“¿Pedir el traspaso? Aún tengo fe”

La última vez que Pau Gasol se quedó tan seco como el viernes ante los Clippers todavía jugaba Michael Jordan, en su postrera aventura con los Wizards de Washington. Fue el 4 de noviembre de 2001 y el pívot de Sant Boi, a sus 21 años, era reserva en su tercer partido en la NBA. Fue ante Dallas, el equipo que dirigía el que ahora es su compañero Steve Nash. Con los nervios de su recién iniciada aventura en Memphis, Gasol relevó a Stromile Swift y en los 17 minutos que estuvo en la cancha sumó dos puntos y cuatro rebotes. Fue su última novatada. Dos días después anotó 27 puntos ante Phoenix, un aviso de la extraordinaria carrera que daba inicio.

Once años y medio después, el viernes, en el derbi ante los Clippers y en plena crisis de los Lakers, Gasol repitió por primera vez los peores números en los 921 partidos que lleva en la mejor liga del mundo, a excepción de un cero ante Nueva Orleans, el 14 de mayo de 2008, pero en un partido testimonial porque solo jugó dos minutos y medio. Esta vez, contra los Clippers, estuvo 27 minutos en la cancha y se quedó en dos puntos, con una canasta en seis lanzamientos y dos fallos desde la línea de tiros libres, solo cuatro rebotes y dos asistencias. Los Lakers, que no tuvieron la menor opción ante el equipo comandado por Chris Paul y Blake Griffin, perdieron por 107-102 y ocupan la 11ª plaza en el Oeste con 15 triunfos y 17 derrotas. Todas las miradas se dirigen al pívot español, que está cuajando su peor temporada, con una media de 12,8 puntos, muy lejos de los 20,7 de 2007 o los 18 o 19 de los últimos años.

“¿Ha pedido el traspaso?”, le plantearon sin rodeos. “No. Eso es radical. Todavía creo. Todavía tengo fe”, confesó. “Mantengo la confianza en que puedo ser una parte importante y ayudar al éxito de los Lakers. Aunque, de momento, no estoy siendo capaz de hacerlo a menudo”. La cuestión se fundamentaba tanto en su mal partido como en los rumores propagados por una cadena de televisión de Estados Unidos. El planteamiento es que los Wolves de Minnesota desean ficharle. La operación no es fácil. El que lo quiera tendrá que pagarle 39 millones de dólares, casi 30 millones de euros, por lo que resta de temporada y la siguiente.

Puedo ayudar al éxito de mi equipo, pero ahora no estoy siendo capaz de hacerlo”

Pau Gasol

Gasol volvió a quedarse prácticamente sin jugar en el último cuarto. Solo reapareció en el último minuto y medio, cuando Dwight Howard fue eliminado por faltas y en ausencia de Jordan Hill, que se lesionó minutos antes. Mike D’Antoni, que le había prometido a Gasol días atrás que estaría sobre el parquet en los minutos decisivos, negó que su decisión se debiera a la fascitis plantar y tendinitis que sufre Pau en ambas rodillas. “Simplemente no jugó un buen partido”, sentenció D’Antoni.

El pívot, de 32 años, se extendió sobre su situación. “Es difícil. No depende sólo de mí involucrarme en el juego. Lo estoy intentando. Cuando estoy en el poste alto es cuando más integrado me siento y puedo ejecutar más jugadas... pero no ocurre a menudo. Debo tener más iniciativa. No puedo esperar a que otros tomen decisiones por mí... Tengo que hacer las cosas por mí mismo”. Acerca del partido, añadió: “Mis compañeros estaban haciendo un gran trabajo en la cancha, reduciendo la desventaja. Y nos dimos una oportunidad. Desde este punto de vista no fue frustrante, pero igualmente fue duro”.

Kobe Bryant expresó su deseo de ayudar a Pau. “Necesita muchos más balones en el poste. Él mismo admite que no es un anotador, pero puede hacer jugadas para otros allí, controlar el juego desde ahí abajo. Tenemos que encontrar una manera de tenerlo más activado”.

Nash elogió a Gasol: “Es un talento tremendo y solo hace seis meses jugó increíblemente en los Juegos Olímpicos. Debe ser paciente”.