El regreso frustrado de Honda
La juventud de la moto de la fábrica alada, que volvía 24 años después, da al traste con los planes de Rodrigues
El portugués Helder Rodrigues quería ser algo más que el acompañante de Despres y Coma en el podio, como lo había hecho los últimos dos años. Ganó el mundial de rallyes en el 2011 y quería ganar protagonismo en el Dakar en esta edición. No en vano, llegaba montado en una Honda, una CRF 450 Rally, desarrollada especialmente para el regreso del equipo oficial de la marca japonesa. Pero la su reaparición en el Dakar, 24 años después, ha sido más bien un desastre. Rodrigues empezó a descolgarse el segundo día, el primero en desierto abierto. Cuando rodaba con el cuarto mejor tiempo, empezó a tener problemas con la gasolina y se vio obligado a reducir la marcha para no quedarse sin combustible antes del final de la especial. “Perdí mucho tiempo”, recuerda. Cedió diez minutos respecto al ganador, Barreda. Y se quedó con el 15º mejor tiempo, poca cosa. Lo peor es que las averías se han sucedido desde entonces. Justo un día después de aquello el portugués, de 33 años, volvía a tener problemas con la bomba de la gasolina. A su llegada a Nazca, había cedido otros 25 minutos respecto a Chaleco López, el mejor de la jornada. “En solo dos días el Dakar se me complicó más que en los últimos años”, concedía desconsolado.
"¿Qué hay que mejorar? Todo”, dice el director del equipo, Henk Hellegers
“Luego, poco a poco, fui recuperando. Y cuando ya estaba rozando el podio volví a tener una avería y lo perdí todo”, cuenta. Fue hace dos días cuando se rompió un cable, la moto se paró y perdió 48 minutos para arreglarlo: “El plan era atacar y lo estaba haciendo. Estaba volando, no había cometido ningún error de navegación, era rápido en las zonas pedregosas y también en las dunas”, recordaba. Pero, otra vez, algo falló. Está desilusionado. Aspiraba a mucho más y confiaba en que seis meses fueran suficientes para una fábrica todopoderosa como Honda. Pero no ha sido así.
“Es todo nuevo. Y esta moto es muy joven. Necesitamos más tiempo para desarrollar la moto. En medio año no hemos podido hacerlo, hace demasiado tiempo que dejamos de competir en el Dakar y nos falta experiencia. Nuestra primera victoria fue estar en la salida, en Lima”, explica Katsumi Yamazaki, el líder del proyecto de Honda para el Dakar, que ya era la cabeza de mando cuando la fábrica alada compitió desde 1981 hasta 1989. En los 80 ganaron cuatro títulos. Para volver a la senda de la victoria necesitan, como mínimo, más tiempo. “El Dakar es especial. Los tests no pueden reproducir etapas de 800 kilómetros o especiales de casi 600. Hemos recopilado muchísima información y volveremos más fuertes”, añade. “Queríamos llegar al podio, pero no ha podido ser”, reconoce el director del equipo, Henk Hellegers, que no esconde las expectativas, frustradas, que levantó su proyecto. ¿Qué hay que mejorar? “Todo”, reconoce el japonés. “Hay que trabajar en la durabilidad de la moto”, asumes, consciente del significado que eso tiene si uno pretende ser competitivo en el Dakar. “Hay que trabajar mucho. Y en todo”, añade lacónico Rodrigues.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.