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Despres, a la caza de un motor

El francés ejerce de mecánico en la etapa maratón e intercambia su motor con el de un piloto privado tras romper la caja de cambios

N. TRONCHONI
Cyril Despres, en el desierto.
Cyril Despres, en el desierto.FRANCK FIFE (AFP)

Sobre un manto de piedras, a la entrada de un minúsculo polideportivo municipal en la pequeña localidad de Cachi, con las herramientas prestadas por el camión de la organización y todavía vestido con parte del mono de faena, el de piloto, no el del mecánico que fue antes de empezar a ganar un Dakar tras otro, Cyril Despres puso su moto a punto. Eso sí, lo hizo gracias a la generosidad de un piloto polaco, Marek Dabrowski, perteneciente a un equipo privado, pero que corre con una KTM. Despres, que hace muchos años se ganaba, y muy bien, la vida como mecánico en Paris, refrescó la memoria, se rodeó de un buen puñado de amigos y puso la logística del Dakar a disposición de su moto.

Lo tuvo que hacer, pues no le quedaba otra, en plena etapa maratón para las motos, caracterizada por la ausencia de asistencias, mecánicos y logística propia en una suerte de vivac improvisado a unos cuantos cientos de kilómetros del campamento en el que hacían noche el resto de equipos y los competidores en coche. Lo hizo recién empezada la tarde y hasta que cayó la noche, al aire libre, a la vista del resto de rivales, a las afueras de aquel polideportivo a cuyas vallas asomaban decenas de curiosos. Despres se vio obligado a cambiar su motor tras romper la caja de cambios de su moto en mitad de la especial. La avería le hizo ceder poco más de 13 minutos este viernes y, como consecuencia, perdió 14 minutos con el líder de la carrera, un sorprendente Olivier Pain. Ocurre que, al tratarse de una etapa maratón, el francés necesitaba solucionar el problema con sus propias manos antes de volver a tomar la salida este sábado, pues otra especial con la caja de cambios rota daría al traste con sus aspiraciones de sumar el quinto Dakar.

La avería le hizo ceder poco más de 13 minutos

Así que Despres localizó a su verdugo, Dabrowski, le pidió un favor ante el que este no se podía negar –“Es muy importante para nosotros mantener la buena relación con KTM. Es bonito que podamos ayudar, y yo no creo que pierda mucho: tendré una solo una marcha y quizá tenga que conducir hasta la noche, ¿pero qué puedo hacer?, concedía-, reclutó a un puñado de amigos, entre ellos a su mochilero Ruben Faria, al ganador de la etapa y sustituto de Marc Coma en el equipo oficial de KTM, Kurt Caselli, y a Patrick Beaulé, un mecánico de KTM Canadá que también participa en la carrera como privado. Entre los cuatro desmontaron el motor del polaco y lo intercambiaron por el de Despres. Pasaron la tarde y parte de la noche, a pesar del chaparrón que les obligó a buscar cobijo bajo una carpa frente a la entrada del polideportivo.

Pero Despres no perdió los nervios en ningún momento. Cualquiera hubiera tenido dificultades para solventar el problema en una jornada tan compleja como esta, sin piezas de recambio y un equipo de mecánicos, pero no él. Porque sabe mejor que ningún otro como cambiar un motor, porque no tuvo problemas para encontrar a su verdugo, y porque pese a la penalización que le supone cambiar esta pieza (15 minutos) tendría que haberlo hecho más pronto que tarde, pues nadie completa la prueba con un solo motor. Eso sí, tras horas de trabajo se negó en rotundo a atender a los escasos periodistas presentes. La jornada no había sido tranquila y no tenía ganas de hacer un último esfuerzo. Ahora solo le queda confiar en que el motor de Dabrowski, que es idéntico a los de la KTM oficial pero que el polaco lleva utilizando desde que empezó el rally, tenga suficiente vida para que no se vea obligado a volverlo a cambiar antes de llegar a Santiago de Chile. Eso le supondría una sanción extra de 45 minutos que le apartaría definitivamente de su lucha por el título.

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Sobre la firma

N. TRONCHONI
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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