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“Los Lakers necesitan mucha más paciencia”

El técnico inició en septiembre su segunda etapa en el CSKA, club con el que consiguió dos de las cuatro Euroligas con la que cuenta en su palmarés

Robert Álvarez
Messina, este año, da instrucciones a sus jugadores del CSKA ante el Regal Barcelona.
Messina, este año, da instrucciones a sus jugadores del CSKA ante el Regal Barcelona.ALEJANDRO GARCÍA (EFE)

Ettore Messina (Catania, 1959), tras una temporada y media en el Real Madrid y su experiencia como entrenador asistente de Mike Brown en los Lakers, inició en septiembre su segunda etapa en el CSKA de Moscú, el club con el que consiguió dos de las cuatro Euroligas con la que cuenta en su espléndido palmarés.

Pregunta. ¿Se explica usted qué les sucede ahora a los Lakers?

D’Antoni es inteligente y le buscará sitio a Pau, que puede hacer de todo”

Respuesta. Ellos tienen su propia explicación. No quiero opinar de eso. Pero al mismo tiempo puedo decir que ahora van a necesitar mucha más paciencia de la que tuvieron cuando echaron a Mike Brown. Por cómo es su balance, por lo que está pasando con Pau, por las lesiones, por cómo ha sido recibido el entrenador, que no es como esperaban..., se necesita mucha calma y tranquilidad para aguantar, hasta que recuperen a los lesionados. Creo que realizarán unas operaciones de mercado. Hasta que el entrenador pueda imponer su sistema y todos confíen en ese sistema, van a necesitar mucha paciencia.

P. ¿Y cómo encaja Gasol en todo eso?

R. Se lo pregunta a alguien que es un admirador de Gasol. Encaja tan bien como… un locutor de televisión. Puede hacerlo todo. Por supuesto, en el sistema de D’Antoni necesitan un cuatro que abra la pista con tiros de tres, pero Mike es un tipo inteligente y le van a buscar un puesto.

P. ¿Ha hablado con Mike Brown?

R. Sí. Mike es una persona sincera, transparente. Ni siquiera pensó en dejar de hacer experimentos en la pretemporada, a riesgo de perder partidos que llevaron a la gente a sumar las derrotas de pretemporada con las de temporada. Otro hubiera hecho jugar 38 minutos a los titulares en cada partido de pretemporada y se hubiera centrado más en salvar su propia piel.

P. ¿Qué le ha parecido la sanción de Stern a Popovich por dar descanso en Miami a cuatro jugadores importantes?

R. En el país de lo políticamente correcto no han premiado la sinceridad de Popovich. Porque si uno quiere tomarle el pelo a la NBA, llega con los cuatro a Miami, los sienta en el banquillo, alega que tienen molestias y no les hace jugar ni un minuto. Una vez más, Popovich ha sido como es: directo y sincero. Y ha salido perjudicado. Yo soy de Popovich, no soy objetivo. Lo que hace Popovich para mí es ley.

A Kobe le gustaría un Pau más agresivo y a Pau, un Kobe más generoso y tranquilo”

P. ¿Le sorprende la extraña relación establecida entre Kobe Bryant y Pau Gasol?

R. Es una relación de mucho respeto.

P. Pero Kobe dice cosas muy chocantes; a veces muy duras, otras muy conciliadoras.

R. Claro. Porque tienen dos personalidades muy distintas y su manera de ver la vida, el deporte, el desafío, es diferente. A Kobe le gustaría un Pau más agresivo. A Pau le gustaría un Kobe más abierto, que compartiera más la pelota, más tranquilo cuando quiere decir algo fuerte. Al final se respetan muchísimo. Su talento, la capacidad de ser lo que son y de resistir la presión son enormes. Cuando tú eres un Pau o un Kobe y tienes la responsabilidad de que, si no haces al menos un doble doble, sabes que tu equipo no gana… Y esa presión la tienes 82 veces, además de los playoffs. Y has jugado en Utah, te despiertas a la siguiente mañana en Filadelfia y te dices: ‘Esta noche tengo que hacer vez un doble doble otra vez y si yo, Howard y Kobe no lo hacemos, a pesar de lo que hacen todos los demás, tenemos un problema’. Y tú tienes que hacerlo, ¿eh? Es como De Niro o Penélope Cruz: cada vez que aparecen públicamente tienen que hacerlo bien; si no, la gente les pita. Los jugadores y más los grandes saben perfectamente quiénes son los que les pueden ayudar a ganar. Y Kobe sabe que Pau es una pieza importantísima.

