“Que no se repita el desastre”

A riesgo de pecar de oportunismo tras la peor derrota sufrida por el Barcelona Regal en la Liga desde 1983, el miércoles y por 54-62 ante el Obradoiro, pero como frase definitoria del vuelco experimentado, salen a colación dos de las frases de su entrenador Xavi Pascual hace dos meses y medio con motivo de su renovación hasta 2015. “En un club como el Barça, la palabra transición está prohibida. Tenemos que encontrar equilibrio para ser competitivos, e intentaremos crecer progresivamente con paciencia”. Sentada esta premisa, la sexta derrota del Barcelona, tras perpetrar en ese partido su peor registro anotador en casa durante la era ACB (desde 1983), provocó el enfado del público y la reacción de urgencia de los máximos responsables del equipo.

El propio Pascual fue el primero en admitir la magnitud del desaguisado. “Hemos sido una caricatura de equipo, un equipo tan malo como los 54 puntos indican. Hemos jugado fatal”, sentenció el entrenador. Los directivos, con su máximo responsable Joan Bladé a la cabeza, mantienen que no se puede repetir una actuación similar. “El equipo jugó rígido, sin argumentos, agarrotado por la presión. Se puede ganar o perder, pero los jugadores no pueden sucumbir a esa presión y quedarse rígidos, sin argumentos, víctimas de la espiral de su propio mal juego”, afirma uno de los responsables de la sección. “Pero al mismo tiempo, estamos convencidos de que lo que sucedió ante el Obradoiro no tiene nada que ver con la calidad técnica de un equipo en el que no faltan jugadores con experiencia y que son capaces de afrontar este tipo de situaciones. Que no se repita el desastre”.

Niegan los directivos que su exigencia signifique un toque de advertencia o un ultimátum. El club apela a la seriedad de su proyecto y rechaza la más mínima especulación sobre un cambio de entrenador o en la dirección deportiva. Antes al contrario, como ya sucedió en junio tras el tercer partido de la final de la Liga Endesa en que el Madrid arrolló al equipo azulgrana (85-69), se ha ratificado de manera explícita la confianza en Pascual, en Creus y en los jugadores. Entonces, el equipo logró darle la vuelta a la situación y acabó ganando la Liga Endesa.

El club apela a la seriedad de su proyecto y rechaza especulaciones sobre un cambio de entrenador

La premura del calendario, las seis derrotas en la Liga Endesa y los tres tropiezos consecutivos (CSKA, Gran Canaria y Obradoiro), exigen una reacción fulminante. El Barcelona afronta cuatro partidos en los que debe certificar un puesto entre los ocho primeros —ahora es séptimo con las mismas victorias que los tres que le siguen en la tabla— y su presencia en la Copa del Rey, del 7 al 10 de febrero en Vitoria: el Unicaja en Málaga, el Real Madrid, el Lagun Aro y el Estudiantes en el Palacio de la Comunidad. El equipo azulgrana, campeón en 2010 y 2011 y finalista en 2012, nunca ha faltado a la cita copera.

Las lesiones son uno de los inconvenientes que afligen al equipo azulgrana. Navarro sufrió una rotura fibrilar en el partido del domingo ante el Gran Canaria. El pronóstico es que debe estar entre siete y 10 días de baja. Ante el Obradoiro también se lesionó Jawai, que padece un esguince del ligamento lateral externo del tobillo derecho y será baja durante dos semanas. Además, Lorbek también está jugando esta temporada con molestias en una rodilla.

Por el momento, desde la dirección deportiva azulgrana no se contempla un fichaje de manera inminente. La plantilla azulgrana, que cuenta con 13 jugadores, uno más de los que se pueden inscribir en cada partido, podría ser reforzada, de ser necesario, por algún jugador del equipo B.