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Molina lanza a un Betis en racha

El equipo de Mel se impone (0-1) a un Celta sin pegada que mereció el empate

Rafael Pineda
Mario Bermejo y Nacho pugnan por el balón
Mario Bermejo y Nacho pugnan por el balón- (AFP)

El Betis de Pepe Mel tiene un mérito tremendo. Instalado en la élite, lo mismo gana jugando bien que con dosis de fortuna, como ayer en Balaídos. Un gol de Jorge Molina, en una acción fantástica de delantero centro, le dio la victoria ante el Celta, que quizás mereciera el empate, sobre todo tras la última acción de Mario Bermejo, pero que acabó agachando la cabeza ante este grupo competitivo, producto del espectacular trabajo de su entrenador y de sus jugadores. Sólido en defensa, al Betis no le hizo falta que carburara su centro del campo, le bastó con un fantástico contragolpe y la aparición estelar de Adrián en el tramo final. Tres puntos de oro, que disparan al equipo andaluz y que provocan, irremediablemente, una revisión de los objetivos. En esta Liga, los béticos se han ganado el derecho a soñar y su meta debe ser ya la pelea por un puesto en competición europea, pues a los futbolistas se les ve de lejos que tienen hambre de gloria después de algunas campañas alejados de la élite.

Celta, 0 - Betis, 1

Celta: Varas; Hugo Mallo, Cabral, Túñez, Roberto Lago (Bellvís, m. 46); Augusto Fernández (De Lucas, m. 85), Oubiña, Bermejo, Krohn-Dehli; Park (Toni, m. 46) y Aspas. No utilizados: Sergio; Vila, Bustos y Natxo Insa.

Betis: Adrián; Chica, Amaya, Mario, Nacho; Cañas, Beñat (Rubén Pérez, m. 83), Salva Sevilla (Nosa, m. 67); Campbell, Rubén Castro y Juan Carlos (Jorge Molina, m. 56). No utilizados: Casto; Ángel, Paulao y Álvaro Vadillo.

Goles: 0-1. M. 80. Jorge Molina.

Árbitro: González González. Amonestó a Juan Carlos, Toni y Amaya.

Unos 15.000 espectadores en Balaídos.

El gol de Molina, decisivo, de punta nato, abrió un final de encuentro en el que realmente pasaron cosas, puesto que la mayoría del encuentro resultó infumable. Al tanto del delantero bético siguió una reacción de rabia del Celta que estuvo a punto de convertirse en el empate. Augusto, con todo a favor, la lanzó a las nubes, Adrián hizo un paradón ante Túñez y todavía Mario Bermejo, en una acción increíble, mandó el balón al palo con todo a favor para marcar. Mereció la igualada el Celta, pero el viento sopla ahora a favor del Betis. Ensimismados en el toque, Celta y Betis se acabaron confundiendo. Valoraron que el buen fútbol es sinónimo de balón al pie, a un ritmo lento, y se olvidaron de que este deporte exige cambios de ritmo, desmarques y balones al espacio, tretas para superar defensas bien plantadas, una chispa de imaginación para quebrar partidos demasiado planos. Especialmente llamativa fue la falta de lucidez del Betis en una zona del campo en la que contó con superioridad numérica siempre, pues Paco Herrera, con una alineación muy ofensiva, dejó a Oubiña contra Cañas, Beñat y Salva Sevilla. Sin apenas apoyo, el centrocampista gallego se comió a sus rivales. Cuando el Betis superaba la presión del Celta, Rubén Castro, su goleador, cogía el balón muy lejos de Varas, mientras que Campbell y Juan Carlos sufrieron mucho antes laterales fogosos y de largo recorrido como Mallo y Lago. Solo Aspas, veloz, imprevisible, pudo crear peligro. No tuvo pegada el Celta, tapado por Adrián y el palo.

El triunfo certifica las opciones europeas del Betis y deja tocado al Celta, al que no se le puede negar su pelea hasta el final por lograr el empate. El fútbol, muchas veces, es una cuestión de dinámicas, y el equipo andaluz se encuentra en estos momentos en una muy positiva, en la que todo le sale bien.

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