P. Después del Madrid y los Lakers, ¿asume en Moscú un proyecto en el que solo vale ganar?

R. No. La gente desde fuera no conoce al CSKA. El concepto es que tenemos que estar arriba y competir para ganar. Y si no, si hemos competido al máximo de nuestras posibilidades, no se da ninguna locura: seguimos trabajando para ser mejores.

P. No es como en el Madrid o en los Lakers.

R. No lo sé…

La pena por el Madrid ya se me pasó. Juega bien y con personalidad”

P. Pero ha estado y conoce esos dos clubes.

R. Sí. En el Madrid, al fin, está creciendo esa generación de jóvenes que tuve la suerte y el placer de empezar a entrenar con Llull, Suárez, Mirotic, Sergio, el mismo Tomic que está en Barcelona, añadiendo un referente como Rudy y un grupo de extranjeros de buen nivel. Al final está donde quería estar. Ha tenido que pasar un tiempo, pero ahora están jugando bien y podrán competir hasta el último minuto en todas las competiciones, e incluso ganar.

P. Lo dice con un poco de pena...

R. No. La pena la he terminado. La he tenido. Sería mentira decirle que no fue así. Pero estoy contento viendo a esos jugadores con tanto protagonismo en Europa y en la selección. Me alegro por ellos.

P. ¿Marcó mucho en Moscú su inesperada derrota en la final de la Euroliga ante el Olympiacos?

R. A nivel de opinión pública me cuentan que fue bastante decepcionante, incluso más que cuando perdieron la semifinal, en casa, contra el Tau en 2005. El club por supuesto se sintió decepcionado, pero no ha cambiado de entrenador por perder un partido. Lo han cambiado pensando en un programa distinto, sabiendo que íbamos a perder casi seguro a Siskauskas, que se retiraba, a Shved, que se iba a Minnesota, y pensando que Kirilenko podía seguir el mismo camino, como así fue. Ahora estamos con un equipo completamente distinto, que tiene que empezar casi de cero. Tenemos algún jugador importante, intentamos ver los referentes. Pero si me pregunta: ¿les costó perder? Sí, por supuesto. No hay más reproches ni tristezas. Se mira adelante.

R. Usted dirigió a Tomic. ¿Qué le parece su evolución?

R. Es un jugador que me gusta mucho. Cuando nosotros no teníamos seguridad de que Krstic fuera a seguir este verano, porque tenía una opción para irse, nuestra primera opción era Tomic.

Me encanta Tomic. De no haber renovado Krstic, era nuestra opción en Moscú”

P. ¿Le sorprendió que el Madrid lo dejara marchar?

R. No sé. Hubiera sido lógico esperar algo más. Estos chicos jóvenes y altos suelen empezar a alcanzar su mejor rendimiento a partir de los 27 o 28 años. Este año ha dado un paso adelante. Quizás cambiar de ambiente le ha ayudado. Pero es un jugador que a mí me encanta. No es el estereotipo de tío grande, intimidador, con mala cara. Es distinto. Si aprovechas sus virtudes, y puede rendir incluso más con el tiempo, es una opción muy buena para el equipo. No es un intimidador como Ndong, no juega defensivamente como Vázquez, pero ofrece cosas distintas. Es una cuestión de cómo vamos a arreglar el equipo, cómo lo equilibramos: lo que me da más, lo que me da menos. ¿Quién me puede cubrir las parcelas en que él ofrece menos? Quizás puede ser Mickeal, con más ayudas en defensa, o CJ Wallace, que ha subido su nivel respecto a la primera temporada. Entonces, la suma quizás sea mejor de lo esperado.

P. ¿Qué le parece el Madrid?

R. Está jugando muy bien. Ya incluso el año pasado lo hizo muy bien. Sobre todo juega con personalidad. Son jóvenes y juegan con personalidad, y eso es lo más importante. Si cometen un error se dicen a ellos mismos: ‘Sé que esta es mi fuerza y voy a repetir lo mismo hasta que lo haga bien’.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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