Chicharito, un lujo

Apocado, embutido habitualmente entre un abrigo y un gorro que apenas dejan ver su rostro cuando se va al banquillo, su hábitat más frecuente, la figura de Chicharito Hernández (Guadalajara, México; 1988) se agiganta cada vez que el artillero huele el césped. En la última cita del Manchester United, el miércoles frente al Newcastle en Old Trafford, el mexicano volvió a demostrar que, pese a ser un actor secundario para el técnico Alex Ferguson, siempre tiene el gatillo a punto para dar el toque de gracia definitivo. Lo hizo una vez más en el último suspiro, cuando cazó un balón colgado y lo envió a la red con un remate delicioso que incrementó la brecha sobre el Manchester City al frente de la Premier hasta los seis puntos.

“Él siempre está ahí, a punto para marcar en el momento más importante”, le elogió el preparador escocés, encantado con el rendimiento de Little Pea (Pequeño Guisante), como le apodan en Inglaterra. Terminal pese a ser un asiduo de la banqueta, Chicharito ha rubricado ya seis dianas en el campeonato, tres más en la Champions y otra en la Copa de la Liga. Algunas de ellas determinantes, como las que les endosó al Chelsea, el Aston Villa o al Newcastle, que han reportado nueve puntos al casillero de los diablos rojos, o las dos que anotó para liquidar al Braga. “Es muy listo, se mueve muy bien dentro del área”, explica Cuéllar, zaguero del Sunderland; “en ese sentido se parece a Raúl. Le caen todos los rechazos y sabe estar en el lugar adecuado”.

Se parece mucho a Raúl, siempre está en el lugar y el momento adecuado" Carlos Cuéllar (Sunderland)

Reclutado hace tres cursos procedente del Chivas, a cambio de siete millones de euros, su promedio realizador (un gol cada 85 minutos) es superior al de los mejores cañoneros: Van Persie (13 tantos en 1.552 minutos, marca cada 119 minutos), Michu (13 en 1.561 minutos, uno cada 120), Ba (11 en 1.575, uno cada 143) o Luis Suárez (11 en 1.616, uno cada 147). “Es el gran protagonista de las remontadas del United. Los aficionados le admiran mucho. Ferguson ha dicho más de una vez que le duele no alinearle más veces como titular”, prolonga Cuéllar. Eclipsado antes por atacantes de relumbrón como Berbatov y Owen, y por estrellas como Rooney y ahora Van Persie, el estilete ha sabido aceptar un rol secundario y batirse el cobre por un puñado de minutos con el joven Welbeck. “Aquí se le compara con Soljskaer”, apostilla el defensa español.

Ha firmado seis dianas en la 'Premier', tres más en la 'Champions' y otra en la Copa de la Liga

Episódico de lujo, certero también casi siempre que el mánager le da bola de inicio, como ante el Newcastle, no se la ha oído alzar nunca la voz, ni siquiera cuando Ferguson le privó de los Juegos de Londres el pasado verano con el objetivo de tenerle fresco. “Lo primero es el equipo”, incide él en un notable inglés, amoldado a la idiosincrasia del club y a Manchester; “la historia de este equipo nos dice que debemos luchar hasta el final”. Educado y profesional modélico —“se ha adaptado más rápido que cualquier extranjero que haya conocido”, detalló en su día Scholes—, tuvo una irrupción fulgurante en Inglaterra con 13 dianas en 27 citas. Se mantuvo el curso pasado (10 en 28) pese a sus recurrentes visitas a la enfermería y va camino este de firmar otra vez muy buenos registros. “Nunca agacha la cabeza”, concluye el talludo Ferdinand sobre un ariete cuyo padre y abuelo jugaron con México y el Chivas, y que cuenta ya con 42 redes en 101 apariciones con los diablos. Ya sea en el once o desde la sombra, siempre con la guadaña afilada.