‘Ufe’, el rompecorazones
Fuentes declaró que una hormona falsificada era un tratamiento para su padre, enfermo
El primer día de su larguísimo interrogatorio, el martes, Eufemiano Fuentes rompió los corazones de la audiencia cuando, en la solemnidad de la sala en la que se le juzga por su participación en la Operación Puerto, relató para responder a la fiscal la triste historia de un medicamento llamado Norditropin (hormona del crecimiento, prohibida por el reglamento antidopaje) hallado en la llamada casa de sus padres en Madrid, Caídos de la División Azul 20, por la Guardia Civil que la registró el 23 de mayo de 2006.
El médico también dice que las cajas de Epo chinas requisadas eran para el cáncer de su hija
Con solemne tristeza, casi ira, Fuentes contó cómo ese medicamento era de su padre, enfermo, una medicina de uso hospitalario que le habían entregado en el hospital de Las Palmas y que había llevado en mayo a Madrid para tenerlo allí en agosto, cuando pensaba pasar sus vacaciones en la capital. Y se lo llevó la Guardia Civil, tronó Fuentes, y cuando mi padre fue a reclamarla al juzgado, y aquí, la excavadora atronadora que invadía con sus ruidos la sala del juicio hasta hizo una pausa en sus rugidos, no se lo quisieron dar. Y en el hospital tampoco se lo volvieron a recetar. "Y mi padre murió pocos meses después".
También pocos meses después de la requisa, en septiembre de 2006, a la unidad de la Guardia Civil que investigaba la Operación Puerto le llegó la noticia de una denuncia interesante ante la policía de Valencia, la de un representante de los laboratorios Novo Nordisk que afirmaba que en una calle de la urbanización Cumbres de Calicanto se habían encontrado numerosos envases del medicamento Norditropin Simplexx, cartonajes, tapones y piezas de plástico del envase. El hallazgo era sospechoso ya que Novo Nordisk importaba el medicamento ya terminado y completo, con su envase y su canesú, y no imprimía en España ni almacenaba cartones o envases vacíos. La investigación policial permitió identificar a los responsables de una empresa que había fabricado e imprimido las cajas de cartón para envasar de forma ilícita Norditropin Simplexx falsificado (un producto muy solicitado en gimnasios y otros locales). La policía requisó 3.000 envases. En todos ellos figuraba el mismo número de lote (un lote nunca comercializado en España por el laboratorio Novo Nordisk) y la misma fecha de caducidad. Ambos estaban impresos en color azul, cuando en el original es negro, y también difería la información sobre el medicamento que figuraba en el envase.
La sorpresa llegó cuando comparados estos envases falsos con las tres cajas de Norditropin halladas en la casa de Fuentes se comprobó que compartían las mismas características. Así, en un informe que figura en el sumario de la Operación Puerto, la Guardia Civil concluyó que la supuesta medicina del padre de Eufemiano, y que tanto trabajo le costaba que le recetaran, se trataba “de medicamentos falsificados elaborados por un supuesto laboratorio clandestino sin identificar”.
Aunque a Fuentes y los otros cuatro acusados no se les juzga por dopaje (que no era delito en España en 2006) y el médico canario no perdería nada judicialmente aceptando que poseía sustancias dopantes en sus domicilios, este se ha preocupado mucho de no admitirlo. Para ello, se ha pertrechado de coartadas supuestamente incontrastables y emocionalmente muy sentidas. Las dos grandes maletas llenas de medicamentos halladas en la pizzería (el piso de las máquinas congeladoras de sangre, en Alonso Cano), pertenecerían, y así lo afirmó en el juicio, a su colaborador Alberto León, ya fallecido; y las cajas de Eposino (EPO de origen chino, con cartonajes escritos en chino) sería para combatir los efectos de la quimioterapia a la que se sometía su hija Gara, que sufría cáncer.
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