Alarma en el Bernabéu
Florentino Pérez cree que el intento de plebiscito de Mourinho fue un ataque contra la paz social
Florentino Pérez se quedó horrorizado al ver que su mánager, José Mourinho, se plantaba ante la afición del Bernabéu en actitud retadora, arriesgándose a provocar un enfrentamiento entre los socios del Madrid. Así lo constatan los directivos que compartieron con el presidente la angustiosa noche del sábado. Ni la victoria en el derbi contra el Atlético, ni las pocas horas de sueño, ayudaron a borrar el sentimiento de amargura en el máximo responsable de la institución. Desde el entorno del palco aseguran que nunca habían percibido una sensación tan plausible de “pánico” en el presidente. Fue como si el episodio le hubiera quitado el velo que le impedía mirar la amenaza que entraña el técnico portugués para pilares institucionales tan básicos como la paz social, la imagen del club, y, por extensión, su relación con los patrocinadores, y con los socios, futuros electores en los comicios presidenciales de primavera.
El presidente piensa en Lippi por si decidiera destituir al técnico portugués
La directiva esperó que una victoria en el derbi mejorase la convivencia con Mourinho. Ahora dicen que Florentino Pérez sospecha que lo que pretende el mánager es provocar que le destituyan. Alarmado como está, el presidente se ha propuesto fiscalizar de cerca la conducta del técnico y el juego del equipo durante las próximas semanas. El sorteo de la Champions, que se celebrará el 20 de diciembre, y la entidad del rival resultante, condicionarán todas las valoraciones. Los octavos de final, que comenzarán a jugarse en la segunda quincena de febrero, marcarán el ritmo de las decisiones en la medida en que toda la suerte de la temporada girará en torno a esos dos partidos. Si la situación empeora, el presidente no descarta una destitución fulminante. Según fuentes del club, el sustituto que más agrada a la directiva para hacerse cargo del equipo de forma provisional, hasta junio, es el italiano Marcello Lippi, el actual entrenador del Guangzhou, chino, y campeón del mundo en 2006.
La pobre calidad del juego del equipo y el favoritismo que practica hacia todo lo relativo a los negocios de su agente, Jorge Mendes, causa de pésimas relaciones con la mayoría de la plantilla, han hecho que Florentino Pérez comience a ver a Mourinho como un entrenador poco recomendable para encabezar proyectos de largo aliento. Así lo entiende un dirigente madridista que, sin embargo, advierte de que el presidente solo comenzó a contemplar la posibilidad de una destitución fulminante hace un mes. Ahora en la directiva observan con angustia cada una de las conferencias de prensa del mánager, temerosos de que emprenda algún pleito verbal con el presidente.
Ayer le preguntaron a Mourinho si con su exhibición populista del sábado pretendía alguna aprobación. Su réplica fue sombría: “Yo no necesito aprobación. Se esperaba una gran pitada en mi contra y quise que la gente se concentrara en mí y animara al equipo. Sobre si el presidente está o no de acuerdo, pregúntenle al presidente. Yo no tengo que decir cuándo hablo con el presidente ni lo que hablamos”.
El máximo dirigente se ha propuesto fiscalizar de cerca la conducta del técnico
Mourinho aprovechó que alguien le mencionaba a Alex Ferguson para hacer una reflexión sobre la lealtad que arrojó como un mensaje cifrado para un destinatario que no quiso revelar: “La amistad es estar siempre al lado de los tuyos. Hay gente que piensa que en la amistad hay siempre espacio para no ser leal, que hay espacio para la traición”. La lealtad es una de las obsesiones más vivas del mánager.
La noticia de que saldría solo al campo a provocar una pitada en el sector del público que le resiente corrió como la pólvora en la concentración del equipo antes del derbi. “¿Qué se cree?”, dijo un jugador, “¿el Mesías?”. La hilaridad contagió a unos jugadores que piensan que el mánager hace tiempo que rompió los códigos de convivencia. La mayoría de los futbolistas entendió que con esta actitud Mourinho no ayudaba al equipo, que se disponía a jugar un partido de máxima tensión ante una afición que convenía no dividir. A alguien se le ocurrió una idea que prendió rápido: “¡Se cree Jesucristo Superstar!”. Cuando Mourinho se dispuso a salir al campo, en el vestuario del Bernabéu cundía la risa: “¿Está listo para salir? ¿Se está maquillando? ¿Triunfará el estreno de la nueva versión de Jesucristo Superstar?”. Con el partido concluido hubo jugadores haciendo bromas sobre las ocurrencias del mánager en su presencia. Los jugadores creen que Mourinho les perdió el respeto hace tiempo. El sentimiento de deslealtad es mutuo.
“¿El ‘Mono’ Burgos? ¿Quién es ese?”
José Mourinho insiste, desde que comenzó la temporada, en que a sus jugadores les falta la voracidad necesaria. Considera que ese apetito de éxito es imprescindible para jugar con agresividad. El mánager hizo esta reflexión ayer, en la víspera del partido que jugará hoy el Madrid, ya clasificado como segundo, contra el Ajax en la última jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Más que en el partido de hoy, el mánager habló pensando en el pasado y en el futuro. “Nos falta jugar cada partido igual porque para mí cada partido tiene el mismo significado.
Me gusta la continuidad emocional. Después, las cuestiones futbolísticas llegan solas. Tenemos jugadores buenos y tenemos un equipo con un estilo de juego perfectamente definido que algunas veces cuando no estamos bien hace que perdamos esa identidad”.
Varios periodistas le pidieron que explicara su relación con el presidente, Florentino Pérez, tras la información del diario Marca señalando que el mánager y el principal dirigente han roto relaciones profesionales y que el primero será destituido en junio. El técnico respondió con evasivas “El trabajo no es cuestión de aprobación”. Al ser consultado sobre un supuesto incidente en el derbi con el Mono Burgos, segundo de Simeone, Mourinho espetó: “¿El Mono Burgos? ¿Quién es ese?”
Respecto al partido con el Ajax, el técnico hará muchas modificaciones: “Juega Adán en portería y Nacho como lateral. Y Khedira, Coentrão... No lo hará Arbeloa, sancionado, ni Alonso y Ramos, apercibidos de sanción”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.