Navarro resintoniza al Barcelona
La antológica exhibición de la figura del Barcelona Regal, con 33 puntos y un solo fallo en 17 lanzamientos, bate por primera vez al Madrid esta temporada y endereza la marcha de su equipo
Navarro llevó al Barcelona Regal y a la Liga Endesa a una nueva dimensión en un clásico apasionante que encalló por primera vez esta temporada a un Real Madrid obstinado y persistente. La sensacional actuación del escolta, bien acompañada por un equipo catapultado por su empeño en olvidar su acentuada e inusual crisis liguera, marcó definitivamente la diferencia. Ganó un Barcelona descomunal, capaz de meterle 96 al Madrid cuando solo promediaba 75 en su tortuosa temporada, capaz de sumar 12 de 21 triples, un 57%, cuando hasta ahora solo llegaba al 30%, capaz de resistir el ataque del mejor equipo del campeonato.
Barça Regal, 96 - R. Madrid, 89
Barcelona Regal: Sada (7), Navarro (33), Mickeal (15), Lorbek (9) y Tomic (8) —cinco inicial—; Marcelinho (2), Jawai (7), Wallace (8), Rabaseda (0) y Jasikevicius (7).
Real Madrid: Llull (6), Rudy Fernández (18), Suárez (2), Mirotic (12) y Begic (0) —cinco inicial—; Sergio Rodríguez (17) Slaughter (8), Carroll (11), Felipe Reyes (10), Draper (3) y Hettsheimer (2).
Parciales: 23-20; 22-24; 28-20 y 23-25.
Árbitros: Arteaga, Araña y Cataltrava. Sin eliminados.
7.359 espectadores en el Palau. En el descanso, se entregó a Manel Comas el galardón ‘Raimundo Saporta’ a su trayectoria.
Nada hubiera sido igual sin Navarro, que anotó 33 puntos, con cinco triples sin fallo, y además de seis rebotes y tres asistencias. Las metió de todas las formas posibles, con reversos que dejaban su liviano cuerpo en una posición inverosímil, a la salida de fintas que dejaron retorcidos, medio mareados, a sus marcadores de turno, que fueron varios, claro: Llull, Carroll y el hombre llamado a darle la réplica, Rudy Fernández. Y el alero mallorquín asumió el papel hasta la media parte, pero en la segunda perdió el hilo y sucumbió con solo cuatro tiros libres en el tercer cuarto y ningún punto en el último.
Pablo Laso tardó algo más de la cuenta en apreciar que el partido entraba en un punto de inflexión determinante entre el final del tercer cuarto y el inicio del cuarto. Fue entonces cuando el Barcelona dio un notable tirón, con un parcial de 11-2 que abrió una tremenda brecha: 81-66. El detalle es que Rudy Fernández no estuvo durante esos minutos en la cancha. Y en bastantes de ellos tampoco estuvo Sergio Rodríguez, el hombre que había catalizado al Madrid en la primera parte con un recital en la dirección de juego, hasta cinco asistencias y algunas canastas providenciales como el fantástico triple con el que cerró el segundo cuarto (45-44).
La Bomba lanzó cinco triples sin fallo, capturó seis rebotes y dio tres asistencias
Quedaban ocho minutos, mucho tiempo, muchísimo, pero el Barcelona, a pesar de contar con un montón de jugadores cargados de faltas, podía empezar a administrar su ventaja. No es tarea fácil cuando enfrente está un rival como el Madrid, capaz de anotar a discreción, en un abrir y cerrar de ojos. De hecho, el Madrid logró amenazar de nuevo cuando un triple de Carroll lo situó a cinco puntos, 86-81, con tres minutos y medio por delante y Mickeal, demasiado beligerante con los árbitros, castigado con una falta en ataque sobre Rudy. Pero la inercia del juego pertenecía ya al Barcelona, y a Navarro por supuesto, que volvió a anotar un triple desde casi ocho metros.
El duelo resultó vertiginoso, con rienda suelta para el talento, el paisaje ideal para Rudy y Navarro, con un toma y daca táctico entre Pablo Laso y Xavi Pascual más digno de computadoras que de entrenadores. No hubo tregua. Pascual repitió la idea del partido ante el Fenerbahçe, con Sada de nuevo titular en lugar del hasta ahora habitual Marcelinho. Se trataba de que Sada contuviera a Llull como lo había conseguido el viernes con McCalebb. Misión cumplida. La defensa en zona del Barcelona también a las primeras de cambio también incomodó al Madrid.
Cuando el Barça se escapó, Rudy Fernández no estaba en la cancha
Pascual utilizó todo tipo de defensas para tratar de frenar el poderoso ataque del Madrid, también con una zona mixta, en la que Rabaseda se emparejó con Carroll, y con una zona 2-3 en varias ocasiones durante en la segunda parte. Tomic no anotó su primer punto hasta bien entrado el segundo cuarto, pero su labor de intimidación y en la lucha por el rebote resultó vital para impedir que el Madrid sacara provecho de una de sus principales armas, el rebote en ataque. A pesar de que estuvo mejor en el balance de balones recuperados y perdidos, el Madrid no pudo explotar otra de sus mejores armas, sus magníficos porcentajes en los triples —apartado en el que los blancos se quedaron en 9 de 24 para un pobre 37%—.
Por primera vez en lo que va de temporada cayó el Madrid, que no logró igualar el récord de 15 triunfos consecutivos que está en su poder, en manos del equipo que dirigía Lolo Sainz en la temporada 1987-1988. Fue precisamente la temporada en la que Nacho Solozábal logró un recordado triple que le dio el triunfo al Barcelona en la Copa del Rey. La situación, 25 años después, empezaba a similar a la de aquel día en la final de Valladolid.
La derrota del Madrid le impide igualar el récord de 15 triunfos seguidos de Lolo Sainz
El Madrid continúa muy lejos en la clasificación, inalcanzable prácticamente para el Barcelona en la fase regular de la Liga. Pero Navarro encarriló a su equipo para obtener el billete para la Copa, que tan increíblemente le habían complicado sus siete derrotas. Y, de paso, dio una nueva dimensión a un campeonato monopolizado hasta ahora por el Madrid.
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