El Málaga acusa tanto desgaste
Un Celta muy ordenado puntúa en La Rosaleda ante los de Pellegrini, demasiado pendientes de la eliminatoria de Copa
El Málaga acumula tres partidos sin ganar en Liga. Se le está haciendo pesado este mes de enero a los de Pellegrini, con la Copa pasando factura. Aprovechó la coyuntura un buen Celta, ordenado y de buena defensa. El empate, no obstante, fue el resultado final gracias a la portentosa actuación de los dos porteros en cinco minutos finales de enorme emoción. El Málaga, volcado, buscó el triunfo a la desesperada. Varas salvó ante Portillo y Demichelis. Entre una ocasión y otra, un despeje del propio Varas dejó solo a De Lucas ante Caballero. El argentino, otro meta de tronío, le sacó el balón al delantero en el recorte, cuando se disponía a hacer el 1-2.
Málaga, 1 - Celta, 1
Málaga: Caballero; Sergio Sánchez; Demichelis, Weligton, Monreal; Toulalan, Iturra; Joaquín, Isco (Duda, m. 80), Buonanotte (Portillo, m. 66); y Santa Cruz (Saviola, m. 60). No utilizados: Kameni; Gámez, Camacho y Eliseu.
Celta: Varas; Jonny, Cabral, Demidov, Roberto Lago; Insa (De Lucas, m. 58), Oubiña, Álex López (Mario Bermejo, m. 81); Augusto, Aspas (Bellvís, m. 87) y Krohn-Delhi. No utilizados: Sergio; Vila, Toni y Park.
Goles: 1-0. M. 36. Demichelis resuelve en boca de gol. 1-1. M. 76. Augusto, de buen disparo con la derecha.
Árbitro: Estrada Fernández. Amonestó a Varas, Krohn-Delhi, Aspas, Buonanotte, Demichelis, Lago y Bellvís.
La Rosaleda. Unos 25.000 espectadores.
Salvo ese atropellado final, no se vio en La Rosaleda un partido brillante. Más bien soso. El Málaga quiso hacer hizo lo justo para ganar y no le llegó. Con jugadores como Isco desconectados, con Joaquín sin chispa. Fue un Málaga plomizo, menos creativo, más en manos de Iturra que del propio Isco. Un Málaga anclado en dos futbolistas de corte defensivo, que solo encontró atrevimiento cuando se soltó a la desesperada.
El Celta lo intentó siempre y, curiosamente, gozó de mejores ocasiones cuando su planteamiento fue más conservador. El punto que logró lo adquirió con justicia.
Le costó siempre al Málaga. En parte porque encaró el encuentro, a pesar de los esfuerzos de Pellegrini, con la mente puesta en el duelo de vuelta de Copa ante el Barcelona, que tiene en vilo a toda Málaga. En parte, porque no se esperaba el cuadro andaluz a un Celta tan conservador, muy metido en su campo y esperando un milagro de Aspas. Casi lo logra el atacante gallego, que en su amplio repertorio añadió una gran dejada de cabeza que Krohn-Dehli estuvo a punto de aprovechar. Como al final del encuentro, salvó Caballero.
No supo el Málaga superar al Celta, plagado de centrocampistas y con las líneas muy juntas. Se hace necesaria mucha imaginación y una pizca de desborde para alterar tanto orden. Con paciencia, el Málaga combinaba el balón de banda a banda, bien ajustado por Iturra y Toulalan. Ocurre que lo que gana Pellegrini con la presencia de los dos centrocampistas de contención lo pierde en campo contrario. Y más cuando Isco y Joaquín, los futbolistas destinados a alborotar los sistemas contrarios, no gozan de un buen día. Con poco fútbol encontró el Málaga un gol producto de rebotes. Demichelis, mejor en ataque que en defensa, acertó donde Santa Cruz fallaba.
Pensó el Málaga que lo tenía todo hecho y se limitó a matar al Celta al contragolpe. O, mejor dicho, a intentarlo. No hubo frescura ni espacios y sí concesión en defensa, lo que aprovechó bien Augusto. Fue un borrón de Weligton a su excelente partido. Luego llegó el revuelo final y cualquiera pudo ganar. Fue lo más excitante del encuentro.
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