejor no tocarlo.

P. ¿Es favorito el Oporto?

R. El Oporto me sorprendió positivamente en los dos partidos de la liguilla ante el PSG. Jugó muy bien y nos superó. Han traído a los mejores sudamericanos jóvenes, como los colombianos y brasileños. Pero este Málaga ha hecho una gran primera fase y está dispuesto a pelearle de igual a igual. Si dicen que el Oporto es favorito no me incomoda, es justo. Vamos a ir a hacer historia con el Málaga porque este equipo tiene hambre de gloria. Es un partido lindo.

P. ¿Le ha sorprendido el nivel de Isco?

R. No. Lo tenía controlado porque me gusta el fútbol. Lo que sí me ha sorprendido un poco es su personalidad porque es un chico muy tranquilo, muy humilde. Los guachos, cuando pintan figuras de muy jóvenes, montan un circo a su alrededor. Isco no, es un chico tranquilo.