Javier Fernández, entre los mejores patinadores del mundo
El español, que se entrena en Canadá, acaba cuarto en la final del Grand Prix y recibe la mejor puntuación en el programa largo
El español Javier Fernández ganó el programa libre de la final del Grand Prix de patinaje artístico sobre hielo, pero en la suma final quedó cuarto, a 0,04 puntos del bronce. La competición se celebró en el balneario ruso de Sochi, que será la sede de los Juegos de Invierno 2014.
La futura capital de los Juegos sorprendió a los participantes con temperaturas más bien de verano (diecisiete grados del día), sol y palmeras. Fernández recibió 178,4 puntos por su programa largo para el que escogió la música Charlie Chaplin Medlay, con coreografía de David Wilson. Fue la mejor puntuación del día, que sumada a los 80,19 puntos recibidos por su programa corto La máscara del Zorro, del viernes, le permitió quedar en el cuatro lugar con 258,62 puntos.
Esto confirma a Fernández, quien por segundo año consecutivo participa en en la final del Grand Prix, como uno de los mejores patinadores del mundo. Este deportista madrileño, de 21 años, que fue el único representante europeo en llegar este año a esta última etapa, reside actualmente en Toronto, y se entrena bajo la dirección de expatinador canadiense Brian Orser. Orser, que fue medalla de plata en los Juegos de Sarajevo 1984 y de Calgary 1988, se ha convertido en un famoso entrenador después de que su discípula, la surcoreana Kim Yu-Na ganara el oro olímpico en los último Juegos de Vancouver 2010.
En el podio no hubo grandes sorpresas: el oro lo ganó el japonés Daisuke Takahashi con 269,4 puntos, que ha sido campeón mundial; la medalla de plata fue para su compatriota Yuzuru Hanyu (264,29) mientras el canadiense Patrick Chan, que dos veces se ha coronado campeón del mundo, consiguió la medalla de bronce (258,64).
Fernández ya había presentado estos programas durante el año, pero su actuación en el programa corto de ayer en Sochi no alcanzó el magnífico nivel mostrado en el Skate Canada, que ganó en octubre pasado. Ayer el español cometió un error al aterrizar su cuádruple pirueta y cometió faltas al realizar la secuencia de pasos, por la que le bajaron el valor base del elemento, que al final le costó la medalla. Hoy la presentación de su programa libre fue casi impecable. Javier fue el único participante de la final que en su programa libre planeó e hizo tres saltos cuádruples, de máxima dificultad: dos toe loop y un salchow.
Siempre muy mimado por los aficionados del patinaje artístico, Fernández fue recibido este fin de semana con banderas españolas y cálidos aplausos del público que llenó el palacio de deportes Iceberg, construido especialmente para los futuros Juegos de 2014. Los clasificados para la final del Grand Prix han tenido la suerte de probar esta nueva arena con capacidad para 12.000 espectadores, en la que dentro de poco más de un año tendrán que competir por las medallas olímpicas.
Todos los deportistas destacan que la nueva pista es acogedora y está bien preparada, los vestuarios y las salas de entrenamientos son amplias y cómodas. Los que ya tienen experiencia olímpica dicen que es la mejor que han visto. La pareja más titulada de esta final, los campeones olímpicos de danza en Vancouver 2010, los canadienses Tessa Virtue y Scott Moir también están encantados por el palacio de deportes y felices por estar entre los pocos que pueden competir sobre la futura pista olímpica. La única queja que se oyó reiteradamente por parte de los patinadores es que hace mucho calor.
Fuera del palacio el gran problema de la próxima capital olímpica son los increíbles atascos, que pusieron en peligro el régimen deportivo de los competidores y dificultaron el trabajo de los periodistas. El camino del hotel oficial donde se alojan los patinadores al estadio en estos tres días de la final ha tardado desde 15 minutos hasta una hora y media, según la situación del tráfico.
El primer campeonato de Europa en el que participó Javier Fernández fue el de 2007, donde ocupó solo el modesto puesto 28; en el mundial de la misma temporada quedó en el número 35. Pocos son los que desde estos lugares logran entrar en el grupo de los mejores y el ascenso de Javier ha sido difícil: seis largos años de duro trabajo y continuo progreso.
Los primeros entrenadores de Javier fueron los españoles Carolina Sanz, Jordi Lafarga e Iván Sáez. Pero para realizar sus sueños, comprendió que debía tomar la difícil decisión de marcharse de España. Eligió primero EE UU, donde comenzó a entrenarse en el grupo del famoso profesor ruso Nikolái Morózov, y más tarde pasó a Canadá, logrando posicionarse entre los 10 mejores de los últimos dos campeonatos del mundo.
En Vancouver 2010 Javier logró quedar entre los 24 finalistas, ocupando el 14 lugar y ha dicho que en Sochi 2014 está decidido a competir por una de las tres medallas olímpicas.
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