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Fútbol

El Chelsea, finalista del Mundial de Clubes

Los ingleses vencen al Monterrey (1-3) con goles de Torres y Mata

Mata celebra su gol con Ivanovic
Mata celebra su gol con IvanovicKIMIMASA MAYAMA (EFE)

El Chelsea se medirá al Corinthians, brasileño, en la final del Mundial de Clubes después de vencer al Monterrey, mexicano (1-3) con una gran actuación de los españoles Mata y Torres, que marcaron los dos primeros tantos del conjunto que dirige Rafa Benitex.

El Corinthians, por su parte, se impuso ayer por la mínima (0-1) al Al Ahly en la primera semifinal del Mundial de Clubes. El ganador de la Copa Libertadores pasó más apuros de los previstos para superar a su rival, bastándole un solitario gol del peruano Paolo Guerrero en la primera mitad para acabar con las opciones del conjunto norteafricano, mejor en la segunda parte, pero sin demasiada calidad para dar la campanada.

El Corinthians salió mejor plantado desde el primer minuto y se hizo el dueño absoluto de la pelota. Aunque no estaba generando ocasiones claras, forzó tres saques de esquina antes de la media hora, hasta que el equipo brasileño se adelantó en el marcador gracias a un cabezazo cruzado de Guerrero, que picó la pelota contra la hierba tras un magistral centro con el exterior de Douglas desde la banda izquierda.

A partir de ahí, el conjunto paulista se limitó a mantener el dominio sobre el esférico mientras el Al Alhy presionaba sin orden para intentar robar alguna pelota, para terminar la primera parte con unos datos de posesión más repartidos.

La segunda mitad empezó con el ritmo lento que dejó el primer tiempo, aunque el campeón africano empezó a verse superior a los brasileños. En el minuto 55 la incorporación al terreno de juego de Aboutrika, quien sustituyó a Said, supuso un soplo de aire fresco para el equipo egipcio, que comenzó a mover rápido la pelota.

Pese al cambio de dibujo del Al Ahly, los brasileños se mostraban sólidos en defensa y confiaron en su velocidad arriba para sentenciar la eliminatoria. A falta de 25 minutos los africanos empezaron a asumir riesgos para asediar la portería de Cassio, ocasiones claras que el Corinthians no rentabilizó.

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